MIGRANTES VENEZOLANOS Y RETORNADOS. FRAUDE PSICOSOCIAL, XENOFOBIA Y CHAUVINISMO
Por:
Oswaldo Garrido. Sociólogo. Profesor universitario.
Correo:
garridoradicallibre@yahoo.com
Ni migrantes, ni maleteados, no neurotizados ni desquiciados, ni caotizados, ni apocaliptizado. De izquierda a derecha: Biólogo Jesús Toledo, Agroecólogo Oswaldo Peñaloza, Soc. Oswaldo Garrido, Ing. Agrónomo Xiomara Guanipa y Méd. Vet. Elpidio González.
Los
movimientos demográficos que involucran un porcentaje de población joven, ocurrida en
Venezuela en los últimos tres años hacia países como Brasil, Chile, Argentina,
Perú, Ecuador y Colombia, deben ser objeto de estudio de campos
científicos como la sociología,
psicología y la comunicación social, con la finalidad de dibujar las causas y
consecuencia para la sociedad venezolana
actual, ya que este movimiento no son el
producto de procesos políticos como han ocurrido en otros países.
Lo
primero que debe acotarse es que la migración de la población venezolana está compuesta
en un porcentaje de jóvenes diplomados universitarios, víctimas de la
aplicación de una estrategia psico-social promovidas desde los medios de
comunicación, universidades y empresas
privadas relacionadas con actores políticos de la oposición, con el propósito
de generar la percepción de la existencia de una emergencia humanitaria y sacar
ventajas económicas de una tragedia personal y familiar que causaron la fragmentación
de muchas familias, además del despoblamiento
de las instituciones educativas a nivel medio y universitario y un gran
daño patrimonial a quienes cayeron en la trampa de las promesas de una vida
promisoria fuera del país.
Estas
estrategias psicosociales no son novedosas. Los nazis fueron exitosos en su aplicación, a través de rumores y
prejuicios. El padre de la propaganda, Joseph
Goebbels, dirigió sus esfuerzos
a modelar la psiquis alemana. La idea fue condicionar las repuestas
psicológicas de la gente, basado en el típico ejercicio del ruso Iván Pávlov
(con su experimento del perro y la campana). Según Javier Bilbao, Joseph
Goebbels: “centralizó el suministro de información de forma que todos los
medios de comunicación alemanes debían ajustarse a las consignas que
periódicamente iba suministrando. Su idea fundamental era la de repetir el
mismo mensaje de diferentes maneras. Uno de los recursos fue el de utilizar
suposiciones no comprobadas, que pasaban a darse por hechas”. (https://www.jotdown.es/2013/02/la-propaganda-de-goebbels-durante-la-segunda-guerra-mundial/). Todos conocemos los resultados de la Segunda Guerra
Mundial.
En el caso Venezolano, la manipulación psicológicas
constituyó un recurso muy utilizado por los regímenes dictatoriales y la
democracia representativa. Durante el gobierno de Gómez y Pérez Jiménez, se
llegó a la barbaridad de catalogar a los comunistas como traidores a la patria,
puesto que el miedo paraliza e inhibe la acción futura de los actores políticos
y sociales e incluso fue establecido en el texto constitucional como un delito.
Un
análisis de nuestra historia nos permite visualizar rasgos de ella, en los
discursos anticomunistas que manejaron los medios de comunicación para
deslegitimar la lucha de la izquierda durante las décadas, setenta y ochenta.
El Caracazo, ocurrido el 27 y 28 de febrero de 1989, fue titula en el Diario El
Nacional como “El día que bajaron los cerros”, colocando el énfasis que el aluvión
del descontento, fue producto de una bandada de personas de los barrios
caraqueños que saquearon y tambalearon el sentido de orden y estabilidad de
sistema democrático. La Rebelión militar encabezada por el Comandante Hugo
Chávez Frías en el 4F, fue manejada por los medios impresos como una expresión
del gorilismo militar latinoamericano. Recuerdo que en un medio impreso, una
caricatura de un gorila con el uniforme militar y la bandera tricolor utilizada en su brazo por los comprometidos con la acción.
A
finales de la década de los ochenta, se emprendió una fuerte campaña
contra las empresas públicas, la cual remarcaba el éxito de los yupi (Chicos de Chicago),
egresado de Universidad de Harvard y de Yale como los gerentes ejemplares, los cuales prepararon
la embestida neoliberal en forma de programas de ajustes y privatizaciones. En
ese tiempo era común observar en la televisión venezolana aquellos jóvenes
gelatinados, pragmáticos y utilitarios. Coincidencia o no, para esa época
estaba de boga el libro de Francis Fukuyama: El Fin de la Historia y el Último
Hombre, quien fungía de Consejero de
Estado y profesor de Harvard.
En estos últimos años, la raíz del quiebre histórico
que significó el triunfo electoral del Comandante Hugo Chávez Frías, una vez
que por ley habilitante se aprobaran la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Tierra
y de pesca, las contradicciones emergieron entre modelo socio económico y político del pacto
de Punto Fijo y el naciente proceso de transformación bolivariano.
Desde este tiempo para acá, la guerra psicosocial se
ha hecho más sofisticada y profunda, cuyo objetivo radica en desmantelar la adhesión de los venezolanos al proceso de
transformación bolivariana. Entre 2002 y 2003, se puede ver la manipulación psicológica,
producto de la tríada compuesto por los medios de comunicación/partidos de
oposición/la tecno-burocracia corporativa, petrolera y sindical. El ejemplo más
significativo se puede analizar con la cobertura que le realizaron los medios
de comunicación a los eventos de Puente Llaguno, con sus saldos de víctimas.
Las investigaciones posteriores permitieron develar la verdad.
Durante el referendo de 2007 propuesto por el
Comandante para aprobar una nueva Constitución, se evidenció una embestida
brutal contra la estructura psicológica de los venezolanos a través de los
medios de comunicación sobresaturando su capacidad perceptiva. Se tomó como
locus discursivo de los medios de comunicación temas como el derecho al aborto,
el matrimonio igualitario y el secuestro de la propiedad privada por parte del
Estado, apelando a la moralidad judeocristiana.
El resultado fue el triunfo del
No sobre el sí, quedando de esta forma intacta la Constitución de 1999.
Durante el periodo presidencial de Nicolás Maduro,
la estrategia psicosocial tiene como propósito deslegitimar la confianza en las
instituciones y los actores del proceso de transformación bolivariano, con la
finalidad de crear un clima interno de
desobediencia a la ley, y un escenario internacional orientado a declarar
a Venezuela como estado fallido o estado forajido, expresado en una crisis
humanitaria, ocasionada por un movimiento poblacional incentivado por actores
internacionales y medios de comunicación, así como actores políticos de la
oposición interna que suele disfrazarlo
como consecuencia de la represión y la violación de derechos humanos de un
régimen tiránico.
Lo cierto es
que Venezuela ha alcanzado indicadores de
la calidad de las democracias
superiores. Los mejores indicadores de
la robustez de la democracia venezolana en la actualidad se vincula a dos
procesos: el protagonismo del pueblo y el empoderamiento (comunalización de la
vida a través de instancias de participación como los Consejos Comunales y los
Consejos de trabajadores).
Esta hiperrealidad, edificada por los medios de
comunicación, dibuja el movimiento demográfico venezolano actual, equiparándolo
a los ocurridos en Colombia producto de la guerra civil, iniciada con la muerte
de Gaitán en 1948, agravada con el paramilitarismo
y el narcotráfico.
La construcción de
hiperrealidad consiste en quitarle la alfombra al sueño soberano (nueva generalidad
ilusoria) y sobreponiéndole el sueño americano, donde el consumismo es sinónimo de felicidad.
La estrategia psicosocial construye una facha de expectativas falsa y se
orienta a la destrucción del yo colectivo (nacionalista y libertario), para
institucionalizar el desencanto y la desesperanza en la población.
Un análisis de la estrategia psico-social la podemos
realizarla a través del curso de la programación de las novelas que transmiten
las televisoras privadas en el país.
La primera fase, podemos denominar “efecto Cleopatra”,
las novelas colombianas transmitidas por estos canales privados, tenían como
objetivo deconstruir el héroe histórico (Bolívar y Chávez), sobreponiéndole un
“nuevo héroe”, emergido de la oscuridad de los delitos: El Pram. Ejemplo de ello; “La mujer del Pram”, “Sin tetas no hay paraíso”.
La matriz de esa programación
televisiva, tenía como objetivo
socializar la violencia colombiana (sicariato y secuestro) en el tejido social
venezolano. Esto coincidió con el escenario de las guarimbas, cierre de calles
y los desórdenes del 2017 que asolan al país. Los medios de comunicación social
privados, una vez que saturaron a la
sociedad venezolana con ese mensaje, impuso el héroe ahistórico
encapuchado y escudado. Podía verse en
videos en horario estelar, a jóvenes utilizando la violencia, obstaculizando el
tráfico, talando árboles (más de 7.000 árboles talados) y daños a la propiedad
pública y privada. Para ofensa de las victimas del fascismo de Francisco Franco
en España, los himnos anarcosindicalista fueron utilizados como banda sonora de
esos videos que llamaban a la violencia. (Si desea ver la versión original del himno a Las
Barricadas: https://www.youtube.com/watch?v=op3w3wMqdwg)
La segunda
fase, “Colombia la chévere”, constituyo en anzuelo-placebo para la trampa
simbólica. Se socializo a Colombia como un país próspero, solidario,
cooperativo y de relaciones humanas de amistad y compañerismo, escondiendo el
rostro funerario del poder fáctico y miserable de la oligarquía colombiana:
Fosas comunes y falsos positivos.
Se ocultó la Colombia donde es posible el "Thriller" que se inicia cada al caer la noche en las calles de Bogotá, pobladas
de espectros: niños indigentes, prostitutas, mutilados por la guerra,
los excluidos y olvidados por CNN y el gobierno. Se visibilizo el país real
colombiano con su sociedad sufrida, sin oportunidades de estudios, sin vivienda,
donde se exoneran de los impuestos a los ricos y se percha con ellos a los más
pobres. Forma terrible de reescribir la leyenda de Robin Hood. Tremenda
ofensa al realismo mágico de Gabriel García Márquez
Este paisaje virtuoso, se pude seguir en la trama de
la novela “La nocturna”, que disfraza la hipocresía y el cinismo de la sociedad
clasista colombiana, socializando una supuesta “vida bella” de estudiantes
universitarios nocturnos, (la vida cotidiana, botan hasta la última gota de
sudor trabajando de día). Estos
estudiantes en la novela, viven en apartamentos y casas con una calidad de vida
imposible en un país donde la población joven se radica en las periferias pagando alquileres
leónidos. El chorizo en la programación sigue esa ruta discursiva para encantar
y atraer. Viejo truco del seductor y el seducido.
Basta analizar los siguientes datos: Colombia según cifras de las Naciones Unidas y el Departamento Nacional de
Planeación, ocupa el último lugar en producto interno bruto per cápita con
6.810 dólares, lejos de Chile que tiene 12.730 dólares, Argentina con 10.300
dólares o Uruguay con 9.200 dólares. El clima de violencia es sobresaltado por
estos datos; Antioquia tiene el 38 por ciento de las masacres del país, seguida
por el Valle del Cauca con el 8 por ciento. Meta es el departamento con mayor
número promedio de víctimas por masacre con 6,5 personas, seguido por Chocó con
5,8 personas. Datos relacionados con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
En la tercera fase,
se pueden identificar dos campos:
Un campo promovido por los diversos medios de
comunicación monopolizados por las transnacionales dirigidos al pueblo colombiano, cargados de
xenofobia y chauvinismo, el cual estigmatiza a los venezolanos como mal
vivientes, “tierrúos” y “pata en el suelo”, enfatizando que la movilización demográfica
y sus calamidades, son consecuencia de la tiranía de Nicolás Maduro. Iván Duque, en su campaña electoral utilizo la estigmatización
de los venezolanos como espejo para los votantes colombianos en las elecciones
presidenciales de 2018. En resumida cuenta sus mensajes apuntaron a
esta dirección. Si votas por Gustavo Petro te ocurrirá lo
mismo que los venezolanos.
Otro campo, dirigido a la
comunidad mundial, cuyo fin es producir la percepción que en Venezuela se
desarrolla una guerra civil, que se vive una anomia social, donde el gobierno
es ilegítimo y dictatorial. En este campo, el Grupo de Lima juega un rol
fundamental. Es conocido el “striptease” del
secretario de la OEA, Luis Almagro.
El Programa vuelta a la
Patria, puso en evidencia la propia
crisis material (injusticia, exclusión y desigualdad) y espiritual (xenofobia y
chauvinismo) del propio neoliberalismo de los países del Grupo de Lima. La
repuesta solidaria de repatriar a los venezolanos lanzada por presidente
Nicolás Maduro, es una decisión humanista sin precedente en la historia y
demuestra que el proceso de transformación bolivariano es incluyente y
profundamente mestizo.
A pesar de su naturaleza
humanista, el programa Vuelta a la Patria, es decir el proceso de reinserción
de los venezolanos que salieron del país buscando condiciones y oportunidades
económicas y sociales (no cristalizada), víctimas de la xenofobia y el
chauvinismo, requiere de un componente multidisciplinario. La experiencia
histórica ha demostrado que sociedades que han sido victimizada por la
violencia pueden transformarse en victimario. Por tanto, es necesario que el programa
incluya una dimensión desde la psicología social para evitar que la violencia
sea redirigida y germine en la sociedad venezolana con un nacionalismo retrógrado
que descuaderne los logros del mestizaje.
Conjuntamente con el acompañamiento a los venezolanos que
retornaron, se debe diseñar una estrategia dirigida a los
jóvenes de educación media y diversificada para elevar su formación crítica e
ideológica, y dotarlo de herramientas teóricas para interpretar los mensajes
ocultos (agendas ocultas) de los medios de comunicación social que se han
transformados en actores políticos y representantes de los intereses del
capital internacional imperialista.
Una iniciativa que no se
puede subestimar es la de elevar la denuncia sobre violación de los derechos
humanos por parte de medios de
comunicación social privados, grupos empresariales, asociaciones civiles, partidos
políticos y actores políticos (financiando internacionalmente al Tribunal
Internacional), ya que formaron parte del entramado material e intelectual que provocaron
el movimiento demográfico que ha drenado al país, produciendo graves daños
materiales y espirituales a la población,
cautivada por su oferta engañosa y perversa.