domingo, 16 de septiembre de 2012

Oswaldo Garrido: GESTIÓN DE LAS POLÍTICAS DE PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS DEL MUNICIPIO MARACAIBO DEL ESTADO ZULIA. (1999-2012).



REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
COORDINACIÓN DE ESTUDIOS AVANZADOS
DOCTORADO EN CIENCIAS PARA EL DESARROLLO ESTRATÉGICO








 




                                    Ante-proyecto de tesis Doctoral.
GESTIÓN DE LAS POLÍTICAS DE PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS DEL MUNICIPIO   MARACAIBO DEL ESTADO ZULIA. (1999-2012).





                                                   Autor: Soc. Oswaldo Garrido, Msc.
                                                          Tutora: Dra. Haydée Ochoa Henríquez

                                            Maracaibo, Septiembre de 2012.
GESTIÓN DE LAS POLÍTICAS DE PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS DEL MUNICIPIO   MARACAIBO DEL ESTADO ZULIA. (1999-2012).

ESQUEMA:
INTRODUCCIÓN.
1.-  El problema.
2.- Justificación.
3.- Objetivo general y Objetivos específicos.
CAPITULO I.
4.- REFLLEXIONES TÉORICAS:
4.1.- Una distracción necesaria: la participación de los ciudadanos y las ciudadanas.
4.2.- El momento de la participación de los trabajadores y las trabajadas.
4.3.- Acercamiento teórico a las empresas públicas.
CAPITULO II.
5.-  RECORRIDO HISTORICO DEL OBJETO:
5.1.- El capitalismo rentista petrolero venezolano como reflejo del sistema-mundo capitalista.
5.2.- EL DESARROLLISMO: PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS:
5.2.1.- 1958-1974: Modelo económico sustitución de importaciones.
5.2.2.- 1958-1975: Las empresas públicas en el modelo de sustitución de importaciones.
5.2.3.- 1975-1979: El  <<boom >>petrolero. Empresas públicas.
5.3.- 1979-1989: MODELO NEOLIBERAL: PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS:
5.3.2.- Primera aleada del modelo de desarrollo neoliberal.
5.3.2.1- Participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas/ gobierno de Luís Herrara Campins.
5.3.3.- La segunda oleada neoliberal: Segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera.
5.3.3.1.- consideraciones generales sobre el planteamiento neoliberal.
5.3.3.2.-  1989-1993: Segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Avanzada neoliberal.
5.3.3.2.1.- Participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas/Segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez.
5.3.3.3- 1994–1999: Paradigma neoliberal durante el Segundo Gobierno de Rafael Caldera.
5.3.3.3.1- Privatización de las empresas públicas/Segundo gobierno de Rafael Caldera.
5.3.3.3.1.1.- La privatización en el estado Zulia.
5.3.3.3.2.- Participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas publicas/Segundo gobierno de Rafael Caldera.




















ABRIENDO LAS PALABRAS:



“Y como por todas partes (lo mismo que María a su Jan) las mujeres le calentaban los cascos a sus hombres -<< ¡Y
no vuelvas a casa hasta que hayan bajado los precios!>>- la huelga de los trabajadores del puerto y del astillero se extendió hasta el día siguiente a Gdansk y Dgynia, a Szczecin y Elblag, a lo largo de la costa polaca del Báltico. Los ferroviarios y otros se unieron. Hasta las chicas de la fábrica de chocolate Baltic. Como las directivas locales de los sindicatos no participaron, se formaron espontáneamente comités de huelga, se eligieron consejos de trabajadores. No sólo había que anular la subida de los precios. Se pedía también la autogestión obrera: el viejo, profundo, necio, hermoso e inextirpable sueño de poder decidir por sí mismos.”

“En los astilleros Lenin de Gdansk se aumentaron rápidamente, antes de que la milicia  comenzara sus controles, las exigencias de la cantina. Lo hicieron de noche. A la mañana siguiente llegaron de todas partes, de los suburbios, de Ohra y del Troya, de Langfuhr y Neufahrwasser, quizás cincuenta mil trabajadores y amas de casa. Desfilaron ante la estación central y se congregaron ante la sede del partido Comunista. Allí, como no había mucho de que hablar, cantaron varias veces la Internacional. Solo donde estaba Jan (un poco separado de María) se discutía, porque Jan estaba lleno de ejemplos históricos que no podía guardarse para él. Como siempre, comenzó por los antiguos pomerelios: por Sambor, Mestuino, Svantopolk y la Damroka de los bellos bucles. Hasta allí escucharon los trabajadores del astillero, pero cuando Jan se desbordó, se perdió en el laberinto de las reglamentaciones gremiales medievales y comparó las reivindicaciones de asiento y voz en los consejos de pie y sentados de los oficios menores con la actual reivindicación de autogestión obrera, los trabajadores no lo escucharon más.”

“Entonces la masa cantó una vez más la Internacional. Sólo María, que estaba apartada, vio a su Jan hacer la labor de agitación con conciencia histórica: sin oyentes ahora, envuelto en un bocadillo de tebeo. María tenía la cabeza ligeramente ladeada y en torno a su boca había una contracción a la que faltaba poco para ser sonrisa.”



El rodaballo.
Günter Grass.
Pág. 691-692.


INTODUCCIÓN:

El modelo económico instituido en Venezuela en a finales de la década del cincuenta, caracterizado por industrialización por sustitución de importaciones, sostenido por enormes inversiones producto de la renta petrolera, permitió el nacimiento de una gran red de empresas publicas en aquellas áreas que por su elevada inversión no  fueron atractivas para el sector privado, pero que eran fundamentales para el proceso de modernización y para la acumulación de capital del capitalismo configurado por las relaciones económicas internacionales, cuyo rasgo principal era la demanda energética por las potencias que emergieron victoriosa de la  Segunda Guerra Mundial en plena dinámica de expansión.

Producto de esta iniciativa se configura el aparato empresarial público, con una importante   red de empresas orientadas a satisfacer la demanda interna, diversificar la producción y afirmar una creciente autonomía en las decisiones económicas, políticas y sociales, ya que las empresas privadas asociadas al capital transnacional poseían  como característica principal la asociarse en relaciones monopólicas y oligopólicas.

Desde el punto de vista, en virtud, del sistema político de conciliación de intereses, el modelo de gestión que se instituye en las empresas publicas venezolanas, la cuenta del nacimiento y consolidación del modelo burocrático populista, el cual centraba una importancia excesiva de la burocracia, y la utilización de las empresas publicas con la finalidad de construir lealtades políticas.

El modelo de sustitución de importaciones por industrialización, consideraba que la herencia económica, política y social del viejo modelo constituía un contra-freno al naciente proceso de desarrollo esbozado  en la teoría estructuralista impulsada desde la CEPAL.

Es ese sentido, las viejas relaciones económicas sociales propias de la sociedad tradicional, se consideraba como las causantes del rezago del desarrollo las cuales requerían ser superada para generar condiciones favorables para un proceso de acumulación capitalista que privilegiaba el crecimiento desde afuera.

La teoría estructuralista, cuestionaba la teoría económica clásica liberal, que planteaba la necesidad de un Estado mínimo, las regulaciones producidas por la mano invisible del mercado, la producción de riqueza por parte del sector privado. En cambio el estructuralismo suponía la presencia de un Estado fuerte que interviniera en la economía para orientarla hacia los fines del desarrollo nacional, el deterioro de los términos de intercambio y el aprovechamiento de las ventajas comparativas para la inserción en el comercio internacional más justo y equilibrado.


En ese sentido, el Estado que propugnaba la teoría cepalina, constituye Estado fuerte, que intervencionista en la producción de bienes y servicios, a la vez que con sus distintos aparatos daba repuesta a las demanda de la sociedad. Este Estado devino en un Estado de bienestar, que incluye entre sus funciones  la protección de las libertades individuales,  un Estado de derecho, que coloca su énfasis en  los derechos  como los  económicos, políticos, sociales y culturales.

El modelo de sustitución de importaciones por industrialización, demanda por tanto, un acuerdo entre las elites con la finalidad de ganar legalidad, legitimidad y gobernabilidad, es así, que el 1958 que los principales Partidos políticos tradicionales, firma el Pacto de Punto Fijo[1] (Acción democrática, Unión Republicana Democrática y Comité de Organización Política Electoral Independiente), inaugurando el Sistema político de conciliación de intereses o Sistema político de cohabitación entre las clases.

Los objetivos del Pacto de Punto Fijo se a <<grosso modo>> contenía los siguientes puntos: Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral, gobierno de unidad nacional. Esto es, considerar equitativamente a todos los partidos firmantes y otros elementos de la sociedad en la formación del gabinete ejecutivo del partido ganador y programa de gobierno mínimo común. El programa de gobierno común enarbolaba el modelo de democracia representativa como la máxima aspiración de la sociedad venezolana. Pactos similares fueron firmados con el sector militares, los empresarios, los trabajadores y  la alta cúpula eclesiástica, en cuanto actores sociopolíticos.

Los antecedentes de la fundación de Acción Democrática lo constituyó la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) fundada  en Barranquilla por Rómulo Betancourt y  exiliados venezolanos en 193. A este partido siguió en 1936 el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), que una vez disuelto dio paso al Partido Democrático Nacional (PDN). En 1941, finalmente surge Acción democrática en torno a la candidatura presidencial de Rómulo Gallegos, siendo sus fundadores además de él: Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Luís Augusto Dubuc, Juan Oropeza Riera, Gonzalo Barrios, Leonardo Ruiz Pineda, Jesús Ángel Paz Galárraga, Luís Beltrán Prieto Figueroa y Carlos (Chicho) Herrera. Su constitución se realizo  en un acto inaugural en la Plaza Nuevo Circo de Caracas.

La Unión Republicana Democrática (URD), partido político de centro izquierda, fundado el 18 de diciembre de 1945. Nace como un partido  basado en las doctrinas democrática revolucionaria. Su consigna originaria  fue "por pan, tierra y libertad". Entre sus fundadores se destacan Elías Toro, Isaac Pardo, Jesús Leopoldo Sánchez, Andrés Otero y Amílcar Plaza. En marzo de 1946 ingresó a esa  Jóvito Villalba. Fortalecida por haber ganado el plebiscito promovido por el gobierno de Marcos Pérez Jiménez.

El Comité de Organización Política Electoral Independiente, conocido  como Partido Socialcristiano, con una filosofía política basada en la  ideológica humanismo cristiano. Sus antecedentes son Partido Acción Nacional y la conservadora Unión Nacional de Estudiantes (UNE), su crecimiento primario se desarrolló en la década de 1940 en los estados andinos, Táchira, Mérida y Trujillo, donde  la iglesia católica poseía una fuerte presencia.

En cambio la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela  (Fedecámaras) es fundada en 1944, conformada por empresarios de todos los sectores económicos del país. Esta organización esta agrupa a 13 sectores económicos, a saber: comercio y servicios, industria, construcción, turismo, financiero, seguros, agrícola, pecuario, minería, energético, transporte, telecomunicaciones y medios de comunicación. Posee una red nacional, constituida por las Fedecámaras Regionales que totalizan 23 organizaciones estatales.

 Los trabajadores desde 1937 de habían agrupado en Confederación Venezolana de Trabajadores -CVT.  El nombre actual fue tomado en el II Congreso de 1947.  Para 1959, cuando se celebra el III congreso, CTV vive un momento de mayor unidad entre las distintas fuerzas sindicales, por tanto se considera este congreso re-fundacional. Esta unidad duró poco, la división interna de Acción Democrática, cambió la correlación de fuerzas en el seno de la CTV.

Este acuerdo entre los actores sociopolíticos fundamentales, configuro el sistema de conciliación de intereses de clases, y el Estado el espacio de la condensación de las pugnas de las distintas fracciones que reclamaban su parte de la renta. Pero también, facilito y sentar las bases para el bipartidismo. Ambos proceso le dieron forma a la partidocracia o al estadocracia.

En ese sentido, las políticas públicas constituían el mecanismo mediante el cual los distintotes actores sociopolíticos tenían acceso a la distribución de la renta petrolera.  En un proceso que burocratizado y clientelita, sobre las cuales giraban las mediaciones entre Estado y sociedad.

En el modelo económico de sustitución de importaciones por industrialización, las políticas públicas fueron de corte universalista, maximizando las condiciones y oportunidades para los sectores y las clases que poseían poder de movilización socia. El sostén filosófico de esas consideraciones fueron plasmada en la Constitución de 1961.

En este contexto, las políticas de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas venezolanas, formalmente  en la Constitución de 1961, reconociéndose en su texto  la libertad sindical y acogiendo el Sindicato como el instrumento de mediación entre los trabajadores y trabajadoras y patronos. Del mismo modo, en ley del trabajo en Venezuela de 1946, y en sus sucesivas reformas.

 Finalmente, la política de participación de los trabajadores y trabajadora en las empresas públicas se materializa con la Ley sobre Representación de los Trabajadores en los Institutos Autónomos, Empresas y Organismos de Desarrollo del Estado, promulgada el 11 de Junio de 1966, su reforma realizada el 28 de Agosto de 1969. Regularizada por el Reglamento de la Ley sobre Representación de los Trabajadores en los Institutos Autónomos, Empresas y Organismos de Desarrollo del Estado, el 27 de Abril de 1975.

Es desde este momento, cuando comienza ha realizarse experiencias de cogestión en un contexto de avanzada de la primera oleada neoliberal, sobre todo, en las empresas básicas venezolanas y en especial en el holding ferroso, aluminico y eléctrico de Guayana.

Pero a pesar, del avance en materia de participación de los trabajadores y trabajadoras impulsadas desde este marco legal, en la realidad esta participación se caracterizó por ser una participación restringida en virtud de los procesos de mediación basados en la representatividad. Representación que configuro un proceso de elitización de las practicas los sindicatos, secuestrados por los partidos políticos tradicionales y la creación de cúpula sindical separada del resto de los trabajadores.

A finales de la década de los setenta,  el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones por sustitución de importaciones, trajo consigo un proceso de ruptura, abriendo las puertas a la corriente de pensamiento neoliberal. Modelo económico-político, que ocasionó un quiebre de los viejos acuerdos, implementándose los Programas de Ajuste estructural en sus dos versiones: Programa de Ajuste Estructural recesivo y Programa de Ajuste Estructural con Crecimiento.

Bajo este modelo económico, las políticas públicas sufren un giro de 180 grado, dejan de ser de corte universalista e igualitarista, dando paso a una concepción de políticas publicas sectoriales y focalizadas, con el pretexto de compensar a los grupos sociales mas vulnerables producto del modelo de desarrollo neoliberal.
Se habla entonces, de Nueva Gestión Publica impulsada desde los Organismos Internacionales como El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En el caso venezolano desde la  COPRE se potencian la concreción de sus postulados.
Desde la concepción  de Nueva Gestión Publica se promueve el proceso de descentralización y de privatizaciones de importantes empresas públicas.

La crítica a las empresas públicas se fundamenta, esencialmente a su bajo desempeño, y por la alta inversión que realiza el Estado para su mantenimiento. En lugar de ello, idealiza el sector privado como generador de riqueza, términos como el de eficiencia, productividad, competitividad, sinergia, calidad total, meritocracia y reingeniería constituyen categorías utilizadas por la retórica de los técnicos. En este periodo se concreta el modelo tecnocrático en las empresas públicas que han quedado en manos del Estado Venezolano.

En materia de participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas publicas, se destaca la Ley Orgánica de prevención, condiciones y medio ambiente de trabajo, publicada en la Gaceta Oficial No. 3850 Extraordinario del 18 de julio de 1986. Mediante esta ley se instruye a los trabajadores y trabajadoras para la conformación de los Comité de Higiene y Seguridad Industrial,  con la finalidad de salvaguardar las condiciones de Prevención, Salud, Seguridad y
Bienestar en el Trabajo. También contempla otras formas de participación como los Comité de promoción de servicios sociales y demás organismo paritario o tripartitos  a los fines de la ley.


Pero es 1990, cuando se aprueba la primera ley orgánica del trabajo, en este documento  se reconocen todas las normas que regulaban las relaciones sociales de producciones, como la libertad sindical y la representación de los trabajadores en la gestión de las empresas. Necesario agregar que con la reforma de la  Ley Orgánica del Trabajo (LOT), se produce una ampliación  de la representación de los trabajadores y las trabajadoras en la gestión de las empresas públicas.

A pesar de esta ley, la participación de los trabajadores permanece aun en su condición de representatividad, en manos de los sindicatos, sindicatos debilitados por la ruptura de la tecnocracia neoliberal con los viejos acuerdos. Sin embargo, como parte del esfuerzo de la tecnocracia publica, se estaca la conformación de la Comisión Tripartita durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, la cual obtuvo como resultado la eliminación del carácter retroactivo de las prestaciones sociales de los trabajadores y trabajadoras.

En 1999, el triunfo de Hugo Chávez, la aprobación de la Constitución Bolivariana de Venezuela, y el rumbo político que ha tomado el país, dado que la gestión de las políticas de participación de los trabajadores y las trabajadores se definen en función de la construcción colectiva del socialismo, el problema toma mayor importancia dado el carácter participativo y protagónico de la democracia bolivariana.

En el campo de las ciencias sociales venezolanas, los grandes estudios que se han realizado han centrado su atención al abordaje del movimiento sindical aisladamente como maquinas petitorias de reivindicaciones socioeconómica de los trabajadores y trabajadoras en el contexto del proceso de acumulación capitalista, por tanto una visión integrada de la relación de los trabajadores y tragadoras en las empresas publicas son escasa, cuando se articula a los proceso de toma de decisiones, organización y comunicación en estas empresas del Estado.

Por tanto, dado el proceso de transformación estructural que discurre en sus contradicciones, donde el tema de la participación de los trabajadores y trabajadoras son parte de los postulados de la filosofía constitucional bolivariana y punto de la lanza del proceso de democratización de la propiedad de los medios de producción en un modelo de desarrollo endógeno socialista, la compresión de ese fenómeno pudiera dar cuenta para mejorar sustancialmente las políticas de esa naturaleza, elevar el desempeño de los aparatosos del Estado relacionados a la producción de bienes y servicios para darle repuesta al encargado de la sociedad, constituye un nudo critico de no solo de los científicos sino que también de los operadores políticos y del naciente poder popular en construcción.

La compresión de dicho proceso, constituyen una necesidad dado el curso histórico que vive el país en la actualidad y un desafió responsable para los científicos sociales  involucrados con la transformación estructural que ocurre, para que una vez visualizado el desarrollo se conciba un marco teórico y practico para la explicación critica de dicho fenómeno de gestión.

A partir de las reflexiones anteriores, esta investigación tiene como objetivo darle repuesta a la siguiente interrogante: ¿Cuál es la gestión de las políticas  públicas de participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas públicas del municipio Maracaibo del Estado Zulia en el periodo que va desde 1958 hasta 2012?
.
En ese sentido esta investigación se justifica:
Desde el punto de vista epistémico el abordaje de la gestión de las políticas de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas publicas, se justifica en el siguiente sentido:

Desde el punto de vista teórico,  la gestión de la participación de los trabajadores y trabajadores en las empresas publicas, constituye un viejo tema en el marxismo duro, sobre todo en el proceso de la Revolución de Octubre con la figura de los Soviet, en Europa alcanza importancia a través de los Consejos de fabrica. En el caso Venezolano, dada la raíz del modelo político de conciliación de intereses de clase, instruido por el modelo de democracia representativa a partir de 1958, la participación de los trabajadores y las trabajadores en el gobierno de las empresas publicas ha sido un aspecto periférico, de escasa motivación para los estudiosos de las ciencias sociales. El quiebre histórico de los paradigmas económicos y políticos,  el tema de la gestión de la política de participación alcanza esencialmente importancia, ya que la Constitución Boliviana de Venezuela, estable como fundamento el Estado de derecho y de justicia social, que aunado a los principio de participación y corresponsabilidad abren una importante fisura dentro del nuevo modelo de desarrollo endógeno socialista. A demás la nueva Ley Orgánico incorpora la figura de los Consejos de los trabajadores y abre las puertas para reglamentar estrategias de participación como el control obrero, la auto-gestión y la cogestión, fundamento de la democracia socialista en las empresas públicas.

Por tanto se plantea la necesidad de un esfuerzo desde la teoría crítica que de cuenta de ese proceso experencial vivido el devenir histórico de gestación de los trabajadores y las trabajadoras, política de participación que busca significación, para dar cuenta de la realidad que discurre, en un mundo carente de referentes teóricos explicativo de la necesidad de la transformación no solo de las practicas del movimiento sindical sino de las figuras organizativas emergente en el contexto de la radicalización la cambio estructural que sucede en el medio de un sistema-mundo-capitalista periférico, instituido en sus dimensiones objetivas y subjetivas.

Desde el punto de vista metodológico, también se requiere un esfuerzo sostenido desde las ciencias sociales para la elaboración de referentes  metodológicos que eleve y mejore la participación de los trabajadores y las trabajadoras de las empresas publica,  que tribute a resolución al encargo de la sociedad para el elevar la calidad de la gestión en lo publico y la acción política  para la democracia popular en las empresas publicas y el buen vivir como marco fundamental  a un país que construye una  ruta histórica en la democracia participativa y protagónica.

Desde el punto de vista social, el proceso de re-planteo de las políticas de participación de los trabajadores y los trabajadores, permitirá dar un salto cualitativo en la transformación en las formulación y ejecución de las políticas publicas y del modo de producción instruido desde 1958 por acuerdo de las elites económicas y políticas en el poder para abrir paso a un proceso de participación que descentralice y desconcentre el poder para ampliar las oportunidades y las condiciones en un contexto de justicia social, equidad e inclusión.

Proceso de transformación que tiene como actor socio-político fundamental a los trabajadores y las trabajadoras en un momento de desarrollo del modelo capitalista, y que dado la inserción de Venezuela en el sistema mundo-capitalista, el proceso de transformación requiere el acompañamiento de ese sector vinculado a la producción, distribución y consumo de los bienes y servicios necesarios para la vida en sociedad, cuando se produce una gran iniciativa nacional para transformar el viejo modelo productivo sustentado en las relaciones sociales de producción capitalista por un sistema económico socialista destinado a satisfacer las necesidades de la sociedad en crecimiento y complejidad.

Desde el punto de vista practico, dotar al ejercicio de la participación de los trabadores y trabajadoras de las empresas publica permite configurar una nueva racionalidad no instrumentista (des-racionalizar lo racionalizado por el capital y des-sujetar al sujeto del tiempo del capital rescatando como fundamento del cambio metabólico de las relaciones sociales de producción capitalista), comprendida como un tipo de relación social en un contexto de transformación estructural socialista dentro de ética colectiva que centralice lo humano para hacer frente a los dilemas y los grandes retos históricos.

Entre los objetivos que se persiguen esta:
3.- Objetivo general y Objetivos específicos:
3.1.- Objetivo general: Explicar la gestión de las políticas de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas del municipio Maracaibo del estado Zulia. (1999-2012).
3.2.- Objetivos específicos:
3.2.1.- Caracterizar el proceso de formulación de las políticas de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas del municipio Maracaibo del estado Zulia. (1999-2012).
3.2.2.-Caracterizar las políticas formales de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas publicas.
.3.2.3.- Examinar la política real de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas.
3.2.4.- Caracterizar los modelos de gestión de las políticas de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas.
3.2.5.- Elaborar una propuestas transformadora para la gestión de las políticas de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas en un contexto socialista.



Esta investigación pretenden hacer avanzar la teoría en relación a la gestión de participación de los trabajadores y trabajadores en las empresas publicas, con la producción de conocimiento,  mediante la construcción de categoría, conceptos, definiciones, esquemas y relaciones. Por otro lado, permitirá construir análisis, contrataciones, comparaciones y explicaciones que den cuenta de los cambios devenidos en relación a la gestión de la política de participación de los trabajadores y trabajadores en las empresas públicas.

Desde la perspectiva metodológica, con esta investigación se pretende construir explicaciones analítica y-critica en torno a la gestión de la política de participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas. Las argumentaciones construidas producto del manejo de las fuentes  se confrontaran con teoría de diversos autores para alcanza el objetivo propuesto.

Es estudio, se estructura a partir de hitos o nichos de quiebres en el discurren del  que afecten las políticas de participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas publicas, buscando en esas coyuntura argumentaciones del tipo económico, políticos, sociales y cultural que de cuenta del fenómeno como parte de un entramando de relación social de producción. Para la recolección de la información se procederá de la siguiente manera: a) informantes claves del Ministerio del Poder popular para el trabajo. b) Miembros de las distintas formas de organización de los trabajadores en las empresas públicas. Asimismo se tomarán muestras de los trabajadores y trabajadores en general de estas empresas; c)  documentos oficiales (resoluciones, decretos, normativas, entre otros) promovido desde el Ministerio del poder popular para el trabajo.

A demás, las técnicas de recolección de información primaria a utilizar para  el estudio de la gestión serán la observación directa y las entrevistas semi- estructuradas, por cuanto aporta información esencial del desarrollo y contradicciones del fenómeno social en cuestión

Para el estudio de la Gestión se tomará como campo de observación al estado Zulia, se centrara la atención en las diferentes empresas públicas localizadas en el municipio Maracaibo, ya sean nacionales, regionales o municipales.


CAPITULO I.

4.- REFLEXIONES TÉORICAS:

4.1.- Una distracción necesaria: la participación de los ciudadanos y las ciudadanas:

En  Venezuela el término participación implica dos ámbitos fundamentales. Por tanto es necesario distinguir la participación ciudadana y  la participación de los trabajadores y trabajadoras en la dirección y la toma de decisiones de las empresas públicas.

En termino general la participación de cuenta de según el diccionario Pequeño Larousse de " la acción y efecto de participar. Aviso, noticia o parte. Tener parte de algo". Participar es formar parte en algo, ser escuchado y poder comunicarlo.

No obstante, la categoría participación de los ciudadanos y ciudadanas, amerita mas profundidad conceptual,  deviene una perspectiva jurídica y politológica, vinculada al conjunto de derechos derivado de un orden legal y del sistema político frente a la distribución del poder y el grado de influencia que tiene el ciudadano sobre la toma de decisiones y la agendación de los problemas sociales locales o sectoriales.

En la tradición jurídica liberal burguesa la categorías se sitúa y se tensiona como un aspecto de la norma instituida para orientar las relaciones sociales y formalizar las acciones de los grupos que conforman la sociedad.

Por tanto la categoría participación de los ciudadanos y ciudadanas, da cuenta de los procesos vinculantes de los ciudadanos y ciudadanas con las instituciones de mediaciones políticas nacionales, regionales y locales.

A partir de la institucionalización de la democracia representativa en la década de los cincuenta, la participación ciudadana asume las características de la representación, proceso mediante el cual un individuo o grupo de individuos presentan los intereses de un sector, comunidad o grupo al resto de la sociedad expresada en sus instituciones.

Este proceso de mediación/representación se materializa con el derecho al sufragio, el voto en el sistema político de cohabitación de clase, se transforma en el instrumento mediante el cual el ciudadano y la ciudadana dotan de legitimidad a dicho sistemaza, con la finalidad que pueda ejercer la gobernabilidad sobre la sociedad.

En ese sentido, la Constitución de 1961, estableció el sufragio como fundamento de la democracia representativa, mediante el cual el poder originario se transfería delegativamente a los representantes seleccionados por votación directa y secreta, siendo esta una obligación de los venezolanos. El no ejercicio de este derecho transformado en una obligación conllevaba a consecuenciales civiles y penales.

Del mismo modo,  la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política que aprobada el 1998, formalizó y reglamentó el sufragio fundamento de la democracia representativa. Según el artículo 85º de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política todos los venezolanos mayores de dieciocho (18) años, no sujetos por sentencia definitivamente firme, a interdicción civil, ni a condena penal que lleve consigo inhabilitación política, tienen el derecho y están en el deber de votar en las elecciones que rige esta Ley para los poderes públicos que correspondan a su lugar de residencia. Los miembros de las Fuerzas Armadas no ejercerán el sufragio mientras permanezcan en el servicio militar activo.

Es necesario destacar que sufragio y voto en los actos de habla cotidianos  se emplean como categorías  equivalentes, pero en la doctrina se marcan diferencias entre ellos. Para algunos autores como P.L. Bracho (2006:122) “el voto representa el acto mediante el cual se concreta el ejercicio del derecho al sufragio”

Según José María Pino Méndez (2012), citando a Bobbio, en un artículo publicado en la red,[2] esta se fundamenta en dos principios. Por un lado, la democracia es el “ejercicio en hacer gobernable el espacio público que compartimos todos. Hablar de gobernabilidad democrática es redundante: la gobernabilidad proviene de la aceptación mayoritaria de la sociedad a los actos de autoridad, que se derivan de la legitimidad y de la legalidad del Estado”. Por otro lado, el gobierno sobre el espacio publico, implica  que “el pueblo elige y el pueblo juzga y no hay un juez más severo”. Pero el límite de la voluntad de la mayoría se encuentra contenido por cuanto la “democracia es la participación y el respeto a las minorías, a las que se les debe garantizar el derecho de convertirse en mayorías y gobernar: no olvidemos que el sufragio de las mayorías origina al gobierno, pero no es garantía de su buen desempeño”.

Ahondando en la significación de la cita de este autor, la participación del ciudadanazo en la democracia representativa, a través el voto como herramienta fundamental,  no podía ser de otra manera, ya que la representatividad  constituye el mecanismo  mediante el cual el sistema político agrega los intereses de las clases en pugna.

En el caso venezolano, la participación de los ciudadanos y las ciudadanas en la experiencia vivida durante la democracia representativa solo pudo ser canalizada mediante la figura de los partidos políticos tradicionales e instituciones intermedias como los Cabildos abiertos y las Juntas de vecinos, que estuvieron vigentes al inicio del siglo que discurre.

A finales de la década de los setenta, la participación de los ciudadanos y las ciudadanas sobre lo publico, con la avanzada neoliberal, toman otra orientación, el sufragio continuara siendo el instrumento de expresión política,  con el nacimiento del la COPRE, esta asume otra orientación, desde el enfoque neoliberal.

Desde la COPRE, se potencia el proceso de descentralización, con una visión y la autonomista y la transferencia de los mecanismos de participación de los ciudadanos y las ciudadanas desde el denominado Tercer sector[3], que comprende un conjunto de organizaciones sociales privadas que se encargarían de establecer el vínculo entre la sociedad y el Estado.

Es a partir de 1999, cunado comienza a producirse un quiebre no solo en la filosofía y el paradigma que organiza lo político y la política, tomando una nueva significación la categoría de participación es visibilizada en el papel protagónico del ciudadano y la ciudadana.

El cambio más significativo  se hace notar con la aprobación por votación popular la Constitución Bolivariana de la Republica de Venezuela, la cual marca el nacimiento del  constitucionalismo Bolivariano, donde la participación es el despliegue  del poder originario y la base de la soberanía.

En este contexto se habla de poder popular y enpoderamiento. Se re-sitúa la categoría pueblo con una enunciación dentro de un contexto socialista. Producto de este cambio se promueven formas de organizaciones sociales como los Comité de tierra, Mesas técnicas de agua y los Consejos comunales.

Este viaje teorético tangencial se hace con dos propósitos, Por un lado, exponen que la participación de los ciudadanos y las ciudadanas es una categoría insuficiente para abordar la categoría de participación de los trabajadores y las trabajadoras, y por otro lado, constatar que el grado de de desarrollo y madurez de la participación de los ciudadanos y ciudadanas constituyen una valiosa experiencia valiosa para elevar para la participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas publicas. O vista con una lupa contraria, como el desarrollo y calidad de la participación de los trabajadores y las trabajadoras duden potenciar la  participación de los ciudadanos y ciudadanas en el gobierno de lo publico, ya que amabas categorías son indicadores esenciales de la calidad de la democracia.

4.2.- El momento de la participación de los trabajadores y las trabajadas:
En tanto la categoría participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas, surge en las periferias y los vértices de las teorías jurídicas y politológicas liberales burguesas, al calor de las lucha de los obreros y obreras en procura de la conquista del poder político, las reivindicaciones socio-económicas y el tema de la democratización de los medios de producción en la sociedad capitalista. El marxismo duro y el marxismo abierto han realizado importantes contribuciones.

El ensayo socialista desarrollado en Europa del  Este, Asia y Amerita Latina realizado  importantes contribuciones a la categoría participación de los trabajadores en la dirección de las empresas públicas. Pero es durante el Gobierno de Salvador Allende en Chile en la década de los setenta, donde la participación de los trabajadores  y trabajadoras en las empresas ocupadas y nacionalizadas se transforma una categoría esencial para la construcción del socialismo por la vía democrática.

Obviamente, para el marxismo la participación de los trabajadores y las trabajadoras se ubica en un momento importante y fundamental en la lucha de clase, que expresa la contradicción entre el proceso de acumulación capitalista centrada en la propiedad privada de los medios de producción y el trabajo en su producción.

Es necesario destacar que mientras la participación de los ciudadanos y las ciudadanas ubica su área de actividad en relación a los distintos niveles del aparato público en sus tres niveles, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas públicas  define y desarrolla su estrategia en función de la propiedad de los medios de producción, sostén del modelo de acumulación del sistema-mundo-capitalista.

Por tanto, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas pública se aparentan con la necesidad del cambio estructural de la sociedad, aun cuando la corriente del reformismo social postula que la lucha de los trabajadores y las trabajadores debe estar orientada ha alcanzar mejoras reivindicativas mediante los procesos de reforma política.

Carlos Marx (2003: 33), en su análisis de la Comuna de Paris, ensayo del primer autogobierno de los obreros, ocurrida 18 de marzo al 28 de mayo de 1871 en Francia, señalaba, los comuneros debía su derrota a la escasa importancia dada por sus dirigentes al proceso de nacionalizar la banca y tomar/ocupar las nacientes fabricas, y asumir la vía legislativa como instrumento para aplastar la contrarrevolución.

Luís Gil de la Villa (1980: 657), puntualiza que el estudio de la participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas públicas, en su sentido más amplio abarca diversas modalidades. Distingue la participación activa cuando el trabajador o la trabajadora orientan sus acciones transformadoras desde una asociación. La participación integradora, cuando los trabajadores o la trabajadoras actúan en la sociedad motivado por valores comúnmente compartidos o propuesta por quienes ostentan el poder y finalmente distingue la participación ideológica para dar cuenta cuando la participación de los trabajadores y las trabajadoras se ciñen a una propuesta programática o plataforma política.

Otra ruta definitoria interesante de la categoría de participación de los trabajadores y las trabajadoras la aporta  Alexander Texeira de Freitas (2006), quien plantea que puede ser Directa, cuando el trabajador y la trabajadoras contribuyen o tienen la capacidad de influir en la toma de decisiones o asume funciones en la dirección de las empresas publicas. Indirecta, cuando los  trabajadores o trabajadoras representan a sus representantes no forman parte de la dirección de las empresas publicas, sino que su papel es la de realizar presiones para influir en las decisiones que afectan los intereses de los trabajadores y trabajadoras. A demás, puede ser, la participación solo en las decisiones estratégicas de las empresas publicas o también, la participación en  el reparto del poder dentro de las empresas con la posibilidad de incorporar sus intereses en la toma de decisiones de las empresas publicas.

Asimismo, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas publicas, para José Luís Delgado (1977: 66) la participación de los trabajadores y las trabajadoras pueden clasificarse de este modo: Unitaria cuando la representación de los trabajadores involucra a todos los trabajadores de la empresa pública, en este caso El Estado,  formalizada las funciones y reglamenta las funciones. En este caso, el número de representante se saca en proporción al porcentaje de trabajadores y trabajadoras que posee la empresa pública. Y plural cuando la participación de los trabajadores y trabajadoras establecen representación a través de organizaciones sindicales.

Una aproximación  radical para darle enunciación a la categoría la realiza Rob Lyon (2010) partiendo de la contradicción de los intereses de los trabajadores y las trabajadoras en relación con la propiedad de los medios de producción. Según este activista obrero, la participación pude  ser de confrontación cuando los intereses de los trabajadores y las trabajadoras entran en contradicción con el proceso de explotación y propugna un  cambio en las relaciones sociales de producción y sus acciones están orientadas hacia la conquista del poder político. De cohabitación se clase cuando por determinadas razones políticas y económicas la coyuntura histórica los obliga a actuar en un orden legal instituido.
Y finalmente de cooperación, cuando observa y tras evaluar que su papel en la producción y la distribución dentro de las empresas publicas pueden potenciar las transformaciones económicas y sociales que reivindique sus intereses como clase explotada.
Pero la participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas públicas solo se cristalizan y materializan en las manera como esta clase social se organiza para alcanzar sus objetivos sectoriales o programáticos.
Para las teorías de corte social reformadora, esta mediaciones de los trabajadores y trabajadores solo es posible por la conformación de sindicatos, el cual es una agrupación de trabajadores y trabajadoras que se agrupan orientados por intereses comunes.

En ese sentido, es necesario destacar, que partiendo del dilema urbe-ruralidad estos sindicatos pueden ser de sindicatos de fabricas para denotar el desarrollo industrial alcanzado en las urbes y, sindicato del campo para dar cuenta de la manera como se organizan los trabajadores y trabajadoras que realizan sus tarea teniendo como medio de producción esencial la tierra.

La tradición social reformadora de la participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas fue incorporada a la legislación venezolana en la constitución de 1961 y las Leyes orgánicas del trabajo y sus sucesivas formas parciales.

Siguiendo este orden de ideas, la Ley orgánica del trabado, publicado en la Gaceta Oficial Nº 5.152 Extraordinario de 19 de junio de 1997, señala en su Artículo 410,  que los sindicatos pueden ser de trabajadores; y de patronos. A demás en su Artículo 411, señala que los sindicatos de trabajadores, a su vez pueden ser: De empresa; profesionales; de industria; y sectoriales, ya sean de comercio, de agricultura o de cualquier otra rama de producción o de servicios.
La propia Ley en su  Artículo 39,  aclara que un trabajador o trabajadora es  la persona natural que realiza una labor de cualquier clase, por cuenta ajena y bajo la dependencia de otra.

Del mismo modo,  es su Artículo 49,  señala que patrono o empleador es la persona natural o jurídica que en nombre propio, ya sea por cuenta propia o ajena, tiene a su cargo una empresa, establecimiento, explotación o faena, de cualquier naturaleza o importancia, que ocupe trabajadores, sea cual fuere su número.
En el Artículo 412, que  entiende por  sindicatos de empresa los integrados por trabajadores de cualquier profesión u oficio que presten servicios en una misma empresa, incluyendo sus sucursales, ubicadas en distintas localidades y regiones.
En el Artículo 413, se definen los sindicatos profesionales los integrados por trabajadores de una misma profesión u oficio, o de profesiones u oficios similares o conexos, ya trabajen en una o en distintas empresas.
En el parágrafo único de la sección segunda del Título VII, concerniente al Derecho colectivo del trabajo que podrán constituir sindicatos profesionales las personas que desempeñen profesiones u oficios no dependientes.
En  referencia al Artículo 414, los sindicatos de industria serán  los integrados por trabajadores que presten sus servicios a varios patronos de una misma rama industrial, aun cuando desempeñen profesiones u oficios diferentes.
En su Artículo 415, se destaca que los sindicatos sectoriales son aquellos los integrados por trabajadores de varios patronos de una misma rama comercial, agrícola, de producción o de servicio, aun cuando desempeñen profesiones u oficios diferentes. Finalmente en cuanto el ámbito de su territorialización, en el Artículo 416,   se señala que los sindicatos podrán ser locales, estadales, regionales o nacionales.
Es necesario resaltar que en el caso de las empresas `publicas, el patrono lo constituye el Estado en expresión de su aparato público, quien realiza la coordinación de la sociedad, orientan la producción, la distribución y el consumo de los bienes y servicios que estas empresas aportan para satisfacer la demanda de la sociedad.
El quiebre histórico ocurrido en 1999, del cual ya se ha hecho mención, en la Ley Orgánica del trabajo de los trabajadores y trabajadores promulgada el 7 de mayo de 2012 por el presidente de la Republica,  no solo  rescata la libertada sindical y el papel del sindicato como parte de la democracia obrera en las empresas, sino que lo amplia al incorporar los Consejo de los trabajadores como instancia organizacional y de gestión de los trabajadores y las trabajadoras en su papel protagónico en las empresas publicas.

Como novedad la Ley orgánica del trabajo de los trabajadores y trabajadoras, al igual como esta plasmado con rango constitucional la revocación del mandato a los funcionarios públicos por elección popular, la dirigencia sindical podrá ser objeto de un proceso revocatorio. En esta Ley, se establece que los Consejos de los trabajadores y las trabajadoras deben regirse por una ley especial.

La participación de los trabajadores y las trabajadoras en las empresas públicas, organizados en sindicatos o Consejos de trabajadores y trabajadoras en relación a la propiedad de los medios de producción, se materializa a través de las estrategias del  Control obrero (total o parcial)  y cogestión.

Según Casiano Díaz Durán (2011) la categoría control obrero tiene sus antecedentes históricos en los planteamientos de Carlos Marx  y Federico Engels con  la elaboración del programa de lucha que les encomendara el II Congreso de la Liga de los Comunista en 1848,  posteriormente conocido como El Manifiesto del Partido Comunista, y en el cual se fundamenta de modo científico la misión histórica del proletariado como transformador revolucionario de la vieja sociedad, artífice del nuevo régimen y exponente de los intereses de todos los trabajadores.

Pero es  Vladímir Ilich Lenin en su obra,  “Las tesis de abril” (1997: 14-17) en la cual define magistralmente el papel de la clase obrera en la etapa de transición del capitalismo al socialismo. Al igual que Marx y Engels, considera en su tesis No. 4, que el papel de los obreros como sujeto histórico para el cambio social. Es esta tesis expone su idea fundamental del Poder obrero, condición necesaria de la construcción del socialismo.

En su tesis No. 8, aludiendo la Revolución rusa plantea: “Nuestra tarea inmediata no es solo la “implantación del Socialismo” (…),  “sino también la instauración del Control de la producción y distribución de los productos por los soviets”.

En esta tesis, Lenin plantea la necesidad que los medios de producción se encuentren bajo el control de los obreros  con la finalidad de revertir la propiedad de los medio de producción e iniciar de ese modo la transformación estructural socialista.

León Trotsky (1938:15) explica queLas tareas inmediatas del control obrero deben ser poner en claro el debe y el haber de la sociedad, empezando por las empresas individuales; dilucidar de qué parte de la renta nacional se apropian los capitalistas individuales y los explotadores en su conjunto; poner al descubierto los tráficos y estafas entre bastidores de los bancos y los trusts; finalmente, revelar a todos los miembros de la sociedad el desorbitado derroche de trabajo humano que resulta de la anarquía capitalista y de la pura y simple persecución del lucro” (…)  “Sólo los comités de fábrica pueden llevar a cabo un verdadero control de la producción, recurriendo como consejeros, no como “tecnócratas” a especialistas sinceramente entregados al pueblo: contables, estadísticos, ingenieros, científicos”

Agrega  León Trotsky (1938:17) “La ejecución de un plan económico, aun el más elemental desde el punto de vista de los explotados, no de los explotadores es imposible sin el control obrero, es decir, sin que la mirada de los obreros penetre en todos los resortes, visibles y escondidos, de la economía capitalista. Los comités representativos de las empresas individuales deben reunirse en conferencias para elegir los correspondientes comités de trusts, de ramas enteras de la industria, de regiones económicas y, finalmente, de la industria nacional en su conjunto. De este modo, el control obrero se convierte en escuela de economía planificada. Sobre la base de la experiencia del control, el proletariado se preparará para la administración directa de la industria nacionalizada cuando llegue el momento”.

Condensando la idea de Trotsky, se puede decir que el Control obrero, es la expropiación de la producción por parte de los obreros a la burguesía, previamente organizados y con un plan económico, cuyo centro es la nacionalización de los medios de producción y la eliminación de los sindicatos al servicio del capital.

A partir de estos referentes teóricos, se puede afirmar que el Control obrero forma parte del poder obrero y la democracias de la empresa publica socialista, mediante el cual los trabajadores y las trabajadoras asumen su papel de sujeto histórico de la transformación, enmarcado en un programa económico que haga posible el transito del capitalismo a las formas de relaciones sociales socialista, puestos al servicio de la sociedad toda.

La categoría cogestión, en su definición pragmática y etimológica  significa co-decisión con los trabajadores y las trabajadoras en las en la toma de decisiones en la gestión de las empresas.

 Para  Yoselyn Bermudez Abreu y Cesar Predes Espot (2006:304), la co-gestión comprende variados niveles, lo que hace complicado conceptualizarla y darle un sentido totalizador, por cuanto cada línea doctrinal se aproxima a su definición de acuerdo a sus premisas básicas.

Según Maria Bernardoni y otros (1999: 669)  la co-gestión remite a procesos tan variados y complejos, describe en directrices generales  a procesos de representación paritaria (co-gestión calificada)  o a la representación minoritaria (co-gestión simple) de los representantes de los trabajadores y las trabajadoras en los órganos de control o la administración de las empresas para su co- vigilancia o en los órganos de dirección para su co- dirección.

Partiendo de esta idea la co-gestión pu8de ser calificada cuando el número de los representantes de los trabajadores y las trabajadoras es equivalente al número de los representantes de los patronos o administradores. Y es co-gestión simple cuando el número de los trabajadores y trabajadoras es inferior al número de los representantes de los patrones o administradores.

En cambio para Ernesto Krotoschin (1972: 270) la co-gestión supone el proceso de integración de los órganos administrativos  y la fiscalización de las actividades de las empresas por parte de los representantes de los trabajadores y trabajadoras, que en calidad de co-directores, co-deliberan y co-deciden en todo lo que a la empresa se refiere, que pertenecen en sus competencias a los órganos de dirección.

Para redondear la idea, Angenpress (2005) plantea que la co-gestión remite al manejo compartido o presencia accionaría de los trabajadores y las trabajadoras en todos los procesos de las empresas. Por tanto la co-gestión abarca desde  gerencia y la apropiación de su producto por parte de quienes están involucrados con los procesos.

De igual modo, estos planteamientos son enriquecidos por  Antonio Perpiña (1991) para quien la co-gestión puede ser de distintos tipos dependiendo de la participación de los trabajadores y trabajadoras en los procesos de toma de decisiones. Se destaca entonces, que la participación co-gestionaría puede ser de información, expresada como el derecho que poseen los trabajadores y trabajadoras de poseer información sobre los procesos y asuntos de la empresa.  De consulta, que da cuenta de la posibilidad de los trabajadores y trabajadoras se contribuir con la empresa a través de sugerencia y consejos a los administradores. De veto a las decisiones que tomen los administradores que sean contrarias a las sugerencia realizada por los trabajadores y las trabajadoras. Y finalmente de co-decisión, siendo esta el mayor grado de desarrollo de la co-gestión, ya que corresponde a la representación de los trabajadores y trabajadoras disponer, resolver y concluir al igual que los administradores, seleccionar los procesos técnicos, económicos y sociales para alcanzar los objetivos que tiene la empresa por su naturaleza.

En ese sentido, se entiende por co-gestión un tipo de relaciones sociales de producción, basada en un proceso de corresponsabilidad entre los trabajadores /trabajadoras y los patronos/administradores en los procesos que desarrolla  en la gestión de una empresa, que no afecta la propiedad de la misma.

La propiedad que se alude, la propiedad de los medios de producción. El Diccionario marxista (1971)  definen como la propiedad de los medios de producción como: “Todos aquellos elementos que participan en el proceso productivo, a excepción de la fuerza de trabajo: el objeto sobre el cual se trabaja, los medios con que se trabaja y la actividad humana utilizada en el proceso”. 

4.3.- Acercamiento teórico a las empresas públicas:
En esta sesión no introduce al debate sobre la naturaleza jurídica de las empresas públicas, en cuanto son de naturaleza privada o publica por su constitución, ya que el autor considera ese debate superado por el devenir histórico y el grado de avance que en este campo se realizado en la ultima década.

En ese sentido dice Jesús Caballero Ortiz () “Cuando se hable de empresas públicas se prescinde de las formas jurídicas de constitución (organismos autónomos o sociedad); se hacer referencia fundamentalmente a la actividad económica que realiza, independientemente de su finalidad”.

También se consideran como empresas públicas, aquellas empresas donde el Estado posea mayoría accionaría, que participa en el mercado produciendo bienes y servicios, los cuales esta destinado a satisfacer las necesidades de la sociedad. Por su territorialización pueden ser empresas públicas nacionales, regionales y municipales.

Estas empresas públicas obedecen a tu tipo de racionalidad, insertada en un modelo económico instituido  y  a las medicaciones derivadas del sistema político donde operan, ambos proceso orientan el tipo de actividad económica, su relación con el Estado y el resto de la sociedad. Por tanto es fundamental abordarla como un tipo de relación social de producción, que se encuentra predeterminada por el modo de producción donde discurren sus actividades.

En estas  empresas públicas se produces procesos de gestión: organización, toma de decisiones, control y comunicación entre los diversos actores socio-políticos que intervienen en el proceso productivo, por tanto sus modelos de gestión obedecen a los fundamentos  teóricos que suele darle orientación y sentido a dichos procesos.

Las  empresas públicas mantienen permanentemente estrecha relación en su interior y con el resto de la sociedad, estas medicaciones pueden ser de los tipos económicos, políticos, sociales u ideológica-culturales.

Las mediaciones económica, las cuales comprenden conjunto de actividades que realiza el hombre, en relación con su naturaleza, a través  de su trabajo destinadas producir  bienes necesarios para su vida en sociedad. Estas relaciones por tanto, comprende todas aquellas relaciones que establecen los hombres entre sí y con la naturaleza que le permiten el uso racional  de los recursos de los que dispone, y que son escasos.

Mediaciones Políticas, la vida en sociedad impone a los hombres relacionarse para vivir en comunidad, este construyen explícita o implícitamente objetivos para esa vida social y múltiples medios para lograrlos. Son  relaciones que se establecen en orden a la determinación de los objetivos de la sociedad,   por otra elabora posibles dinámicas de  evaluación y reacomodo  de objetivos y medios, que se expresan como  relaciones políticas. Estas  relaciones abarcan todos los niveles de la vida individual y colectiva de los hombres. Siendo el medio por excelencia para  lograr  los objetivos sociales  el poder.

Y las mediaciones Ideológico-Culturales,  la más importante característica del ser social es su capacidad  y necesidad de representar al mundo a través de ideas y de producir procesos culturales, es decir, representaciones  recrean un mundo material, a través  de ser significaciones  y comunicarlo en forma simbólica. Este  comprende el conjunto de ideas, representaciones sociales, actitudes y modos de orientación  ante el mundo, la sociedad, el hombre, la política, la economía. Del mismo modo abarca  el conjunto de normas y leyes destinadas darle sentido a la vida  sociedad. Las  relaciones ideológico-culturales sirven para identificar a un grupo, para cohesionarlo y vincular profundamente a sus miembros en torno a un mundo de vida.

Estas mediaciones se vinculan con la gestión y los modelos que siguen las empresas públicas en un contexto económico, político, social y cultural determinado, entramado social que depende del modo de producción social donde pervive, ya sea capitalista o socialista.

Haydee Ochoa H. (1995: 125-149) distingue dos modelos de gestión aplicados en las empresas públicas venezolanas a partir de la institucionalización del sistema político de conciliación de intereses, bases de la democracia representativa establecida a partir de 1958: el modelo burocrático populista y el tecnocrático.

El modelo burocrático populista coincide con la institucionalización de la democracia representativa y la implementación del modelo de sustitución de importaciones, el cual implico un vigoroso proceso de nacimiento y consolidación de empresas públicas, para potenciar el proceso de acumulación basado en la actividad petrolera.

Según Haydee Ochoa (1997: 76) el modelo burocrático populista se caracteriza por proceso de cohabitación de clase, una distribución del producto derivado de la renta petrolera y un elevado gasto social orientado a la construcción de las necesidades del modelo de desarrollo instituido. El modelo burocrático populista agrega lo intereses de las distintas clases sociales por la mediación de los Partidos políticos tradicionales frente al Estado.
Según la autora (1997: 76), las características fundamentales  del modelo burocrático populista  son:
- Una política de gasto social sostenido orientado a la redistribución de la riqueza, con la finalidad se sentar las bases y las condiciones para el proceso de acumulación.
- Satisfacción de las demandas de las distintas clases sociales con la finalidad que no utilicen su poder social contra la naciente democracia representativa.
- Una escasa atención a los costos y a los criterios de dirección dándole primacía a los propósitos y no a la eficacia.
- La socialización de un discurso  orientado a la creación de expectativas de igualitarismo, bienestar social, justicia y libertad.
- Tendencia y apego a la norma, basada en la representación carismática.
Papel preponderante de los partidos políticos tradicionales en los diversos procesos de mediación.
- Finalmente, la presencia de un Estado fuerte, que interviene en las distintas actividades del la economía.

A principio de los ochenta el modelo burocrático populista comienza a mostrar señales  de crisis producto del agotamiento del modelo de sustitución y el rumbo que  tomando por el proceso de acumulación internacional. Esta crisis que afecto el proceso de consolidación de las empresas publicas, significo también un proceso de desaceleración y cambio de timón, privilegiando al sector privado.

El agotamiento del modelo burocrático populista, significo la paulatina instauración del modelo tecnocrático, producto de la apertura de la economía al modelo neoliberal, el cual postula una disminución del  Estado, reducción del gasto social, medidas de corte monetarista, privilegio a la iniciativa privada (privatizaciones) y flexibilización de las regulaciones  laborales.

Del mismo, el modelo tecnocrático se nutre del pensamiento económico liberal,   descentralizad, eficienticismo, el mercado, la competencia y de reforma del Estado iniciados.

El actor socio-político fundamental del modelo tecnocrático lo constituye el tecnócrata, el cual se eleva sobre el resto de la sociedad, y realiza los procesos de gestión vertical orientada por proceso y objetivos.

En el ámbito de las empresas públicas este modelo de gestión ha germinado como tecnocracia publica. El rasgo fundamental según Haydee Ochoa (1997: 74), es que su racionalidad so se expresa en la búsqueda de una mayor rentabilidad como el  sector privado, sino alternativas que favorezca el crecimiento económico, al cual se subordina el bienestar social.

El modelo tecnocrático en las empresas públicas, el advenimiento del discurso con procesos de eficiencia, gerencia, calidad total, reingeniería, competencia, ventajas comparativas, tercerización, Estado mínimo, ciudadanía, gobernanza moderna, buen gobierno y tercer sector.

La aplicación del modelo tecnocrático vino aparejada con un desmontaje de la expansión de la actividad empresarial del Estado, a través de un fuerte proceso de privatización de las empresas publicas.

En al ámbito relacionados con los trabajadores y trabajadoras, el modelo teocrático aboga por la reducción de su numero y formas de contratación flexibles periféricas que no generen compromisos compensatorios para las empresas públicas.

 CAPITULO II.

5.-  ESTUDIO DE LA REALIDAD CONCRETA.

5.1.- El capitalismo rentista petrolero venezolano como reflejo del sistema-mundo capitalista:
El desarrollo de la formación histórica del capitalismo venezolano se encuentra vinculado a dos procesos estructurales simultáneo que permitieron la configuración de la sociedad moderna de cara a un sistema-mundo-capitalista internacional.

Según  Immanuel Wallerstein (1984: 69) el sistema-mundo-capitalista al contrario de los otros sistema-mundo, ha logrado totalizar y racionalizar las relaciones sociales modelada por las estructuras económicas instituidas. La explicación que arguye el autor, es que  “Es una entidad económica pero no política, al contrario de los imperios, las ciudades-Estado y las naciones-Estado. De hecho, precisamente comprende dentro de sus límites (es difícil hablar de fronteras) imperios, ciudades-Estado, y las emergentes <<naciones-Estado>>. Es un sistema <<mundial>>, no porque incluya la totalidad del mundo, sino porque es mayor que cualquier unidad política jurídicamente definida. Y es una <<economía-mundo>> debido a que el vínculo básico entre las partes del sistema es económico”.

Agrega Immanuel Wallerstein (1984:71) En ese sentido el orden social que nace, configura las otras las dimensiones políticas, jurídicas y sociales, tanto que existe una dinámica histórica  dialéctica  del cambio inevitable, en virtud que “las estructuras económicas son los arrecifes de coral de las relaciones humanas, que tienen una existencia estable durante un período relativamente largo de tiempo. Pero las estructuras también nacen, se desarrollan y mueren”.

Los sistemas-mundo que mueren son aquellos que no pudieron asumir los grandes cambios que ocasionó la Revolución industrial, con el emplazamiento de una nueva racionalidad económica, caracterizada por el nacimiento de la fábrica y la salarización del trabajo, en un contexto de urbanización de la vida. Este proceso disloco las viejas tradiciones comunitarias y colectivistas de los sistemas-mundos que antecedieron a la formación histórico-social capitalista.
Carlos Marx plantea (1978:43.)  La razón para justificar la totalización del orden social es “el dinero transformado en mercancía se apodera del alma humana (practicas sociales) y la tiraniza como un demonio. El dinero es el que compra a los hombres y el trabajo de éstos”. Es un sistema de esta naturaleza es escasamente  para el desarrollo de relaciones sociales propicias para un trabajo productivo en sintonía con el crecimiento personal y colectivo.

Carlos Marx, (1978:67.)  agrega “La fuerza-trabajo, productora de las mercancías, se cambia y se compra como otra mercancía cualquiera y obedece a las mismas leyes del mercado, olvidando que detrás de ellas hay un hombre, con su familia: el proletario. Este proletario es libre, pero si no vende su trabajo se muere de hambre. Vende su capacidad de trabajo, pero ésta es una cualidad personal, y no se puede vender aisladamente; por esto una vez hecho el contrato entre capitalista y trabajador, éste, con toda su personalidad y sus necesidades, pasa a manos del otro”

Venezuela en el contexto del sistema-mundo-capitalista se configura como sociedad por la dialéctica histórica centro-periferia, pero esta dinámica se desarrolla con mayor vigor por la presencia de la riqueza petrolera y la prefiguración de un tipo de sociedad modelada desde las elites sintonizadas con el proyecto modernizador del sistema-mundo-capitalista.Por otro lado, se destaca que el nacimiento del sistema político venezolano, que toma forma con el Estado liberal burgués, implica condiciones necesarias para la formalización y legitimación de las relaciones sociales capitalista, apoyada con los recursos provenientes de la actividad petrolera, que dada el devenir de la economía se ha transformado en el potencial energético del industrialismo capitalista.

Un teórico del orden capitalista como  Alvin Toffler (1998:32.) explica el despliegue del capitalismo, este se produce a partir de tres olas,  que por razones de tiempo y espacio se hará  un viaje tangencial por la segunda ola, solo para justificar la tesis que se mantiene en el trabajo

Expone Alvin Toffler (1998:53), la sociedad ha transitado por una ola modernizadora del industrialismo, que ubica entre los años 1650-1750, con la Revolución industrial. La revolución no sólo ha mimetizado la forma de producir bienes, sino la organización del mundo. El desarrollo de  tecnologías concretas  en gigantescas máquinas ha reemplazaron el trabajo manual, individualizando, segmentando y especializando el trabajo en las fábricas, sobre la cual gravita la vida urbana,  “apareciendo  una  <<cuña invisible>> en la sociedad, que la divide entre productores y consumidores. Enormes factorías se dedican a fabricar bienes para consumidores inconscientes de su mecanismo de obtención”.

En ese sentido, el modo de producción capitalista impuesto y derramado sobre  las viejas estructuras económicas se impusieron fuertemente a través de los modelos de desarrollo  económicos que han prefigurado la sociedad en el siglo pasado y el siglo que transcurre. 

Un modelo de desarrollo económico hace referencia a un complejo proceso teórico-practico cuya finalidad es organizar la actividad económica para darle sentido de acuerdo a objetivos.  Los modelos económicos suelen dar explicación y sentido a la economía de un país en los aspectos básicos: Da cuenta la economía política, comprendida como  aquel proceso  organizado por un gobierno para orientar la actividad económica, con la finalidad de  armonizar las actividades  las empresas y  los actores la sociedad para construir legitimidad y gobernabilidad

En relación a su naturaleza paradigmática, los  modelos de desarrollo económicos pueden clasificarse: a) modelo de economía dirigido (el Estado interviene con la intención de regular la actividad económica), b)  modelo neo liberal  y c) el modelo mixto (que combina aspectos de la economía dirigida y elementos del mercado).

Para Brito García (1998:55),  Venezuela como formación socio-histórico en su desarrollo ha transitado por los modelos económicos: económico agro exportado, modelo minero primario exportado, modelo rentista/desarrollista,  modelo económico neo – liberal y el modelo mixto.

El económico agro exportador, se establece con la conquista, las relaciones de   coloniaje español, el cual  estaba orientado a la satisfacción de los  requerimientos económicos de la metrópolis, las  exportaciones de productos agrícolas, facilitaron  la consolidación del poderío económico y político, además contribuyo a la formación social de la colonia, privilegiando a las elites peninsulares.

Para  1917, el modelo económico fue transformando, dando inicio al modelo minero primario exportador, que comienza a un proceso de adecuación a los recientes descubrimientos de yacimientos petroleros en el territorio nacional. La dualidad económica de Venezuela finalmente es resuelta hacia el modelo minero primario exportados en los años de1920 y 1921, cuando se  produce la crisis de los precios del café, cacao, etc., afectando singularmente los debilitados  modelos tradicionales existentes.

A esto se suma, la crisis de los años treinta, la cual  afectó significativamente a  la economía venezolana, ya que la depresión del dólar en los Estados Unidos de América, y la devaluación  del dólar terminó deprimiendo los mercados  de la actividad  agraria del país.

Finalmente, el modelo minero primario exportador, dado la demanda del mercado mundial se oriento  la exportación de carbón, bauxita, cromo, asbesto y azufre entre otros, combinada con la naciente  exportación petrolera.

En este contexto dada la condición de ruralidad del país, el trabajador asalariado se presenta como nichos incipientes en estructuras productivas precapitalista, por tanto carecen de la fuerza y la organización suficiente para conformar un basto movimiento que aglutine sus interese de clase explotada. A esto se suma la gran represión realizada contra ellos por el gobierno, bajo la consigna positivista “Orden y progreso”.

Estos modelos de desarrollo económico, permitieron darle orientación al tipo de Estado necesario para fortalecer el proceso de acumulación del capitalismo, de cara a una economía que dependía exclusivamente del la actividad petrolera.

La institucionalidad surgida de este proceso,  facilitó la edificación del anclaje  para darle orientación y ejecución a las políticas publicas de cara a al tipo de sociedad que postulaban. Estas políticas públicas fueron utilizadas para sentar las bases de las estructuras sociopolíticas, mediaciones y lealtades, bases del consenso de convivencia. El naciente del Estado comienza a jugar un papel fundamental en las dimisiones económicas, políticas, sociales y culturales.

A partir de la década de los cincuenta, se institucionalizan en Venezuela, finalmente los modelos económicos que marcaran la fisonomía de la sociedad moderna, estos modelos económicos estarán vinculado al contexto internacional y el proceso de acumulación capitalista, los modelos de aplicados  fueron: el modelo económico desarrollista basado en la sustitución importaciones, el neoliberal y  el modelo de desarrollo económico de orientación socialista.

5.2.- EL DESARROLLISMO: PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS:

5.2.1.- 1958-1974: Modelo económico sustitución de importaciones:

El modelo económico desarrollista, comienza aplicarse tardíamente en Venezuela, con respecto a otros países como Argentina, Brasil o Paraguay que tuvieron procesos de industrialización temprana. La razón que explica la industrialización tardía venezolana, se debe a que  vino aparejado con el nacimiento de la industria petrolera, la cual sentó las bases para del capitalismo. Pero a demás, dicho proceso fue consecuencia de las restricciones comerciales impuesta por la Segunda Guerra Mundial.

El impulso del desarrollismo surge con el esfuerzo  de la CEPAL, conocido en el campo intelectual como la teoría estructuralista. Raúl Prebisch (1951: 33-52) señala que existe una lógica económica caracterizada por una relación centro-periferia, en la cual se produce un deterioro de los términos de intercambio que inevitablemente favorece a los países centros y esto produce el subdesarrollo.

La CEPAL, planteaba que para superar la relación de desigual centro-periferia se requería un proceso de industrialización sustitutiva de importaciones deliberado y planificado desde arriba para vencer los rezagos de las estructuras y las prácticas sociales tradicionales que impedían el desarrollo.

Según R.L.Ground (1988:102): “Las tres principales justificaciones para la industrialización sustitutiva se plantearon en la primera formulación de la CEPAL, se planteaba que la restricción externa al crecimiento se atribuía al desmejoramiento  de la relación de intercambio para los productos primarios y a las barreras de acceso al mercado para las manufacturas, que necesitaban una fuente interna de crecimiento. Segundo, se advirtió la necesidad social de aumentar rápidamente el empleo para absorber la fuerza de trabajo creciente y ofrecer mejores oportunidades a la fuerza de trabajo subempleada de la agricultura campesina, que los sectores primarios de exportación no podían lograr. Tercero, la industrialización bajo la dirección del Estado fue vista como la única forma de generar rápidamente progreso tecnológico, porque los beneficios de un aumento de la productividad en el sector primario de exportación serían percibidos por los importadores y no por los exportadores. En términos analíticos, este modelo era la consecuencia lógica de modificar tres supuestos básicos del modelo neoclásico de comercio típico: que un país enfrenta una demanda infinitamente elástica de sus exportaciones a un nivel de precios mundiales dado; que hay pleno empleo y movilidad del capital y del trabajo; y que no hay externalidades significativas provenientes de la inversión”.

Complementando la idea,  R.L.Ground (1988:133) La teoría de la CEPAL  demandaba la necesidad del papel protagónico del Estado como promotor del desarrollo y del fomento de la industria para el modelo de sustitución de importaciones.

El proceso de industrialización tendrá dos momentos estelares.
Aun cuando el modelo de sustitución de importaciones se inicia tibiamente durante con Isaías Medina Angarita, el gran impulsado es dado desde el trienio de Acción democrática, donde el esfuerzo se orienta a la promoción de una industrialización no petrolera, pero utilizando la riqueza que este comienza a introducir al país.

Desde el punto de vista de la actuación del Estado, comienza a instrumentarse un importante viraje en la concepción del Estado, el Estado liberal cuya finalidad era garantizar la paz social y darle garantía a las inversiones del capital transnacional, va dando paso a un nuevo Estado con mayor y mas amplias competencias.

Con estos procesos socio-históricos va tomando cuerpo el Estado interventor y proveedor de servicios. Para Claus Off (1990:18.) El Estado de bienestar “organizado por los mecánicos de poder y coacción política y administrativa, se interpreta como un grupo multi-funcional y heterogéneo de instituciones políticas administrativas, cuyo objetivo es manejar las estructuras de socialización y la economía capitalista”.

En ese sentido, Claus Off (1990:117) profundiza el análisis, no solo reconoce el Estado en tanto benefactor y proveedor de servicios  sino que le asigna la tarea de mediación ante las crisis, producto de los procesos de socialización  y la acumulación de capital.

Pera este autor, el Estado juega fundamental para conjurar la crisis entre la socialización y el capital, necesita  un espacio de conciliación de los intereses de las clases en pugna.

Complementando esta perspectiva Nico Poulantza  (1968: 33-60.), agregaría que el Estado es el espacio  de conciliación de los intereses de de clases, siendo sus instrumentos la política y lo político. Lo político remite al campo de la superestructura jurídica-político del Estado, y el campo la política es  el escenario de la lucha de clase. Por tanto el Estado de bienestar también es el espacio para el consenso y acuerdo de las clases con capacidad económica y de movilización social en procura de sus demandas sectoriales.


El intervensionismo del estatal permitió la consolidación del Estado de bienestar, una fenómeno que garantizo la orientación económica y sentó las bases para la convivencia de las clases sociales, producto de la acumulación capitalista apoyado con la renta petrolera. Las áreas de intervención de Estado abarcan la producción y  distribución de bienes y servicios. Ramas de la economía nacional como el comercio y servicios, industria, construcción, turismo, financiero, agrícola, pecuario, minería, energético, transporte, telecomunicaciones y medios de comunicación.

  5.2.2.- 1958-1974: Las empresas públicas en el modelo de sustitución de importaciones.

En este contexto, las empresas públicas, extensión de los aparatos del  Estado,  constituyeron un factor importante en la construcción de las estructuras económicas y sociales necesarias para motorizar el proceso de acumulación capitalista, ocupándose de áreas de la producción de bienes y servicios que por su elevado grado  de inversión y poca tasa de retorno no era atractiva a la naciente burguesía nacional.


Según Ronald  Balza Guanipa (2007). Los antecedentes de las empresas publicas venezolanas, se produce con la fundación de tres bancos públicos: Banco Agrícola y Pecuario  creado el 13 de junio de 1928, el 30 de ese mismo mes se crea el Banco Obrero adscrito Ministerio de Fomento cuya finalidad era proveer de viviendas a los trabajadores con sede en Maracay,  luego traslada en 1936 a Caracas y el Banco  Industrial de Venezuela creado en  1937 con el objetivo de financiar e impulsar el desarrollo industrial del país. Es Eleazar López Contreras quien se encargaría de la modernización de la banca con la creación del Banco Central de Venezuela y una ley de bancos que logró la creación de la superintendencia de Bancos  y el Consejo Bancario Nacional el 8 de septiembre de 1939 con la finalidad de regular la circulación monetaria y el crédito para evitar fluctuaciones de gran escala en el circulante. Además tendría como función principal regular y vigilar el comercio de oro y divisas. El Banco Central de Venezuela comienza sus actividades en 1940 y sus operaciones el 1 de enero de 1941”.  
Con el retorno a la democracia luego de una década de dictadura, se produce un replaneo del Estado en la economía. Ronald Balza Guanipa (2007) agrega: “En los primeros años de la democracia se tomaron importantes decisiones. Se anunció que no se renovarían las concesiones petroleras, de modo que al vencerse retornarían al Estado, sin que ello significara obligaciones para con las petroleras.
Se crearon la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP) y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), la primera para encargarse del negocio petrolero y la segunda para promover el desarrollo industrial del sur del país, aprovechando las riquezas minerales de la zona y su potencial hidroeléctrico. Se iniciaron inversiones públicas para constituir la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE) y la primera etapa de la represa del Guri. Se continuó el procedimiento de compra de empresas telefónicas privadas iniciado en 1953, y que concluyó en 1973, quedando la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV) a cargo de la administración pública”.

El autor,  afirma que en este momento histórico comienza a tomar fuerza el proceso de nacimiento y consolidación de las empresas públicas modernas venezolanas con la finalidad de fortalecer el viraje y el rumbo tomado por  el proceso de acumulación capitalista.

Según Enrique Vitoria V. (1982) El alcance de este plan de inversión a gran escala se puede visualizar con la Cooperación Venezolana de Guayana, realizado en la décadas de los setenta: CVG- Electrificación del Caroní (1663)  Industria Venezolana del Aluminio, CA (Venelum/ 1973), Filsiven, Metalmeg, la  Financiera y Atlántica, Fabrica Nacional de tractores y Motores.

Como complemento En 1971 es creado el Instituto nacional de Canalizaciones con la finalidad de encargarse de los dragados de los Terminales Petroleros en los Estados: Zulia, Falcón, Monagas y Anzoátegui, orientado a construir una infraestructura para la actividad petrolera y el desembarco de mercancía proveniente desde diversos puntos del país y el resto del mundo.

La inversión por parte del Estado para la creación de Empresas publicas se planteó como objetivo fundamental del nuevo modelo de acumulación capitalista distinto al agro primario exportador y el minero primario, lo cual favorecía el nacimiento de una burguesía nacional y  para la capitalización por parte del Estado para generar un proceso re-distributivo de la renta petrolera. Esta re-distribución implicaba la creación de empresas publicas orientadas hacia la producción, distribución y generando nuevos modos de consumo con la finalidad de impulsar el ahorro interno y la inversión.

Para Haydee Ochoa H. (1995:57-77) el nacimiento y expansión de las empresas públicas venezolanas, sentaron las bases para el proceso de acumulación capitalista moderno y radicalizado, ya que el proceso fue orientado a la construcción de un panorama productivo y de servicios necesarios para la institucionalización del modo de producción capitalista en su versión rentista petrolero. Se trata entonces de una estrategia en marcha para capitalizar el sector privado, renuente a realizar inversiones cuyas ganancias implicaban horizontes temporales de largo alcance.

El proceso de industrialización y el emergente nacimiento de las empresas públicas produjeron un cambio sustantivo no solo en la economía, sino que remodificó la relación capital-trabajo, potenciado por el nacimiento de un nuevo tipo de trabajador, consolidado por la industrialización y la urbanización de la sociedad venezolana. Condiciones necesarias para el sujeto asalariado o trabajador.

En este contexto de nacimiento de las empresas publicas, caracterizado por la aplicación  del modelo burocrático populista en su primera fase, la participación de los trabajadores y trabajadoras se realiza por mediación del movimiento sindical, para cual la constitución de 1961 había abonado importante terreno garantizando la libertad sindical.

Desde el punto de vista de la lógica de la racionalidad de estas empresas publicas, se destaca que su proceso de gobierno, dado que nacieron desde la iniciativa del Estado, permitió ir sentado las bases del modelo burocrático populista, que reproducía el patrón de conciliación de intereses que ha gran escala  caracterizaba el modelo de la democracia representativa.

En ese sentido, acota Lilia Pereira y otros (2008)  citando a Ochoa (1996), que el modelo burocrático populista se caracteriza por “denotar la conducción del aparato público basada en la colaboración de clases a través del gasto público para el logro de los objetivos”.

No obstante, la mediación trabajador-empresas publicas se cristalizaba con la articulación del movimiento sindical, mayoritariamente en manos de Accion Democrática, dado el proceso de des-posicionamiento del sector por parte de la izquierda cuando obligado por la coyuntura política seleccionó la lucha armada como repuesta a las contradicciones que la sociedad venezolana presentaba producto de las relaciones sociales capitalista.

5.2.3.- 1975-1979: El  <<boom >>petrolero. Empresas públicas:

El primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, se inaugura con una enorme ventaja económica. Producto la  Guerra de Yom Kipur, aunado al proceso de la nacionalización del hierro el 1 de enero de 1975[4]  y  la posterior nacionalización de la industria petrolera, el 1 de enero de 1976,   durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, sumado la decisión de la OPEP, el  27 de septiembre, en Viena,  la cual resuelve un aumento del 10% en los precios del petróleo y la congelación de los mismos por 9 meses, esta resolución, decisión que  contó con la decisiva intervención de Venezuela, panorama económico  sufre un importante impulso por el <<boom petrolero>>, con el cual llegaron al país una importante cantidad de divisas que serian utilizadas para la radicalización del plan de inversiones del gobierno nacional.

Producto de esta coyuntura es diseñado  y hecho público, el  9 de marzo  el V Plan de la Nación y el  26 de agosto 11976, la Ley de Crédito Público que autoriza al Ejecutivo nacional  para contratar créditos por Bs. 31.000.000.000. Finalmente ese mismo año, el 23 de noviembre, se aprueba la Ley Orgánica de Presupuesto para el año 1977 por un monto de Bs. 35.836.000.000. El 22 de diciembre 1978, el Congreso Nacional sanciona la Ley de Presupuesto del año 1978 por un monto de Bs. 44.479.000.000.

Estos recursos son necesarios para emprender la segunda fase del proceso de industrialización, para ello el  22 de marzo de 1978, el Ejecutivo Nacional mediante decreto prohíbe la importación de 500 productos industriales y extienden las medidas proteccionistas como estaba previsto en el Pacto de San José. El Pacto de José, como instrumento de integración de la región, creaba regimenes especiales de protección para los productos y servicios generados por las economías de los países firmantes.
El plan de inversión, complemento el proyecto de la CVG, para ello, fue creado  CVG- Ferrominera del Orinoco (1 de enero de 1975), CVG-Siderúrgica del Orinoco (Sidor/1975), Bauxita Venezolana, CA. (Bauxiven/1979), Interamericana de Alumina, CA (Interalumina/1979).

Estas inversiones según Gumersindo Rodríguez, citado por Balza Guanipa(2007), Ministro del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, acotaba: al nacionalizar el hierro y el petróleo “no sólo se aseguró mayor control de la sociedad sobre los beneficios del capital, sino que permitió garantizar recursos financieros para ampliar la escala y calidad del patrimonio público en las alturas dirigentes de la economía”. La finalidad de esta política de inversión  fue dirigida a potenciar áreas como petróleo y gas, aluminio y acero, electricidad y agua, petroquímica y cemento, transporte marítimo y aéreo.

5.2.4.- 1959-1979: un nuevo sujeto histórico: participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas.

Brito García (1998:58) puntualiza: En el caso venezolano el nacimiento de los trabajadores como clase social se encuentra estrechamente vinculado al rentismo petrolero, del mismo modo que la conformación de la burguesía fue un proceso lento y tardía, que necesito una fuerte alianza con las elites políticas que dirigían el país.

Este proceso tardío del nacimiento del trabajador y la trabajadora moderna, según  Bori Koval (1985:25.26) “obedeció al proceso de conversión que sucedido por el proceso de acumulación capitalista por la presencia del petróleo, por la poca herencia que dejado por el modelo económico precapitalista y a la escasa presencia del movimiento obrero internacional, quienes  habían logrado establecer importantes cuadros en otros países del continente”.

En ese sentido, la relación de los trabajadores con el Estado se desarrolla en  confrontación en procura de la conquista de las reivindicaciones económicas y sociales, impulsada desde la corriente de pensamiento socialdemócrata en su primera fase. Luego se inaugura un proceso de cohabitación formalizada por parte de la CTV de las elites sindicales con la tecnocracia políticas que dirigían el gobierno.

Este acuerdo de cohabitación y colaboración de clase, es concreto con el pacto de Punto fijo, desplegado con los acuerdos posteriores con los empresarios, la iglesia, el sector militar y los trabajadores. Dado el sistema político, basado en una democracia representativa, centrada en el reparto del poder entre los partidos políticos Acción democrática y COPEI, para garantizar la convivencias se ejecuta la propuesta desde Washington, se instrumentaliza la firma del Pacto de Punto Fijo, un acuerdo entre las elites que se comprometían a no darle uso a su poder social de esos sectores de la sociedad  para debilitar la incipiente democracia representativa.

A partir de allí, la política pública de participación de los trabajadores se formaliza en la constitución de 1961 y la sucesiva tradición laboral venezolana. La forma que asume la participación es a través de las asociaciones sindicales, que tomas el carácter reivindicativo, y pulverizando la idea marxista de la conquista del poder político, consigna primordial del movimiento sindical internacional.

Obedeciendo a esto, la constitución de 1961, le da rango jurídico a la liberta de asociación sindical. La libertad sindical que legitima el derecho de los trabajadores y trabajadoras, y empleadores a organizarse  para la defensa y promoción de sus intereses económicos y sociales.

Lo que indica que se instaló una tradición jurídica laboral conservadora, que facilitó el proceso de acumulación capitalista. Esta tradición establece una bifurcación entre los derechos individuales y los derechos colectivos. La tradición conservadora, contribuye a la remunera al capital y no al trabajo, cuando los trabajadores y trabajadoras capitulan sin residencia cuando abandona la propiedad de la plusvalía.

Según Carlos Marx (1975:122), relación a esta  categoría señala que el trabajo no pagado del trabajador asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo[i], el cual es  apropia  el capitalista. La plusvalía expresa la forma capitalista de explotación, donde el plus-producto adquiere la forma de plusvalía.

Aclara Carlos Marx (1975:129), luego de descubrir la esencia de la categoría económica de la mercancía fuerza de trabajo, dio resolución a un problema que no pudo y no quiso  resolver   la economía clásica. Este en su estudio del capitalismo, indica que   origen a la plusvalía,  da cuenta de la naturaleza de la explotación capitalista, oculta/opaca tras  la fetichización del trabajo como mercancía.  El modo de producción capitalista, al organizar la producción, invierte una determinada suma de dinero para adquirir medios de producción y para comprar fuerza de trabajo para obtener un excedente de valor sobre la cantidad e dinero inicial anticipada, cuyo resultado es  obtener plusvalía. La plusvalía se incrementa cuando se incorpora el factor tecnológico que aumenta la productividad del trabajo e incremente la ganancia.

Al respecto dice Demetrio Boesrner (2007) que se construyó el marco político para un proceso de modernizaron en todas las esferas de la vida política, económica, social y cultural. En el ámbito ideológico y programático se impuso el discurso ideológico de Acción democrática, quien mantuvo una actitud social-reformista. Esta actitud se ratifico con su incorporaron a la Internacional Socialista a finales de la década de los sesenta.

Esta tradición social-reformista se ratifica en la sucesiva ley del trabajo en Venezuela a partir de 1946, en sus sucesivas reformas. En la mencionada tradición jurídica, la participación de los trabajadores y trabajadoras se encuentra modulado en dos aspectos:

Primero, la participación remite a la posibilidad de asociación a los sindicatos, que constituye el mecanismo de mediación entre los trabajadores y las trabajadoras y los patronos. Estos sindicatos funcionaba como extensión de los partidos políticos.

Por otro lado, da cuenta del tema de la representación, la mediación que se lleva a cabo por una cúpula sindical que gozaba de muchas prerrogativas, con marcados vínculos con los partidos tradicionales y con los intereses de la burguesía nacional. El sindicato reproduce el tipo de relación utilitaria que se produce a gran escala en el sistema político de conciliación de intereses. No obstante a pesar de la lucha de los trabajadores por su reivindicaciones, el tema de la participación de los trabajadores en las empresas publicas se produce en un clima de colaboración de clases, se concretiza con la Ley de Representación de los trabajadores en los directorios de las empresas del Estado, los institutos autónomos y los organismos del desarrollo económico con fecha 11 de julio de 1966, reformada  el 23 de diciembre de 1969 y reglamentada en 1875.

En esta ley, según refiere Héctor Lucena  (2010:23-24) la representación de los trabajadores estuvo restringida a los directorios de las empresas del Estado, institutos autónomos y organismos de desarrollo económico o social del sector público. “Se observa la representación mayoritaria del ejecutivo, en algunos casos del Poder Legislativo, también empresarios privados, de los usuarios, de las comunidades. Se trata de una representación del colectivo laboral, con su diversidad de categorías y calificaciones, pero en todo caso de asalariados al servicio de la entidad pública correspondiente”.


Héctor Lucena (2010: 33) añade: “En la primera etapa, el liderazgo del movimiento sindical brindó una suerte de premio o reconocimiento a sus líderes y aliados, al nombrarlos para que ejercieran la representación laboral. Se careció de un plan estratégico en el cual se enmarcara el ejercicio de esta representación. Por otro lado al estar desvinculado de las bases, tanto el nombramiento como su ejercicio, obviamente no lo sintieron los trabajadores como una representación propia; se puede más bien decir que contribuyó a la burocratización del sindicalismo en sus más altas esferas”.  Las experiencias de participación que destacan en el marco de esta ley se desarrollaron en las Empresas de Guayana CADAFE y el  Seguro social.

Es fundamental, aclarar que la formulación y ejecución de las políticas publicas de participación de los trabajadores y las trabajadoras,  en reste periodo se caracterizaron por ser de carácter asistencialista y universalista, fundamento para la mediación del sistema  de conciliación de los intereses de clase, y por cuanto el fundamento del modelo de sustitución de importaciones a través de la industrialización observaba en las desigualdades un factor de rezago estructural  para el desarrollo y el logro de las metas  del esfuerzo de inversión.

Se afirma entonces, que el modelo burocrático populista al igual que para las políticas pública, funcionó para le aparato empresarial del Estado, con la finalidad  garantizar la legitimidad y la gobernabilidad, apoyado en la renta  petrolera que financiaba el gasto, como base de la paz social.

5.3.- 1975-1989: MODELO NEOLIBERAL: PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LAS EMPRESAS PÚBLICAS.

5.3.1.- Crisis del modelo desarrollista:
A finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, el modelo desarrollista comienza a dar señales de agotamiento. La crisis fue potenciada desde la lógica interna de la economía y por las características que estaba tomando el sistema-mundo-capitalista.
Para Simón Molinas Duarte (2001) estas fallas serian: “ a) Las industrias que nacieron bajo este proceso no contribuyeron significativamente a la diversificación y aumento del ingreso de divisas, b) la falta de competitividad externa no les permitía a las industrias locales que sus exportaciones ganaran mercados externos; c) la política de proteccionismo industrial generó el crecimiento de industrias manufactureras con altos costos de producción y baja productividad; d) La ausencia de políticas que permitieran una mayor integración entre las industrias estatales básicas no permitieron que nuevas empresas pudieran desarrollarse utilizando los insumos nacionales (gas, aluminio, energía, acero, etc.) para desarrollar industrias aguas abajo con mayor valor agregado y capacidad de exportación” .
En la coyuntura internacional se evidencia, una multitud de factores estructurales  relacionados al comerció exterior, cambios que en mayor o menor medida tributaron con la crisis del desarrollismo en la región. Simón Molina Duarte (2000) resalta los siguientes:“ 1) Un crecimiento muy significativo del comercio de manufacturas en detrimento de los productos básicos y las materias primas provenientes de los países en desarrollo; 2) Las ventajas comparativas habían perdido posición en la economía mundial como consecuencia de las innovaciones tecnológicas y el avance científico, los cuales propiciaron el posicionamiento de las ventajas competitivas basadas fundamentalmente en la calidad de la educación y la gerencia; 3) La competitividad de la mayor parte de los países se centró en la producción de bienes y servicios cuya demanda a nivel internacional era mas dinámica y cuyos precios eran crecientes; 4) se acentuó la tendencia de las políticas comerciales orientadas hacia una mayor liberación de los intercambios comerciales y una apertura de las economías dando prioridad los procesos de globalización e integración económica”.
5.3.2.- Primera oleada del modelo de desarrollo neoliberal:
La entrada del paradigma neoliberal en Venezuela, se produce con mucha lentitud en su primera fase,  si tomamos como referencia la  Argentina y A Chile, se puede apreciar en dos momentos: durante el gobierno de Luís Herrera Campins y durante la presidencia de Jaime Lusinchi.

Durante el gobierno de Luís Herrara Campins (1979-1984.), a pesar que unos años anteriores el precio del petróleo logro alcanzar cifras jamás vista, en este lapso histórico la sociedad venezolana moderna comienza a visualizar las aristas de una profunda crisis sistémica. Esta crisis profunda es visualizada como una crisis del endeudamiento externo, la cual ascendió a 25 millardos de dólares obligando al Banco Central de Venezuela a declararse insolvente en febrero de 1983. En esta situación el gobierno tomo la medida monetarista de  devaluar el bolívar frente al dólar.

Este hecho alcanza su condición de mayor significación con el Viernes Negro[5], punto de quiebre del viejo modelo desarrollista. El  domingo 20 de febrero de 1983, el Presidente Luís Herrera Campíns promulga un decreto de suspensión de la venta de divisa extranjera. Posteriormente  los días lunes 21 y martes 22,  la medida fue extendida hasta el día 25 de febrero; y el día 2 de Marzo. También por  decreto presidencial, se establece un control diferencial de cambio de 4,30 bolívares por dólar para los gastos corrientes, envío a estudiantes del exterior, amortización de la deuda pública interna y la privada externa y para las operaciones de la industria petrolera, del hierro y otros renglones.

El  endeudamiento externo, no abordada adecuadamente durante esos cinco años de gobierno, desató la crisis económica y financiera más grave de la historia reciente del país.

5.3.2.1- Participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas/ gobierno de Luís Herrara Campins:

Al respecto Héctor Lucena  (2010:38) afirma,  otro hecho primordial para la participación de los trabajadores en las empresas públicas, lo constituyó la creación por parte de la CTV de su Oficina de co-gestión, luego de llevarse a cabo VIII Congreso en Porlamar en 1982. El balance de la concreción de  esa resolución aprobada  no paso de ampliar la figura de los directores laborales, extendiéndola de un director a dos directores, siendo este último electo por los trabajadores, en tanto el primero nombrado por la CTV. Ambos representarían al movimiento de los trabajadores en el Directorio de las  empresas.

Esto  permite a arribar a una conclusión preliminar, sobre la gestión de una política de participación  de los trabajadores en las empresas publicas no fueron objeto de una política pública formal por parte del Estado, las conquistas en esta materia respondieron a una matriz de convivencia entre las elites para la estabilidad y la gobernabilidad del proyecto modernizador de la democracia representativa.

En ese coyuntura se habla de una participación restringida y mediatizada por el modelo que Luís Salamanca (1997:79) denomina la modernización como programa político, cuyo rasgo fundamental es que las iniciativas populares terminas difluyéndose en la racionalidad del Estado y de los intereses de las elites que orientan las partidos políticos tradicionales, la cual no podría ser de otra manera.

Lo que permite afirmar, que a pesar del clima de movilización de los trabajadores y trabajadoras  no lograron niveles de participación en la gestión de las empresas públicas, propuesta de concepción socialdemócrata del naciente sistema político venezolano.

La decisión de la CTV de alinearse con el discurso de la cogestión, se encuentra en consonancia con el principio de subsidiaridad de los postulados del partido demócrata-cristiano en el gobierno para ese momento histórico, que el campo de la aplicación en la política social, tiene por objeto el reparto y la limitación de las competencias para la ordenación de los grupos sociales, según esta doctrina permite el ordenamiento de  las relaciones de las sociedades intermedias. Planteamiento que venia desarrollando la COPRE.

Es fundamental destacar, que a unos escasos días de finalizar el VIII Congreso en Porlamar, se hace pública crisis e intervención del Banco de los Trabajadores (BTV), el 29 de noviembre de 1982, disipando la confianza depositada en manos de la cúpula sindical.

Advierte  Francisco Sierra (2005), que la concepción de co-gestión que surge de la experiencia socialista en la Revolución Rusa por parte de los trabajadores y trabajadoras, en los últimos tiempos a sido objeto de la asimilación maniqueísta por parte de la tecnocracia neoliberal, con la finalidad de despojar al Estado y al resto de la sociedad de los medios de producción, a favor de los empresarios capitalista. Esto en referencia a la participación del sector privado en las empresas estratégicas y básicas como PDVSA y las empresas del complejo industrial de Guayana.

El segundo momento de intento de institucionalización  del paradigma neoliberal se produce durante el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989.),  en un contexto de duras  críticas al desempeño del aparato del Estado, centrando su atención en las empresas públicas. La estrategia del Gobierno de Jaime Lusinchi, expresada en los Lineamientos generales del VII Plan de la Nación,   se sustentaba sobre dos pilares: por un lado,  la conformación de un proyecto político consensual llamado El Pacto Social y por el otro, la reestructuración del  Estado.

En materia de re-estructuración del Estado se planeaba la necesidad de un proceso  de transformación y modernización del sector público para redefinir su papel en la actividad económica. Allí se abría las puertas al proceso de privatización  y la posibilidad de transferir al sector privado un conjunto de actividades y servicios que estaban en manos del sector publico.

El camino para la estrategia neoliberal, comienza a concretarse con la creación de la COPRE, el 17 de diciembre de 1984 por parte del  presidente Jaime Lusinchi, entre los planteamientos que se materializado desde la COPRE, lo constituyó la formulación del  proceso descentralización y la privatización de las Empresas publicas deficitarias. A partir de este momento histórico, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial comienzan hacer un factor determinante en la dirección del modelo económico de apertura neoliberal.

La presión de la COPRE, con su propuesta de reestructuración del Estado, el proceso de descentralizaciones de las competencia y la redefinición del gasto publico, permitieron el proceso de apertura a la teoría que sustentaría la Nueva Gestión Publica y la noción de Gerencia publica, que luego trascurrido un tiempo se transformo en el plus no solo de los académicos sino también de los actores políticos fundamentales vinculados a la hegemonía de Acción democrática y COPEI.
Paralelamente, el modelo burocrático populista comienza su proceso de desplazamiento, por la racionalidad neoliberal,  dando paso al modelo tecnocrático, que vino aparejado al proceso incipiente proceso de privatizaciones figurado como una estrategia de corto plazo.

Este rumbo paradigmático neoliberal en su primera fase es lento, ya que no gozaba  del consenso de las elites aferrada las prerrogativas del desarrollismo. Es en este contexto donde se comienza a tomar cuerpo privatizaciones, tras la dura criticas al desempeño institucional de las empresas  públicas, justamente para crear las condiciones subjetivas y objetivas para el proceso de privatización por venir.
5.3.3.- La segunda oleada neoliberal: Segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera.
5.3.3.1.- consideraciones generales sobre el planteamiento neoliberal.
En el panorama internacional el neoliberalismo se perfilaba con el consenso de Washington, que recoge las líneas desarrolladas por John Williamson en noviembre de 1989, titulado <<Lo que Washington quiere decir por política de reformas>> o <<Lo que desde Washington se entiende por política de reformas>>[6], el cual contiene  cuatro grandes puntos:
A grosso modo el consenso establece las siguientes líneas de acción.
Disciplina fiscal, “Los déficits presupuestarios deben ser suficientemente pequeños para poder financiarse sin recurrir a la inflación; prioridades del gasto público, que debería re-direccionarse desde las áreas políticamente sensibles -que reciben más recursos donde su retorno puede justificar, tales como administración, defensa, subsidios indiscriminados y elefantes blancos- hacia campos desconsiderados y con gran retorno económico y potencial de mejora de la distribución de la renta, tales como salud y educación primaria e infraestructuras”.
Reforma fiscal,  “Exige ampliar la base fiscal y acortar las tasas impositivas marginales con la intención de mejorar los incentivos y la equidad horizontal sin disminuir la progresividad real. Mejorar la administración tributaria (incluida la tributación de los intereses de los activos situados en el extranjero) es un aspecto importante para ampliar la base tributaria en el contexto latinoamericano”.
Liberalización financiera, “Aunque el objetivo último es que el mercado determine la tasa de interés, como en condiciones de extrema y crónica falta de confianza estas tasas pueden ser tan altas que produzcan la insolvencia de las empresas y los gobiernos, el objetivo intermedio sensato es la abolición de las tasas de interés preferencial para los prestatarios privilegiados y el logro de una tasa de interés real moderadamente positiva”.
Tasas de cambio, “Los países necesitan una tasa de cambio (al menos para las transacciones comerciales) fijada a un nivel suficientemente competitivo para inducir un crecimiento rápido de las exportaciones no tradicionales y gestionadas de forma tal que se asegure a los exportadores que su competitividad se mantendrá en el tiempo. Además, inversión extranjera directa, la privatización de empresas estatales, etc.”.
5.3.3.2.-  1989-1993: Segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Avanzada neoliberal:
Durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, es cuando la estrategia de desarrollo neoliberal se hace publico, el país transita la segunda fase neoliberal, esta se tradujo en el contexto del país, como reducción del gasto publico, una perdida de la responsabilidad social del Estado en materias esenciales de salud, educación y de servicios, un proceso de privatización de las empresas bajo0 control estatal, eliminación de la protección a la producción nacional y la flexibilización de los mercados laborales.  La forma operativa de la estrategia se formaliza y se aplica a través de: la agenda Venezuela y el Gran viraje.[7]

El paquete económico[8] implicaba las siguientes medidas:

1.- Someterse a un programa bajo supervisión del Fondo Monetario Internacional con el fin de obtener aproximadamente 4500 millones de dólares en los 3 años siguientes.
2.- Liberación de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero hasta un tope temporal fijado en alrededor del 30%.
3.- Unificación cambiaria con la eliminación de la tasa de cambio preferencial.
4.- Determinación de la tasa de cambio en el mercado libre de divisas y realización de todas las transacciones con el exterior a la nueva tasa flotante.
5.- Liberación de los precios de todos los productos a excepción de 18 renglones de la cesta básica.
5.- Anuncio del incremento no inmediato, sino gradual de las tarifas de servicios públicos como teléfono, agua potable, electricidad y gas doméstico.
6.- Aumento anual en el mercado nacional durante 3 años de los precios de productos derivados del petróleo, con un primer aumento promedio del 100% en el precio de la gasolina.
7.- Aumento inicial de las tarifas del transporte público en un 30%.
8.- Aumento de sueldos en la administración pública central entre el 5 y el 30% e incremento del salario mínimo.
9.- Eliminación progresiva de los aranceles a la importación.
10.- Reducción del déficit fiscal a no más del 4% del producto territorial bruto.
11.- Congelación de cargos en la administración pública.
Este conjunto de medidas forman parte del  paquete estructural recesivo, cuya finalidad era un reacomodo del modelo económico, una nueva forma de coordinación de Estado-sociedad y un proceso de redefinición del sector público, adosado con el discurso de la eficacia, la descentralización y el Estado mínimo.
Xavier Arrizabalo  (1997:101-112) señala que un programa de ajuste estructural recesivo  “es la condición impuesta por el FMI y/o el Banco Mundial a un país para otorgarle respaldo financiero destinado a afrontar un grave problema de pagos internacionales. Se trata de una receta única y de pretendida validez universal que se aplica con independencia de la situación particular de cada país. Y a ella se han sometido más de noventa países del Sur y del Este durante las dos últimas décadas del siglo XX”
Los programas de ajuste estructurales surgieron a  comienzos de los años 1980s, como respuesta de las instituciones de Bretton Woods a la crisis de la deuda externa del Tercer Mundo, y luego se extendieron a los países del Este tras la debacle de las economías del bloque soviético. Los programas de ajustes estructurales recesivos,  obedecen a una concepción extremadamente ortodoxa de la política económica, que  mas tarde sería bautizada por sus propios impulsores como el Consenso de Washington, pretendiendo dar a entender su universal aceptación por parte de los expertos en desarrollo económico.

Xavier Arrizabalo  (1997:113), acota, que los programas de ajuste recesivos actúan en dos lógicas: Por un lado, la política de estabilización: Intenta corregir lo que se consideran excesivos déficit de los presupuestos públicos y de la balanza de pagos, debidos a una demanda superior a la oferta del país. El retorno al equilibrio, concepto básico de la ortodoxia económica, se conseguirá mediante una política de reducción enérgica de la demanda, que ajuste el consumo interno del país a su capacidad de producción. Esta intervención macroeconómica debe dar sus frutos en el corto plazo (uno o dos años), utilizando instrumentos de política monetaria y presupuestaria. Se trata en definitiva de un verdadero plan de austeridad, de un ajuste recesivo, que conduce a una interrupción o incluso una caída en el crecimiento del producto nacional”.

Por su parte, las políticas estructuralesbuscan adaptar las condiciones de la oferta de la economía, de manera que posibiliten un crecimiento económico a medio o largo plazo. Dentro de la ortodoxia neoliberal, la mejor forma de estimular el crecimiento de la producción interna es favorecer el libre juego del mercado, permitiendo que la iniciativa privada asigne los recursos donde encuentre mejores perspectivas de beneficio. Se tratará, por tanto, de liberalizar la economía, abrirla al exterior y disminuir la presencia del sector público”.

Plantea Xavier Arrizabalo  (1997:114), que los objetivos de los programas de ajustes neoliberales recesivos son: “conseguir generar los excedentes en divisas necesarios para que el país pague el servicio de su deuda externa. Para eso, la política de contracción de la demanda contribuye a reducir las importaciones, y la reorientación de la producción hacia la exportación posibilita la obtención de excedentes en la balanza comercial. Y, además, todos los elementos des-reguladores facilitan el acceso al mercado de ese país por parte de las empresas de los países desarrollados, bien sea mediante la exportación de sus productos, bien sea mediante la inversión directa y consiguiente instalación en el país, por la vía de las privatizaciones o al margen de ella. Es decir, los programas de ajuste estructural favorecen los intereses de las empresas multinacionales y bancos del Norte, quienes  controlan las instituciones de Bretton Woods”.

Las criticas realizadas a los programas de ajuste estructurales recesivos viene de dos direcciones por los efectos que producen sobre las economías en las que se vienen aplicando. Hay un tipo de crítica radical que cuestiona su propia existencia, negando a organismos externos legitimidad alguna para condicionar la política económica de países soberanos. Otras críticas  importantes a los programas de ajuste han venido de instituciones internacionales como UNICEF o la OIT que, sin cuestionar la necesidad de las reformas estructurales y que éstas requieren asistencia técnica y financiera internacional, discrepan con el FMI y el Banco Mundial sobre los objetivos prioritarios y los medios a utilizar.

En este orden de ideas,  es fundamental resaltar, el documento de 1987 publicado por UNICEF  titulado "ajuste con rostro humano", cuya era finalidad era promover un importante viraje en los programas de ajustes estructurales  recesivos para proteger a los sectores mas vulnerables del modelo económico neoliberal.

El estudio de UNICEF señala que el ajuste estructural recesivo por si solo es incapaz de restablecer el crecimiento, por tanto es esencial incorporar la dimensión humana (protección de los más débiles, nutrición, salud) un principio estratégico del  ajuste. A demás ratifica que,  para su  aplicación en  Sur se impone impulsar  cambios que orientados a mejor  el nivel de vida, de inversión y de protección de las necesidades humanas.
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5.3.3.2.1.- Participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas públicas/Segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez:

En este contexto, el  20 de diciembre de 1990 entra parcialmente en vigor la Ley Orgánica del Trabajo (Gaceta Oficial  No 4240), la cual es reformada el 19 de junio de 1997.

En esta ley se reafirma lo planteado en la constitución de 1961, de reconoce la libertad sindical y se garantizan las condiciones para el funcionamiento del movimiento sindical.

Es necesario destacar, la mediación solo es posible por la vía de las organizaciones sindicales, y las cúpulas de la CTV. En ese sentido, dada el grado de avance del paradigma neoliberal la presencia sindical como representación de los trabajadores y las trabajadoras comienzan a retroceder dado el proceso de privatización.

5.3.3.3- 1994–1999: Paradigma neoliberal durante el Segundo Gobierno de Rafael Caldera.

La segunda oleada neoliberal, se profundizo durante el segundo Gobierno de Rafael Caldera a partir de 1994,  con la crisis bancaria[9] que afecto la economía venezolana. Su plan fue llamado  <<La Agenda Venezuela>>, consistió en la aplicación un conjunto  medidas económicas salidas de FMI, como requisito  para que el gobierno de Caldera accediera a  préstamos internacionales. 

Los objetivos de la agenda fueron:
1.-  Control del déficit fiscal. (Se ejecutó una reforma tributaria para tal fin).
 2.-  Liberación del precio de los carburantes, permitiendo un aumento de hasta 800%.
3.-Liberación de las tarifas de los servicios públicos.
 4.- Reducción de la tasa de inflación y establecimiento del IVA, con excepción de alimentos, medicinas y libros.
5 Aumento de las reservas internacionales (Privatización de empresas no prioritarias, tales como hoteles y centrales azucareros).
6.- Liberación del tipo de cambio, con la subsecuente devaluación del bolívar.
7.- Apertura petrolera (retorno a las asociaciones petroleras en el sector gasífero y traspaso de actividades conexas al sector privado).
8.- Disminución de la deuda externa.
9.-  Reforma del régimen de prestaciones sociales, para establecer el pago anual de beneficios en lugar del pago al final de la relación laboral (Creación de los sub-sistemas de prestaciones en vivienda y turismo para los trabajadores).
10.- Creación de un fondo para la protección de los usuarios del sistema bancario (FOGADE).
11.- Mayor eficacia en la aplicación de los programas sociales (subsidios al transporte público y familiar y el programa alimentario).

Estas medidas de modernización y radicalización política causaron un gran impacto en las formas de coordinación del Estado,  la orientación de las políticas publicas de corte universalista-asistencialita propias del modelo económica desarrollista fueron olvidadas,  se inaugura una vertiginosa ola de privatizaciones de las empresas publicas, consolidando de este modo, la forma de coordinación de la sociedad por el mercado.

Parafraseando a Norberto Lechner (1997:7-17): En este tipo de coordinación denota  un orden autoorganizado y autorregulado, el rol del Estado es debilitad y transformado en  el acelerador de la descentralización y focalización de las políticas sociales. En este tipo de coordinación social, se pretende eliminar todo tipo de <<interferencia política>>> que distorsione las <<leyes del mercado>> como mecanismo automático de equilibrio.  El debilitamiento de la coordinación política desde el Estado se gesta desde el proceso de privatización de las empresas públicas, reclamada para si por la burguesía nacional e internacional.

Con esta forma de coordinación de la sociedad se radicaliza y profundiza de la Nueva Gestión pública, la cual realiza una despiadada crítica al desempeño de las empresas públicas, cuyo relato se  centra en una visión de la gestión de las administraciones públicas orientada hacia la eficacia, la eficiencia y la satisfacción del ciudadano por el mercado, en su concepción de autorregulación y auto satisfacción.

5.3.3.3.1- Privatización de las empresas públicas/Segundo gobierno de Rafael Caldera:

El proceso de privatización de las empresas públicas iniciado durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez toma nuevos bríos durante el Segundo gobierno de Rafael Caldera, en su política de reducción del gasto, se planifico privatización de  SIDOR y otras empresas básicas, aunque en la práctica pudo sólo llevar adelante la venta de VENALUM, que fue adquirida por el consorcio empresarial extranjero <<Amazonía>> En materia petrolera se diseño la estrategia de las alianzas estratégicas y los convenios operativos, con los cuales se pretendía abrir las puertas de PDVSA al capital internacional.

En el paquete de privatizaciones se incluye: CANTV, la cual es privatizada en 1991, la concesión es otorgada al Consorcio VenWorld que ofreció 1.885 millones de dólares por el 40% de las acciones de la empresa. Viasa la línea aérea bandera de Venezuela es privatizada en 1991, la adquiere el grupo español Ibera, Banco Provincial y la Sociedad Financiera Provincial, quienes adquieren el 60 por ciento de las acciones por 145 millones de dólares.

El 15 de septiembre de 1998, se concretó la privatización del Sistema Eléctrico del estado Nueva Esparta "SENECA" que alimenta a La Isla de Margarita, mientras se esperaba  la venta del Sistema Eléctrico de Monagas - Delta Amacuro (SEMDA). El acueducto metropolitano de Caracas,  de la liquidación de la empresa INOS (1991), en 1992 se organiza un proceso de descentralización y privatización nacional de los servicios, se utiliza financiamiento del Banco Mundial para la rehabilitación del sistema, se organiza un proceso de licitación internacional para la concesión del Acueducto Metropolitano, que fracasa al ser declarada desierta. En  1993 se produce un proceso de tercerización a través de la contratación de pequeñas empresas para la operación del servicio: aducción, tratamiento, distribución  y mantenimiento de redes. 

En cuanto al servicio de aseo urbano en el municipio Libertador: en 1981 son firmados los contratos de servicios con compañías privadas.  En 1984 se le entrega la concesión del servicio al municipio y este constituye una mancomunidad con las empresas privadas. Para el manejo de los rellenos sanitarios  en 1998 se crea una mancomunidad sector público y privado.

Otro caso lo constituye Aeropostal Venezolana, declarada en quiebra el 27 de septiembre de 1994 a pesar que estaba incluida desde 1990 dentro del cronograma de privatización contenido en el programa de racionalización de los gastos del Estado venezolano. Sin embargo, en tres oportunidades fue pospuesta  la fecha de la venta de Aeropostal. El 20 de mayo del 90, el FIV declaró desierta una subasta tras inhibirse los inversionistas quienes alegaron, entre otras cosas, los onerosos contratos colectivos y el exceso de personal. Finalmente, el gobierno la cerró y ofreció en venta los activos, adquiridos por Nelson Ramiz,  forma la firma Aeropostal Alas de Venezuela.

5.3.3.3.1.1.- La privatización en el Estado Zulia, sigue los mismos pasos que el resto del país,  los ambulatorios dependiente (Sistema Regional de Salud) de Ejecutivo Regional, fueron traspasados a micro-empresas que se encargan de su funcionamiento y de la prestación del servicio.

En el  sistema de vialidad, se aplico la creación de peajes en las principales carreteras, luego de licitaciones se procedió a entregar su recaudación a empresas privadas. Los peajes fueron establecidos en: Puente Rafael Urdaneta,  El Encanto,  La Chinita, Virgen del Rosario,  Nuestra Señora del Carmen,  San Rafael- Paraguachón y Puente sobre el río Limón. Competencias que recupera el Gobierno Nacional, el decreto conjunto entre el Ministerio de Infraestructura y el de Defensa donde se establece la eliminación de cobro de 42 peajes en todo el territorio nacional, publicado en Gaceta  Oficial Nº 38.850.

Según la Agencia Bolivariana de Noticias: “En Venezuela, después del proceso de descentralización neoliberal iniciado durante el 2° gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) varias gobernaciones del país construyeron una excesiva estructura  de estaciones de peajes, ya que según la ley vigente era una de las pocas modalidades que les garantizaban ingresos propios a las regiones fuera del situado constitucional.

Un caso emblemático lo constituyó el proceso de privatización de Enelven, la cual formaba parte de paquete de empresas publicas a privatizar con la política de racionalización del gasto, esta empresa después de varios intentos fallidos durante  los segundos gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera, siendo las empresas precalificada según la ley  de licitaciones fueron   las estadounidenses AES, PSEG, Reliant, CMS y Enron, la argentina Pérez Companc, las españolas Unión Fenosa e Iberdrola, por disposición del gobierno Bolivariano fue suspendida en mayo de 2001, las razones expuestas obedecía que era una empresa estratégica de servicio publico y fundamental para  la soberanía.

El proceso de privatización en  servicio de recolección de basura municipal, es entreverado y complicado, ya que esta comprende una gran variedad de actividades, que dan desde la recolección, los depósitos de los desechos, y la cobranza por los servicios. La municipalidad oriento su estrategia a la asignación de concesiones, contratos a terceros y a la mancomunidad. Este proceso se mantuvo el la gestión municipal de Jean Carlos Di Martino y se mantiene en la actualidad.

La ruta seguida de la privatización en las operaciones portuarias, se caracterizo por una acelerada decisión,  en el año 1999, se procede a la  liquidación del Instituto Nacional de Puertos, ente autónomo creado en año 1975 cuya finalidad era llevar  la administración del sistema portuario nacional. Este proceso se llevo a cabo mediante resolución ministerial  No. 319 del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC),  reformada por la No. 419, de fecha 1-10-91, la cual facilitaba  el traspasaba actividades realizadas por el Estado al sector privado y se permitía la conformación  de empresas en la rama: Empresas Operadoras Portuarias, Empresas Suministradoras de Recursos y Empresas de Servicios Suplementarios.

Según José Pedro Sabatino P. (1999) en la adjudicación de las operaciones portuarias se procedió a clasificar los puertos “tres generaciones muy bien definidas por las funciones que ellos cumplen en cada caso. Así el puerto tradicional que sirve tan solo como punto de transferencia de las mercancías de tierra al barco y viceversa, constituye un puerto de la Primera Generación, este es el típico puerto que todos conocemos. El puerto de la Segunda Generación es uno en torno al cual se desarrolla un área industrial que recibe la materia prima, utilizada en la producción, tal es el caso del complejo portuario industrial de Fos, en Francia. Un puerto de Tercera Generación, en cambio, viene a ser un puerto que descansa sobre el mercadeo y el intercambio electrónico de datos (EDI), y cuya misión es la de convertirse en un centro logístico de distribución de cargas o una plataforma de exportación/importación”.

El saldo en esta materia fue dramático, toda la infraestructura construida durante el proceso de industrialización  fue desmantelada dejando al sector petrolero indefenso para la realización de sus operaciones marítimas y comerciales.

En ese sentido, la ley sobre Bienes y Servicios Conexos a las Actividades Primarias de Hidrocarburos establece que las actividades primarias vinculadas a la explotación petrolera, deben de re-nacionalizan con la finalidad de garantizar la soberanía. Entre estas actividades se encuentran los puertos y muelles, que por competencias de esta ley, serán  administrados por Pdvsa.

La lista de privatizaciones es larga y trágica para la sociedad y la economía venezolana,  análisis posteriores han develado el desfalco, la corrupción y la perdida de la soberanía. Es necesario destacar que el proceso de privatización y desnacionalización de la economía venezolana se caracterizo por una profunda crisis económica, política y social. La historia esta dando cuenta de este fenómeno y se esta escribiendo, los datos que salen a la luz publicas dan cuenta de una estrategia programada y sistemática entre las elites políticas en el poder, el silencio complaciente de las cúpulas sindicales, el sector privada arrodillado ante el capital internacional.

En ese sentido, el Estado de Bienestar es cuestionado, se dibuja una lógica de confiscación  de la renta petrolera, se restringen el ámbito de responsabilidad del Estado  y se replantea el esquema de lealtades políticas edificadas en el sistema político de conciliación de los intereses de clases. En este momento de ruptura paradigmática se produce el Caracazo, el 4 de Febrero y el 27 de Febrero, como indicadores del descontento social.

5.3.3.3.2.- Participación de los trabajadores y trabajadoras en las empresas publicas/Segundo gobierno de Rafael Caldera:
En este contexto los escasos avances en materia de participación de los trabajadores y trabajadoras  en las empresas públicas fueron olvidados como una estrategia de debilitamiento del movimiento sindical, que mayoritariamente era coordinado desde las elites de Acción Democrática.

La colaboración entre las elites sindicales, los operadores políticos del neoliberalismo y el sector empresarial privado llega a su cisma en  1997, con la conformación la Comisión tripartita, mediante la cual legalizaron  y legalizaron  la reforma del régimen de prestaciones sociales de los trabajadores. La labor de la comisión tripartita quedó plasmada en un sistema de prestaciones sociales que preveía, su pago anual y no al cese del desempeño laboral como se hacía anteriormente y  se estableció cinco subsistemas de seguridad social, que jamás se concretaron.
Pero un logro importante en materia de participación de los trabajadores y la trabajadoras en el gobierno de las empresas publicas lo constituye la promulgación de Ley Orgánica de prevención  del medio ambiente y las condiciones de trabajo, materializada el año de 1989, el cual permite la conformación de los Comité de Seguridad industrial por parte de los trabajadores y trabajadoras para garantizar las condiciones materiales seguras para realizar sus funciones.

Es ese sentido se debe destacar, que los trabajadores y trabajadoras juegan un rol fundamental, por cuanto, deben participar en la elaboración de los planes y normativas de prevención, seguridad, seguimiento a las mismas y realizar las notificaciones de la terminación de la relación de trabajo ante el organismo competente (IVSS, Inpsasel).

El delegado de prevención,  es representantes de los trabajadores,  elegidos, en votación universal y secreta, directas y libres para ejercer la vigilancia, control y evaluación de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo. Estos delegados gozan de protección de la ley a través de la inamovilidad laboral y amplia competencia frente el IVSS, Inpsasel.

A partir de este momento el movimiento sindical reformista-socialdemócrata se desdibuja como orientador del los trabajadores, sus cúpulas se deslegitiman y son cuestionadas desde el mismo campo laboral. Al mismo tiempo que emergen de las periferias repuestas organizativas alternativas como el Frente de los educadores Simón Rodríguez para mencionar solo una.


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[1] .- El año de 1958 se caracterizó por diversos intentos de Golpes de Estado contra la Junta de Gobierno, una gran cantidad de tensiones llevaron a cambiar la primera Junta a pocas horas de su instalación. La incorporación de dos elementos demasiado cercanos a Pérez Jiménez, calificados de esbirros, fue rechazada por la Junta Patriótica y por aquellos que acompañaban a Hugo Trejo. Los dos personajes fueron excluidos de la Junta y se incorpora a Eugenio Mendoza, empresario, en la misma. El Ministro de la Defensa, Jesús María Castro León se alza en el Cuartel San Carlos, el pueblo en la calle, manifestaciones a favor de la democracia, evita que se consuma el retroceso. Diversos golpes de estado llevan a dudar de la estabilidad del Gobierno, los líderes políticos intentan moderar y calmar los ánimos de la población. Ciertos miembros de las elites militares pretenden  alzarse con el poder. Lo que llevo a Hugo Trejo, fuera  expulsado del país.

[2].- José María Pino Méndez: Norberto Bobbio. Democracia y voto blanco. Obtenido de http://ntrzacatecas.com/2009/06/24/norberto-bobbio-democracia-y-voto-blanco/ Consultado el 11 de Septiembre de 2012.


[3] .- Cuando se hace referencia al Tercer sector, so se hace alusión a al Tercer sector de la economía, sino a formas de organizaciones sociales sin fines de lucro que se abrogan la representatividad de la sociedad civil.
[4] .- Una vez nacionalizado el hierro, el 1 de enero de 1975, por el Presidente de la República; semanas después, el día 21, estalló una huelga general de los trabajadores de la industria del hierro nacionalizada.



[5] .- De esta forma el Banco Central pasa a controlar la compra y venta de divisa extranjera. Podría decirse hoy en día que, de acuerdo a como está el valor del dólar, de viernes negro se pasó a viernes tenebroso, porque para 1996 la divisa norteamericana se situaba oficialmente en 290 bolívares por unidad y en el «mercado negro» rozaba los 500 bolívares, a la par del dólar Brady, que es el que marca la pauta.
[6] .- 10 Puntos del Consenso de Washington. (2004). Obtenido de: http://contrapeso.info/2004/10_puntos_del_consenso_de_washington/. Consultado 9 de Junio de 2012.

[7] .- Esta coyuntura permiten dar explicación al fenómeno social conocido como el Caracazo, la rebelión militar del 4 de febrero y las sucesivas movilizaciones del pueblo venezolano.
[8] .- Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Agenda_Venezuela. Consultado: 9 de Junio de 2010.
[9] .- Los Bancos afectados por esta crisis fueron: Banco Latino, Banco Progreso (anteriormente
Banco Zulia), Banco Principal, (anteriormente Banco Principal de los Llanos), Banco Italo Venezolano, Banco Profesional,  Banco Amazonas (anteriormente Banco Insular),  Bancor,  Banco Barinas, Banco La Guaira (anteriormente Banco La Guaira Internacional)  Banco de Maracaibo,  Banco Metropolitano,  Banco Construcción (anteriormente, Banco de la Construcción y de Oriente),  Sociedad Financiera Fiveca,   Sociedad Financiera Confinanza, Sociedad Financiera Cremerca,  Banco Consolidado  y Banco de Venezuela.