sábado, 5 de marzo de 2016

Oswaldo Garrido: DE LOS JARDINES ORNAMENTALES A LOS JARDINES PRODUCTIVOS AGROECOLÓGICOS:.



DE LOS JARDINES ORNAMENTALES A LOS JARDINES PRODUCTIVOS AGROECOLÓGICOS:

 Por: Oswaldo Garrido.
"Tenemos que organizarnos para el trabajo liberador y el trabajo productivo".
Hugo Chávez: Aló, Presidente, número 373, transmitido el 27 de marzo de 2011


El 16 de septiembre de 1532, cuando los conquistadores españoles entraron a la ciudad de Moctezuma,  el conquistador y cronista de india, Hernán Cortez quien acompañaban Francisco Pizarro, hicieron una descripción extraordinaria de dicha ciudad. Según dicho cronista, la ciudad no era amurallada como las europeas, estaban adornadas con esplendidos jardines, poseía un zoológico, piscina para la cría de peces en cautiverio, peces de agua dulce y salada, acueductos, aéreas religiosas y deportivas. 
El mismo cronista, destaca que al retornar a los dos años, ya el imperio había sido destruido, Moctezuma asesinado, destacaba en su relato, que la ciudad había perdido la esplendor antiguo, las aguas cristalinas de los acueductos contaminas con todo tipo de inmundicias humanas.
Marco Polo en su largo viaje desde Italia a la China, realizo una descripción de los Jardines colgantes de Babilonia, coloco su énfasis en una aérea cultivada con melones, que como junco trepaban por las viejas columnas.

Ambos relatos tienen en común, las ciudades que antecedieron a la modernidad conjugaban lo jardines ornamentales con la producción, en ella el hombre y naturaleza se encentraba en con-unión o en comunión, en una dialéctica con-vivial orientada a la producción de la vida material y simbólica conectada con el cosmos.

 Con el renacimiento, concretamente con el nacimiento de las ciudades-estados, núcleo fundacional del proceso originario acumulación del capital, es donde se produce la separación-divorcio de  la relación  hombre-naturaleza. El primer teórico que se percato de esta terrible dicotomía fue Carlos Marx. 
Según Marx, La conciencia es un producto social directo e inherente a la existencia de los hombres. La conciencia es primeramente, y ya desde el nacimiento, la conciencia del medio sensible más inmediato y de la limitada interdependencia con otras personas y cosas situadas fuera del individuo que toma conciencia. Es al mismo tiempo una conciencia de la naturaleza, la cual aparece al principio a los hombres como una fuerza completamente extraña, todopoderosa e inatacable: las relaciones del hombre con ella son puramente animales, y queda dominado como las bestias del rebaño. Es, pues, una conciencia puramente animal de la naturaleza (religión de la naturaleza).

Para Marx, el desarrollo de la conciencia entre en francas contradicción con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas,  cuando la naturaleza es transformada  en un medios de producción que potencia el proceso de acumulación del capital, este proceso se produce por la fetichizaciòn de las mercancías.  A partir de este análisis, Marx aboga por un retorno del hombre a la naturaleza. Esta posición de avanzada permite situarlo como el intelectual que estable los principios del eco-socialismo.
El proceso de legitimación de la separación  hombre-naturaleza encuentra su asiento en el positivismo. Para el positivismo se produce un terrible forcejeo entre la civilización y la barbarie. La civilización,  es el numen de la sociedad capitalista caracterizada por el  industrialismo y productivismo, disfrazado con la promesa  de progreso. Contrariamente, la barbarie constituye  los rasgos de las sociedades tradicionales que se transforman en un impedimento para alcanzar esa sociedad de progreso. En esta concepción la naturaleza es una entidad ajena a los hombres y por tanto debe ser dominada.

Bajo esta concepción nacieron las ciudades modernas, su modo de vida y su práctica sociales entre los hombres  y estos la naturaleza. La ciudad es el espacio de habitación de todo el compendio social que moviliza la producción.  La ciudad también es expresión de la división social del trabajo. En ella operan dos hemisferios: el centro y la periferia. Los límites de esos dos hemisferios,  se formalizan y toman expresión con las perimetrales urbanas y rurales.  Los espacios públicos como las plazas y parques constituyen los límites visibles entre el centro y lo periférico. En la ciudad moderna viven los ciudadanos una esotropía, cuyas vidas se caracterizan por la tri-re-privatización de las relaciones sociales: El egoísmo, el hedonismo y la apariencia.

En las periferias se encuentran localizada la producción, la fabrica,  verdaderos guettos industriales y humanos, donde se  concretiza la lógica del capital. Ciudad, molles y centros comerciales constituyen  expresiones de una  vida separada de la naturaleza. En estas ciudades, las casas-vivienda-hogar, constituyen,  el núcleo donde se reproduce la fuerza de trabajo.  La subjetivación de la memoria productiva se encuentra asociada a la fábrica y no al hecho endógeno, comunal y familiar. Bajo este principio arquitectónico nacieron los jardines estéticos y ornamentales. 

Pierre Bourdieu, en su obra,  Critica a la economía política del signo, demuestra la manera como en el capitalismo las prácticas sociales tienen dimensión de significación, logran  expresarse en hábitos y gustos. Este autor francés, distingue un habito-gusto para la burguesía, para la clase y media y para el resto de la sociedad. Siendo el habito-gusto de la burguesía el que se internaliza y se universaliza como prácticas sociales en las demás clases sociales. Habito-gusto  predestinado por acceso que tienen las distintas clases sociales a la propiedad de medios de producción.  El jardín ornamental de la sociedad moderna se generaliza como practica-hábitos-gustos por los distintos mecanismos de socialización: la arquitectura y los medios de comunicación.  Por ello, no es casual que Carlos Marx, asociara al nacimiento del capitalismo y temprano con los burgos y los gremios. La ciudad concebida de esta manera es el espacio material y simbólico donde se reproducen las relaciones de dominación.

La dominación significa, que el capitalismo genera múltiples procesos sociales que colocan a los individuos en una terrible  dependencia e indefensión, cuando la ciudad logra imponerse como el corazón de las tinieblas, violencia, inseguridad y carencias, con este hecho las relaciones sociales capitalista terminan apropiándose de la capacidad de autonomía de los individuos y de su natural capacidad de toma de decisiones. Este disciplinamiento se  logra separando la vida  de los individuos en sus espacios cotidianos con la producción, por ello se bifurca, el campo familiar es un entramado transeúnte al cual se le niega la  posibilidad de una producción domestica utilizando la vivienda con practicas productivas, en tanto que las grandes tiendas de distribución de los alimentos y los supermercados constituye una maqueta cuyo fin es apropiarse de los salarios, Estas instituciones, secuestran las mercancías, manejan los precios e imponen que comer y quienes morirán de inanición,  subyugan a lo sociedad consumo impuesto desde el mercado. 
En contexto de construcción socialista, en un como el  país, petrolero impuesto por la división social del trabajo y su territorialización, y con un modelo productivo disminuido desde finales de la década de los setenta por acuerdo de las elites, anclado en el extractivismo, con un crecimiento demográfico acelerado y con un consumismo terriblemente  mediatizado desde el mismo Estado y los medios de comunicación, en esta escenario la economía comunal se transforma en el único dispositivo libertario de la sociedad, casi sitiada por una Guerra económica desde el exterior con alianza interna.

Por este motivo, es necesario un giro eco-territorial de de resistencia, el cual debe estar orientada a que todo espacio público y familiar, se constituya es territorios horizontales productivos. Este giro, un espacio importantísimo lo constituyen los jardines productivos familiares y comunales. Quienes tienen la fuerza para acelerar una ola metabólica material y espiritual para acelerar la transformación estructural desde abajo del modelo productivo.

Este ejerció implica identificar bolsones productivos endógenos y los cultivos sinvergüenzas –de mayor demanda nutricional y con probabilidad de germinación- que permitan proporciónale a cada núcleo familiar una alimentación de calidad. En este giro eco-territorial de resistencia, es esencial el retorno del protagonismo del pueblo como sujeto de la transformación, único sujeto, capaz de des-sujetarse de la fetichizaciòn del mercado capitalista.  Asumiendo el significado el protagonismo en su raíz  latina: proto-vida y agonismo-agonía, por cuanto el socialismo es un producto histórico y social que se construye conflictivamente.

El protagonismo es componente esencial del socialismo de construcción colectiva, ya que es imposible hacer referencia al socialismo, desvincularlo de la democracia revolucionaria y popular, la implica el despliegue del autogobierno como principio de autorregulación de los miembros de la sociedad, que procuran la justicia social, la igualdad y la equidad.

Ese protagonismo que es un eje fundamental de la filosofía y el paradigma del constitucionalismo bolivariano,  se hace operativo a través de la Comuna. La comuna es el espacio territorial y simbólico de los  insumisos, ya que constituyen la  organización popular que posee la capacidad para  resistir al tiempo del capital y a la acción totalizadora del Estado.  Para que la Comuna tenga  autonomía implica que debe poseer el potencial socio productivo y autosuficiencia. Comuna improductiva morirá ante a lógica del capital y la razón instrumental del Estado, aunque este último aspire a la construcción colectiva de la sociedad.

Coincidiendo con los planteamiento de Leo Trotsky  y e István Mészáros, quienes con mucha razón señalaron, que el capitalismo es un sistema económico y social, cuya tendencia generar es el caos, y el socialismo en cambio,  requiere de la planificación para reorientar la economía hacia los fines nobles de la sociedad.   Del mismo modo la Comuna requiere de un proceso planificado en función de apoyar la transición socialista.

Del mismo, el proceso de giro eco-territorial de la resistencia eco-territorial,  implica la construcción de acuerdos familiares y comunales para la transformación económica y social de las comunidades, pues requieren de un proceso de planificación sencillo y flexible.

 En estos acuerdos es fundamental establecer las cuadraturas productivas, que constituyen, las aéreas cultivables, los rublos, las formas de organización del trabajo, la distribución del producto y sobre todo, general una cultura de la transformación de lo producido, basada en procesos de conservación e innovadores para sacar provecho de los siglos vitales de la naturaleza. No se trata de producir azarosamente, es fundamental,  coordinar los rublos para alcanzar la autosuficiencia y el intercambio con otras Comunas.

Estos espacios productivos, concretados en jardines productivos, requieren de los espacios de confluencia para colocar periódicamente lo producido por la comuna o comunas, y donde sus miembros puedan acceder a ellos sin necesidad de recurrir a la intermediación y el chantaje de las grandes cadenas de distribución privada. Estos espacios de confluencia requieren una debida articulación con las políticas públicas del alto gobierno. A los 9 motores propuesto por el Presidente Nicolás Maduro para la estabilidad económica y la paz: 1. Motor de Hidrocarburo,  2. Motor de Petroquímica, plásticos y fertilizantes, Motor de Minería, 3 Motor de Telecomunicaciones e Informática,    6. Motor de Construcción, 7. Motor de Industria,  8. Motor de Industria Militar y 9. Motor de Turismo, es estratégico incluir otro, el motor de la producción agroecológica y de consumo insumiso. 
Luego de la materialización de  los espacio de confluencia productiva, es fundamental el salto cualitativo, la acción de  autopoiesis o autopoyesis para replicar en punto y circulo la experiencia exitosas e innovadoras en otros espacios eco-territoriales,  porque el objetivo es transformar todo espacio público y familiar, los cuales se transformaran en bastiones de conciencia del deber social y de resistencia una vez liberados con   autosuficiencia, fundamento de la seguridad alimentaria, eje nuclear de una sociedad que se encamina bajo los principios del socialismo bolivariano.