jueves, 27 de septiembre de 2018

OSWALDO GARRIDO: MIGRANTES VENEZOLANOS Y RETORNADOS. FRAUDE PSICOSOCIAL, XENOFOBIA Y CHAUVINISMO



MIGRANTES VENEZOLANOS Y RETORNADOS.  FRAUDE PSICOSOCIAL, XENOFOBIA Y CHAUVINISMO
Por: Oswaldo Garrido. Sociólogo. Profesor universitario.
Correo: garridoradicallibre@yahoo.com

Ni migrantes, ni maleteados, no neurotizados ni desquiciados, ni caotizados, ni apocaliptizado. De izquierda a derecha: Biólogo Jesús Toledo, Agroecólogo Oswaldo Peñaloza, Soc. Oswaldo Garrido, Ing. Agrónomo Xiomara Guanipa y Méd. Vet. Elpidio González.

Los movimientos demográficos que involucran un  porcentaje de población joven, ocurrida en Venezuela en los últimos tres años hacia países como Brasil, Chile, Argentina, Perú, Ecuador y Colombia, deben ser objeto de estudio de campos científicos  como la sociología, psicología y la comunicación social, con la finalidad de dibujar las causas y consecuencia  para la sociedad venezolana actual,  ya que este movimiento no son el producto de procesos políticos como han ocurrido en otros países.

Lo primero que debe acotarse es que la migración de la población venezolana está compuesta en un porcentaje de jóvenes diplomados universitarios, víctimas de la aplicación de una estrategia psico-social promovidas desde los medios de comunicación, universidades y  empresas privadas relacionadas con actores políticos de la oposición, con el propósito de generar la percepción de la existencia de una emergencia humanitaria y sacar ventajas económicas de una tragedia personal y familiar que causaron la fragmentación de muchas familias, además del despoblamiento  de las instituciones educativas a nivel medio y universitario y un gran daño patrimonial a quienes cayeron en la trampa de las promesas de una vida promisoria fuera del país.

Estas estrategias psicosociales no son novedosas. Los nazis fueron exitosos  en su aplicación, a través de rumores y prejuicios. El padre de la propaganda, Joseph Goebbels, dirigió sus esfuerzos a modelar la psiquis alemana. La idea fue condicionar las repuestas psicológicas de la gente, basado en el típico ejercicio del ruso Iván Pávlov (con su experimento del perro y la campana). Según Javier Bilbao, Joseph Goebbels: “centralizó el suministro de información de forma que todos los medios de comunicación alemanes debían ajustarse a las consignas que periódicamente iba suministrando. Su idea fundamental era la de repetir el mismo mensaje de diferentes maneras. Uno de los recursos fue el de utilizar suposiciones no comprobadas, que pasaban a darse por hechas”. (https://www.jotdown.es/2013/02/la-propaganda-de-goebbels-durante-la-segunda-guerra-mundial/). Todos conocemos los resultados de la Segunda Guerra Mundial.

En el caso Venezolano, la manipulación psicológicas constituyó un recurso muy utilizado por los regímenes dictatoriales y la democracia representativa. Durante el gobierno de Gómez y Pérez Jiménez, se llegó a la barbaridad de catalogar a los comunistas como traidores a la patria, puesto que el miedo paraliza e inhibe la acción futura de los actores políticos y sociales e incluso fue establecido en el texto constitucional como un delito.

Un análisis de nuestra historia nos permite visualizar rasgos de ella, en los discursos anticomunistas que manejaron los medios de comunicación para deslegitimar la lucha de la izquierda durante las décadas, setenta y ochenta. El Caracazo, ocurrido el 27 y 28 de febrero de 1989, fue titula en el Diario El Nacional como “El día que bajaron los cerros”, colocando el énfasis que el aluvión del descontento, fue producto de una bandada de personas de los barrios caraqueños que saquearon y tambalearon el sentido de orden y estabilidad de sistema democrático. La Rebelión militar encabezada por el Comandante Hugo Chávez Frías en el 4F, fue manejada por los medios impresos como una expresión del gorilismo militar latinoamericano. Recuerdo que en un medio impreso, una caricatura de un gorila con el uniforme militar y la bandera  tricolor utilizada en su brazo por los  comprometidos con la acción.

A finales de la década de los ochenta, se emprendió una fuerte campaña contra  las empresas públicas,  la cual remarcaba el éxito de los yupi (Chicos de Chicago), egresado de  Universidad de Harvard y de Yale como los gerentes ejemplares, los cuales prepararon la embestida neoliberal en forma de programas de ajustes y privatizaciones. En ese tiempo era común observar en la televisión venezolana aquellos jóvenes gelatinados, pragmáticos y utilitarios. Coincidencia o no, para esa época estaba de boga el libro de Francis Fukuyama: El Fin de la Historia y el Último Hombre,  quien fungía de Consejero de Estado y profesor de  Harvard.

En estos últimos años, la raíz del quiebre histórico que significó el triunfo electoral del Comandante Hugo Chávez Frías, una vez que por ley habilitante se aprobaran la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Tierra y de pesca, las contradicciones emergieron entre  modelo socio económico y político del pacto de Punto Fijo y el naciente proceso de transformación bolivariano.

Desde este tiempo para acá, la guerra psicosocial se ha hecho más sofisticada y profunda, cuyo objetivo radica en desmantelar  la adhesión de los venezolanos al proceso de transformación bolivariana. Entre 2002 y 2003, se puede ver la manipulación psicológica, producto de la tríada compuesto por los medios de comunicación/partidos de oposición/la tecno-burocracia corporativa, petrolera y sindical. El ejemplo más significativo se puede analizar con la cobertura que le realizaron los medios de comunicación a los eventos de Puente Llaguno, con sus saldos de víctimas. Las investigaciones posteriores permitieron develar la verdad.

Durante el referendo de 2007 propuesto por el Comandante para aprobar una nueva Constitución, se evidenció una embestida brutal contra la estructura psicológica de los venezolanos a través de los medios de comunicación sobresaturando su capacidad perceptiva. Se tomó como locus discursivo de los medios de comunicación temas como el derecho al aborto, el matrimonio igualitario y el secuestro de la propiedad privada por parte del Estado, apelando a la moralidad judeocristiana.  El resultado fue  el triunfo del No sobre el sí, quedando de esta forma intacta la Constitución de 1999.

Durante el periodo presidencial de Nicolás Maduro, la estrategia psicosocial tiene como propósito deslegitimar la confianza en las instituciones y los actores del proceso de transformación bolivariano, con la finalidad de crear un clima interno de  desobediencia a la ley, y un escenario internacional orientado a declarar a Venezuela como estado fallido o estado forajido, expresado en una crisis humanitaria, ocasionada por un movimiento poblacional incentivado por actores internacionales y medios de comunicación, así como actores políticos de la oposición interna que  suele disfrazarlo como consecuencia de la represión y la violación de derechos humanos de un régimen tiránico.

 Lo cierto es que Venezuela ha alcanzado indicadores de  la calidad de las  democracias superiores. Los mejores  indicadores de la robustez de la democracia venezolana en la actualidad se vincula a dos procesos: el protagonismo del pueblo y el empoderamiento (comunalización de la vida a través de instancias de participación como los Consejos Comunales y los Consejos de trabajadores).

Esta hiperrealidad, edificada por los medios de comunicación, dibuja el movimiento demográfico venezolano actual, equiparándolo a los ocurridos en Colombia producto de la guerra civil, iniciada con la muerte de Gaitán  en 1948, agravada con el paramilitarismo y el narcotráfico.

La construcción de  hiperrealidad consiste en quitarle la alfombra al sueño soberano (nueva generalidad ilusoria) y sobreponiéndole el sueño americano,  donde el consumismo es sinónimo de felicidad. La estrategia psicosocial construye una facha de expectativas falsa y se orienta a la destrucción del yo colectivo (nacionalista y libertario), para institucionalizar el desencanto y la  desesperanza en la población.

Un análisis de la estrategia psico-social la podemos realizarla a través del curso de la programación de las novelas que transmiten las televisoras privadas en el país.

La primera fase, podemos denominar “efecto Cleopatra”, las novelas colombianas transmitidas por estos canales privados, tenían como objetivo deconstruir el héroe histórico (Bolívar y Chávez), sobreponiéndole un “nuevo héroe”, emergido de la oscuridad de los delitos: El Pram.  Ejemplo de ello;  “La mujer del Pram”, “Sin tetas no hay paraíso”.  La matriz de esa programación televisiva,  tenía como objetivo socializar la violencia colombiana (sicariato y secuestro) en el tejido social venezolano. Esto coincidió con el escenario de las guarimbas, cierre de calles y los desórdenes del 2017 que asolan al país. Los medios de comunicación social privados, una vez que saturaron a la  sociedad venezolana con ese mensaje, impuso el héroe ahistórico encapuchado y escudado. Podía verse en videos en horario estelar, a jóvenes utilizando la violencia, obstaculizando el tráfico, talando árboles (más de 7.000 árboles talados) y daños a la propiedad pública y privada. Para ofensa de las victimas del fascismo de Francisco Franco en España, los himnos anarcosindicalista fueron utilizados como banda sonora de esos videos que llamaban a la violencia. (Si desea ver la versión original del himno a Las Barricadas: https://www.youtube.com/watch?v=op3w3wMqdwg)

 La segunda fase, “Colombia la chévere”, constituyo en anzuelo-placebo para la trampa simbólica. Se socializo a Colombia como un país próspero, solidario, cooperativo y de relaciones humanas de amistad y compañerismo, escondiendo el rostro funerario del poder fáctico y miserable de la oligarquía colombiana: Fosas comunes y falsos positivos.
Se ocultó la  Colombia donde es posible el  "Thriller" que se inicia cada  al caer la noche en las calles de Bogotá,  pobladas  de espectros: niños indigentes, prostitutas, mutilados por la guerra, los excluidos y olvidados por CNN y el gobierno. Se visibilizo el país real colombiano con su sociedad sufrida, sin oportunidades de estudios, sin vivienda, donde se exoneran de los impuestos a los ricos y se percha con ellos a los más pobres. Forma terrible de reescribir la leyenda de Robin Hood. Tremenda ofensa al realismo mágico de Gabriel García Márquez

Este paisaje virtuoso, se pude seguir en la trama de la novela “La nocturna”, que disfraza la hipocresía y el cinismo de la sociedad clasista colombiana, socializando una supuesta “vida bella” de estudiantes universitarios nocturnos, (la vida cotidiana, botan hasta la última gota de sudor trabajando de día).  Estos estudiantes en la novela, viven en apartamentos y casas con una calidad de vida imposible en un país donde la población joven se  radica en las periferias pagando alquileres leónidos. El chorizo en la programación sigue esa ruta discursiva para encantar y atraer. Viejo truco del seductor y el seducido.

Basta analizar los siguientes datos: Colombia   según cifras de las  Naciones Unidas y el Departamento Nacional de Planeación, ocupa el último lugar en producto interno bruto per cápita con 6.810 dólares, lejos de Chile que tiene 12.730 dólares, Argentina con 10.300 dólares o Uruguay con 9.200 dólares. El clima de violencia es sobresaltado por estos datos; Antioquia tiene el 38 por ciento de las masacres del país, seguida por el Valle del Cauca con el 8 por ciento. Meta es el departamento con mayor número promedio de víctimas por masacre con 6,5 personas, seguido por Chocó con 5,8 personas. Datos relacionados con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

En la tercera fase,  se pueden identificar dos campos:

Un campo promovido por los diversos medios de comunicación monopolizados por las transnacionales   dirigidos al pueblo colombiano, cargados de xenofobia y chauvinismo, el cual estigmatiza a los venezolanos como mal vivientes, “tierrúos” y “pata en el suelo”, enfatizando que la movilización demográfica y sus calamidades, son consecuencia de la tiranía de Nicolás Maduro. Iván Duque, en su campaña electoral utilizo la estigmatización de los venezolanos como espejo para los votantes colombianos en las elecciones presidenciales  de 2018.  En resumida cuenta sus mensajes apuntaron a esta dirección. Si votas por Gustavo Petro te ocurrirá lo mismo que los venezolanos.
Otro campo, dirigido a la comunidad mundial, cuyo fin es producir la percepción que en Venezuela se desarrolla una guerra civil, que se vive una anomia social, donde el gobierno es ilegítimo y dictatorial. En este campo, el Grupo de Lima juega un rol fundamental. Es conocido el “striptease” del secretario de la OEA, Luis Almagro.
El Programa vuelta a la Patria,  puso en evidencia la propia crisis material (injusticia, exclusión y desigualdad) y espiritual (xenofobia y chauvinismo) del propio neoliberalismo de los países del Grupo de Lima. La repuesta solidaria de repatriar a los venezolanos lanzada por presidente Nicolás Maduro, es una decisión humanista sin precedente en la historia y demuestra que el proceso de transformación bolivariano es incluyente y profundamente mestizo.

A pesar de su naturaleza humanista, el programa Vuelta a la Patria, es decir el proceso de reinserción de los venezolanos que salieron del país buscando condiciones y oportunidades económicas y sociales (no cristalizada), víctimas de la xenofobia y el chauvinismo, requiere de un componente multidisciplinario. La experiencia histórica ha demostrado que sociedades que han sido victimizada por la violencia pueden transformarse en victimario. Por tanto, es necesario que el programa incluya una dimensión desde la psicología social para evitar que la violencia sea redirigida y germine en la sociedad venezolana con un nacionalismo retrógrado que descuaderne los logros del mestizaje.

Conjuntamente con el  acompañamiento a los venezolanos que retornaron,  se  debe diseñar una estrategia dirigida a los jóvenes de educación media y diversificada para elevar su formación crítica e ideológica, y dotarlo de herramientas teóricas para interpretar los mensajes ocultos (agendas ocultas) de los medios de comunicación social que se han transformados en actores políticos y representantes de los intereses del capital internacional imperialista.

Una iniciativa que no se puede subestimar es la de elevar la denuncia sobre violación de los derechos humanos por parte de  medios de comunicación social privados, grupos empresariales, asociaciones civiles, partidos políticos y actores políticos (financiando internacionalmente al Tribunal Internacional), ya que formaron parte del entramado material e intelectual que provocaron el movimiento demográfico que ha drenado al país, produciendo graves daños materiales y espirituales a la población,  cautivada por su oferta engañosa y perversa.

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