jueves, 14 de junio de 2018

Sonrisa de versos libres







PRIMERA PARTE/VIENTO ENCENDIDO.

1

Este amanecer en su concierto de aves furibundas.
Busco en mis recuerdos tu escultura pequeña.
Existes como dejaste de existir sin dejar rastro.
Incendio provocado miserablemente como película norteamericana.
Tierra arrasada.
Trigo arrasado.
Flores arrasadas.
Corazón  sitiado  desde su mas fuerte raíz.
Hondo vacío.
Eterna ingravidez.
Tu humanidad se viste de las ausencias acumulando efímeras historias.

2

Tiempo que corre como un loco en una autopista sin luces.
No dio tiempo  para mostrarte las flores del parchital.
Cultivadas en cuarto creciente con mis manos.
En un arrebato.
En el odio  asistido de mil días y mil noches.
El vector del antepasado.
Te vas una en la maquina fordista que jamas olvidares
con sus ronquidos preparándome para las soledades.

3

El corazón envejecido.
Racimos de uvas.
Surcadas cicatrices.
Tiempos de relámpagos con su fuego oculto.
Corres al infinito cielo de la madre que te vio nacer
Wuayu  sin misterios.
Metáfora del polvo relatado entre promesas de agua.
El mago que habita  en el ocaso se resiste a su muerte.
El poeta concurre a la metamorfosis.
Sin mas ni menos.
Vives tus tiempos que no son mis tiempos después de la partida.

4

Sin carnaval.
Timbalirero loco.
Loba disfrazada de cordero.
Tu puñal doble filo  para mi costado con precisión de cirujano.
Como torera en plena faena taurina da la estocada.
En ella convergen la sacerdotisa y la simuladora.
Oficio heredado de sus antepasados femeninos.


5

Se recoge el alfabeto en mi boca.
La forma de silencio.
Mudo paisaje desolado de tu ausencia.
Situación de purgatorio.
Inocente y culpable de pecado capital sentenciado por vidas pasadas.
Las puertas de mi alma se cierran y no rebullen los cantos del encuentro.
Solo escucho en el fondo tus voz cantando una melodía a tu Dios.
Dios que no conozco y me resisto acepta con sus milagros.

6

Donde estas.
Ni me entero en los remolinos de su vida.
Mas de veinte  horas con tu anonimato.
La anepsia envenena los recuerdo que tengo con una furia de arma asesina.
Se disipa como un huracán de fuego la cartografía que habías descrito para mi.
De paisajes lejanos vuela  aroma el papel pecaminoso de tu piel.
Joven en la batalla que vendrá en tu espejismo de arena.

7

Me haz inmolado no se  ante que Dioses.
El cordero que soy en tus tormentas capricorniana.
He comprendido el significado de la palabra zozobrar.
Secreto destino.
Fuerza sin razón.
Instrumento de edificación o destrucción.
El decreto fatal aleteando en tus palabras en el que soy.
Su hoja final a un costado escribes tu menguado adiós recrudecido.

8

De los colores  me gusta el magenta.
Rojo intenso casi purpura.
Si liberas el ruiseñor de tu ventana.
Si me liberas de las autopistas de mis años
Quizás desates la tela de araña
Te he visto en mis augurios como victimaria.
A corta pelo  como mi víctima.
Preludio de una serenaba  en el futuro frente a una ventana cualquiera.
Jonas el barco de Tarcios.

9

Tu reloj cicardiano y de arena bidimensional.
Apuestas a noviazgos de juventud.
Helados.
Viajes a la playa.
Con el esmero de Miguel Argel esculpes esa obra.
Mi obra condenada a fríos museos.
He jurado no buscarte entre mis menudencias no cristianas.
Te evaporas una mañana como  perfumes de imitación.

10

El ayudo prohibido de ti.
Bocado de ausencia
Bocado de silencio.
Vino hiel que bebimos como apuesta en la ruleta rusa.
Rapsodia de  recuerdos  callejeros.
Desencuentro con todos y conmigo mismo
en los otros altares que crees.
Inicias los rituales de consagración del pan que darás en la mesa.
Haz quitado la silla reservada eternamente para mi.
Pan de centeno relleno de Nidia Visiculata

11

Rostro de mujer mezquina.
Textura de humanidad.
El cabello olvidado entrecruzados en los hilos de mi hamaca india.
Figura de tu clan que te negaste a revelar.
Cabello casta  claro sin artificios estáticos.
Pétalos en mi escudo de guerrero.
Retazos que como estelas de hojas dejaste para mi hasta  en el olvido.

12

Cañaveral marchito sin rocío ni lluvias.
Pablo de Tarso sin sacramento ni nudos religiosos.
Despolva sus sandalias femeninas
en el anden de mi puerta.
Te vas en Mayo, mes consagrado  a las flores.
Cristalino de rupturas y mosaicos quedan con la despedida.
Santuario de emociones en las  olas de viento.
Utopías terrenales.
Artificios.
Ni ángeles ni demonios para reponer la fe y sanar heridas.
Ilusionismo en tu mano  hechicera.

13

Los clavos con que crucificas
son peores a los clavos de Jesús.
Haz bebido sangre y quieres mas.
Guerreas  para desedificar el sacramento.
Mi Jericó sin trompetas.
Maquinista de mis guerras.

14

Nada se mueve.
Todo se mueve.
Es la escala del universo.
Las piedras en su inmortalidad con su furiosa soledad
me acompañan en el gran tronco de donde vengo.
Este martirio de tiempo congelado.
Anclados en tu bahía despejada.
El catecismo de la tarde desprovisto de mi fe.
El contar minutos sin  gotas de agua que cae.
Espero por ti en mis cavernas
con brizna de fuego encendido.
Corres como las luciérnagas de mi infancia
titiritando en la oscuridad.
El bosque en silencio.
Las ranas huyen ante la tempestad que viene.
Aquí yo, en abreviatura semejante al naufrago en el horizonte vacío.
Con el dedo señalo la bandera imaginaria de tu cuerpo.
Soy el faro de los puertos que perviven en los recuerdo de la gente.

15

Cierro los ojos.
Entre miles de recuerdos  que son troncos en un tupido bosque.
Entre las voces vegetales como un oasis elevan la figura femenina.
Preciso tu silueta con sonrisa robusta.
Conversación alegre con quienes carecen de rostro.
En un libro abierto como una flecha sin sentido,
Marco Polo me repite la historia de la princesa musulmana
que una tarde observo en los Jardines Colgantes de Babilonia.
No existe signo de tristeza.
El Nirvana donde vive es tu cielo.

16

Fuiste una rebelde brillante.
Acompaña en esa aventuras.
Te levantaste contra Dioses y Señores.
Quebramos la norma.
Caminamos la cuerda floja con sus abismos.
Guerra de la muerte súbita.
Sufrí la cuatro muertes posibles.
Muerte de la carne.
Muerte del alma.
Muerte del mito.
Muerte de la razón.
Terribles aventuras de niños y Goliat.


17

No es un cuento de camino.
Una crónica de un amor desesperado.
El femicida dijo.
La mate porque era mía o de nadie.
Sobre su cuerpo desnudo firme con treinta y siete puñalada la propiedad de su cuerpo.

18

Elena de Troya en miniatura.
Inexpresiva a veces y casi siempre.
Revelación prematura de la noticia.
Cambias el designio de la religión.
Aniquilas el Dios sobrenatural y nace en ti el Dios del yo.
Detalles de mi memoria.
Por primera vez había visto matar un Dios.
Quiebre de una promesa de lealtad.
Traición en mayúscula.
Corolario del egoísmo.

19

Robinson Crusoe.
Sus aventuras brillantes.
Osadía de construir el imaginario.
Tomas Moro y sus utopías.
Gabriel García Marquez  y Macondo de eternos retornos.
Olor a café mañanero.
Café simulado con sus rituales colectivos.
Ese café sin galletas.
Galletas que eres.
Caminar suavemente.
A tienta me desplazo en la oscuridad.
Estas en la cama dormida sin dormir.
Salgo a la calle sin Robinson Crusoe,
Tomas Moro  y sin Gabriel García Marquez.
Mi zoo es la gente común y corriente.


SEGUNDA PARTE/ LAS UVAS DEL ALMA.

20

Efímeras fotografías.
El caminar descalzo.
Las palabras se escurren de la miel.
Tu olor a flores de mi selva.
Selva y mis flores.
Constelaciones de estrellas buscándote en la infinitud del planeta.
Puntos cardinales que separan.
Brújula desorientada.
Los vuelos de los pájaros.
Ausencia de piedra.
Moll de tiempo y espacio finito.
La voz de poeta traslucida se opaca en el desierto que deja tu cuerpo.
La distancia entre tu y yo es sencillamente tu pelo.
Alejándose  vientos de la ciudad puerto que habito.

21

Dices.
Tu estas loco.
Colocando el énfasis en la u.
Digo.
Tu estas loca.
Disfrutas Papaya verde en tiritas.
Papaya verde aderezada con sal y vinagre.
Me evocas la película  china Historia de la Papaya verde.
Allí estoy a tu lado.
Transportado a un día de película china.
Eres  única y solo Papaya verde con sal.

22

Duermes con esa boca de gata.
Manos caracolas que suena en mis sueños.
Trashumante que soy.
Vigilia de tus suspiros sin angustias.
El sol alumbra tu cara distendida de mujer suficiente.
Racimo de uvas cuelgan en tu cuerpo.
Viñedo sagrado.
Cobijo en tu silencio de ausencia.
Capullos de flores.
Escurridiza como el agua.
Fuente que se agota.
Metáfora inconclusa que no pude tejer con mis manos.
Realización corporal  inanimada.



23

Las noches derretida en el reloj.
Me derrito ante ti.
En tu amor.
Latidos de mi corazón.
Deshojado en invierno.
Entre huracanes y los sueños.
Donde surca el río.
Elevar mis brazos.
Me acerco y no me abraza.
Una guitarra muda en mira y me consuela.
Se apaga el farol y las luciérnagas que germinan en ti.
La red de tus pies.
Era ayer.
Mayo en todo mi ser.
Tu gracia ya no me transforma para mejor.
Solo tu voz que no me encuentran con tus alas.
Me asusto en la tempestad de los ángeles.
La tormenta no cesa.
Desiertos.
Sin la canción de tu corazón.
Quiero escuchar el nuevo amanecer con sus colores.

24

Si me siento perdido y confundido.
Reparadora eres tu,
Nestar y elicer.
Sol que cada mañana ilumina el alma.
Con su calor.
No improvisar.
Vuelas y te llevas los hijos.
Ya no hago milagros.
Solo magia.
Inesperable.
Cuestionable.
Tiempos de combustión.
La hora no ha llegado de lo bueno y limpio.

25

No existen
eclipse sin luna y pobre sol.
No camines sobre el mar.
El espejo refleja tu rostro.
Frontera y horizonte de mis necesidades.
Alas que escondiste para emprender el gran vuelo,
Nada es seguro si estoy contigo.
Hipérbole segura que me roza.
Esa magia de tu ausencia.

26

Toda la tierra.
Herida abierta.
Soy el que siempre ha estado aquí.
La voz que llora en la soledad.
Se pierde en el horizonte.
El que quiere devolverte lo que la gente te robo.
Regalarte una pulsión de amor.
Con razón o sin razón.
El fuego llegara.
Luz del candil en la media noche.
Aunque la tormenta.

27

Tengo los versos perdidos.
Poesía en rebeldía.
No quiero verte.
Corazón en estampida.
Ventana abierta.
Vidrios opacos.
Guitarra muda y de cuerdas destempladas.
Claro que si.
Vives.
Todo se sujeta a ti como el péndulo de un reloj.

28

Como Stephen Paddock.
Lobo solitario de Las Vegas.
Me vendes y  asesinas.
Rifle AK 47.
Horror de 7 minutos.
Tu mirada de loba.
Caminar siligosa de gata.
El museo de cachibaches que coleccionas
entre monedas de oro cargas a cuesta.
En el nombre del amor verbalizas una escalera de odio.
Esas son tus cadenas.

29

No te quiero ni evangélica.
Musulmana.
Judía.
Bhamanica.
Induista.
Budista.
Apostólica Romana.
Menos ortodoxa.
Sencillamente  quiero tu cara entre el pecado y lo prohibido.
En la desnudes de la sustancia verdadera que estas hecha.
Hueso y carne.
Cruzada tu humanidad con cabellera castaña.

TERCERA PARTE/ ESENCIA DESTILADA DE LA TRAMPA.

30

No se puede combatir un despecho.
Con licor.
Voleros.
Putas baratas.
Traidores de la vida.
Ayer.
Hoy.
Mañana.
Siempre.
Después.
Andrajosos de sueños.
Vilipendiosos sin valentía para los pecados.

31

No hables de tu Dios.
Saduceo.
Fariseo.
Nazareno.
No emblematices la cruz.
Cáliz.
Y el cordero.
Háblame del Dios ancestral.
No cobra diezmo.
Une y no separa.
Invita a respirar en la selva.
Sueño en el quebranto de los troncos de los viejos arboles.
Repican en el cantar de los pájaros cada mañana.
Viene del maíz o la piña.
Se conecta con el Yopo.
Invita al trabajo y la alegría.
Danza y llora como todo el mundo.

32

Enuncio.
Enumero mis mandamientos sencillos.
Robarte lo que mas tienes de sentimientos.
Asesinar el florecer dañino.
Amarte mas allá que mi prójimo.
Jurarte el amor ante tu Dios de hombre tristes.
Honrarte en la sencillez de tu cuerpo.
Santificar los sábados con la poesía de versos libres.
No dejarte herida en la trinchera después de un duro combate.

33

Los ruidos del desierto que soy.
Muerto vivo sepulcro.
Vendido como mercancía.
Tu recompensa un manojo de promesas de mujer de falsa cristiana.
Recobro el derecho a mi voz.
Decir mas que las bibliotecas.
Sublimes instintos de la nada.
Ingravidez de los simuladores y sus espadas.
Incultos y atrasados en un gran templo.
Felices en la discordia maldita.
Felices por lo que son en insuficiencia humano.
Infelices por lo que podrán ser.
Pronto serán borrado hasta de los sueños.
Parecer es no ser.

34

Sueño interrumpido,
Escenas que discurren como prestadas,
La sudorosa pesadilla.
Personajes que son y se fueron.
Interpelo en la oscuridad donde estas.
El dedo acusador señala un punto cardinal.
Intenta amanecer a duras penas.
En mi se une la noche y el día.
Duermes en  crisálida de mariposa amarilla.
Solo duermes en las espumas de mis pesadillas.
Estas en los tráiler de media noche  con un coctel de  desvelo.


35

Franquiciable mujer.
Sin voces diversas.
Mides en oro y plata.
Eres territorio completo de sedición.
Avril solo ilusión.
Marea de acontecimientos raros y seducción.
Resisto combatir tu fuego con fuego.
Quisiera la paz.
En áspera situación dictadas  leyes.
Poeta no muere con su entierro.
Fallece en la condena del olvido.
El viento con suspiro se va.
Se despeja las variables  químicas y moleculares de las cosas que rodean.
Fragmentan tu mundo de mi territorio conquistado.
Silabas para una invisible.

36

Apetito amoroso.
Fuiste vaciándote de alma.
Cascaron roto en un nido atacado por serpientes.
En primera fila asisto a tu teatro.
Metabolizo cada palabras.
Me conmueven como latigazos.
La luz apagada.
Aferrada a ese mar.
El sueño  puede ser el final.
Coordenadas de asfixias ascendente donde vives.
Arrastras los escombros de mi ciudad.
Marejada.
Morada de tus demonios  como deidades.

37

Primeros soplos  fuego.
Nacieron en ti.
Crisantemos languideciendo.
Mundo de mayores.
Mundo de jóvenes que florecen.
Cero juego.
El lienzo negro.
Espada desenvainada del gladiador ciego.
Harén de soledades infinitas.
No subirás las montaña.
Encrucijada sin señales.
Traiciones por los cuatro costados.
Felices ladrones del tiempo no sagrado.
Humano.
Cabo de las almas.
La única salida es interrumpir
la ocupación de la eterna morada.

38

Café insípido y frío.
Suciedad y prostitutas sin prostíbulos y bares.
Sucede la hecatombe.
En la fatalidad di que no me conociste.
No desearías conocerme.
No quiero derrochar símbolos.
Economía egoísta de las palabras.
Guarda el silencio simulado.
Deja que el viento muera en tu cabellera de loba.
Asi somos.
Cada uno en su dimensión.
Vapor de la existencia se esfuma.
Una y otra vez.



Oswaldo Garrido, resucita en el lazarismo colectivo el cual involucra   la poesía. Ahora nos presenta una cartografías de sus metáforas. El juego de la palabra en un doble contrapunteo.  Por un lado, el amor como una relación social efímera y agónica, que es como hipérboles con sus puntos elevados hacia el cielo y sus picadas terrenales. Por el otro, el yo poético y creativo, un yo ensimismado que busca representación y salida en la representación de la mujer, no como objeto de la seducción sino como la encarnación de sentimientos simultáneos, rotos, fragmentados en sus discursos y en las acciones. La indeterminación de los sentimientos se entrelazan con la libertad.  SONRISA DE VERSOS LIBRES, es una alegoría a la libertad, al encuentro y al escape.