domingo, 22 de mayo de 2011

Pacíficos pero armados

Recientemente un estudiante en una conversación informal en los pasillos de la universidad me preguntó: ¿profesor, es necesario en la guerra asimétrica prepararse para la conflagración? Me quede perplejo y asistí a contestarle <>, condicionado por la filosofía política y la política de la filosofía.

Impulsado por esta inquietud, trataré de hacer una reflexión sobre este aspecto, dado que las empresas de comunicación suelen asociar Guerra Asimétrica con la perspectiva necrofílica, traducida en una constante seducción de los actores socio-políticos por la martirización, reconociendo que bien más preciado que posee la humanidad es la vida, la cual tiene el derecho de defender.

Algunos columnistas de oficio mal intencionados, suele asociar la perspectiva de Guerra Asimétrica que maneja el presidente Hugo Chávez Frías con el libro de Jorge Verstrynge, profesor de ciencia política de la Universidad Complutense de Madrid, titulado La guerra periférica y el Islam revolucionario, orígenes, reglas y ética de la guerra asimétrica, acertadamente publicado por el Viejo Topo, con 30 mil ejemplares para el uso en proceso de formación de los oficiales de las Fuerzas Armadas Venezolanas, entre las diversas lecturas que se realizan.

Creo que el asunto es más remoto, abarca muchos teóricos, que pueden ser más útil dada las características socio-política donde se desenvuelve la dinámica venezolana, mediada por la tradicional contradicción interna entre el capital y el trabajo, pero en un contexto internacional de escalada imperialista.

Desde el plano de la filosofía militar, en El arte de la guerra, Sun Tzu, hace un interesante planteamiento que puede abordarse como antecedentes de la Guerra Asimétrica, cuando rompe la tradición occidental de la guerra convencional, indicando estrategias y tácticas que rompen la lógica militar formalizada. Según Sun Tzu "La guerra es el mayor conflicto de Estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción”.



Es necesario subrayar, el Che Guevara introdujo importantes consideraciones en torno al tema, sobretodo cuando escribe reflexivamente el libro <> desde de la teoría y la praxis revolucionaria. Su planteamiento fundamental se centra en el foquismo como la condición primigenia para la acción armada. Según el Che Guevara, la característica fundamental de una guerrilla debe ser la movilidad; y un ejército grande, poderoso, jerárquico, burocrático y protocolario, difícilmente podrá contra una guerrilla enfocada y movilizada por grandes ideales.

Otro planteamiento moderno que no proviene del campo militar es la categoría de <> del marxista italiano Antonio Grasmci en contraposición a la noción de <>. Gramsci desplaza el primado del análisis hacia una estrategia basada en el cálculo de la situación y el contexto.

Si la guerra desde la proporcionalidad del poder (simetría) implica, escenario, reglas, medios y acaso fines que caracterizan la guerra convencional entre bandos igualmente armados o proporcionales entre sí. La Guerra Asimétrica se encuentra determinadas por las desproporciones en los recursos que poseen las fuerzas en contradicciones. El método es que no hay método.

Un ejemplo simbólico se encuentra representado en el pasaje bíblico que protagonizaron David y Goliat: marcada por la desproporcionada diferencia física y de recursos entre el filisteo y el joven judío.

En la modernidad el primero en sufrir en carne propia esta modalidad de conflicto fue Napoleón con enemigos invisibilizados en sus intentos frustrados por conquistar España, quien tuvo que enfrentarse. Pequeños grupos o núcleos de guerreros.



En el proceso de independencia suele también observarse ejemplo de acción militar orientados a transformar la desproporcionalidad en ventajas de victoria. El cruce de los Andes por el ejército de Simón Bolívar utilizando el engaño y el factor sorpresa para derrotar al ejército realista en Nueva Granada y el Alto Perú, con conciencia en sus palabras y consecuente con sus acciones.

Por tanto, la Guerra Asimétrica es una repuesta desde la acción revolucionaria a la Guerra de Cuarta Generación, desarrollada desde el centro hegemónico, que antes la profunda crisis estructural de sistema-mundo-capitalista, el fracaso del proyecto de anexión capitalista ALCA, el cuestionamiento del despliegue militar de Estados Unidos en distintos territorios estratégicos del planeta, la escasa provisión energética de su economía, que ha centrado su atención en dos recursos esenciales: fuentes hídricas (amazonía)y petroleras (reservas probadas venezolanas), ubicadas precisamente en este continente.

Los pueblos en rebeldía, valoran la Guerra Asimétrica como un instrumento para dirimir la lucha de clases para dar un salto cualitativo en la conquista de la democracia y la justicia social, contrariamente la Guerra de Cuarta Generación-guerra tras bastidores-silenciosa que se traduce como el nuevo campo de operaciones militares de los proyectos hegemónicos encabezado por EE.UU., acompañado en su terrible aventura por la oligarquía de la región, fuera o dentro del poder político.

Para nadie es un secreto como la guerra de Estados Unidos contra Vietnam, llamada también Segunda Guerra de Indochina, ocasiono un enorme temblor en la sociedad norteamericana en contra de esa tragedia, que en un comienzo fue interpretado como una caricatura de la naciente empresa cinematográfica, pero cuando empezaron a llegar los primeros ataúdes y las imágenes fotográficas de las victimas tomadas en los frentes de batallas, la guerra comienza interpretarse como un gran problema ético. La Guerra de Cuarta Generación codifica y esconde la muerte.

La Guerra de Cuarta Generación parece de películas, a veces no necesariamente consiste en el combate frontal, en el general de los casos, suele estar disfrazada, silenciosa, disimulada, tratando de no visibilizarse como guerra sino como el forcejeo del juego político, para reducir los costos que implica el manejo de la opinión pública.

Es Guerra de baja intensidad con desniveles notorios, se desplaza en dos carriles, el carril de los grandes agentes internacionales (cabeza que piensa) representantes de intereses transnacionales y los operadores locales, que puede ser partidos políticos, fundaciones de maletín, organizaciones civiles, empresas de difusión masiva y hasta sectores religiosos. Un ejemplo reciente lo constituye Honduras, transformada en un macabro experimento con el desarrollo del Golpe de Estado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales, puertas que se abren para los nuevos gorilas, que retoman la Internacional de las espadas o el Plan Cóndor.

La Guerra de Cuarta Generación se respalda en la movilización de un inmenso contingente y pertrechos bélicos (poblamiento del continente de bases militares extranjeras), disfrazado de <>, operaciones psicológicas para desestabilizar un gobierno, colocando su énfasis en la perdida de la confianza en las instituciones y los actores sociopolíticos fundamentales de la democracia y hasta la utilización de las confrontación directas utilizando articulado al terrorista de Miami. Las bases militares establecidas en Colombia como parte del Plan Colombia han logrado transformase en una amenaza a la convivencia del continente, sobre todo se ha ido construyendo progresivamente un cerco contra la revolución bolivariana.

En el caso venezolano, las operaciones psicológicas tendiente al derrumbamiento de los proyectos libertarios que se desarrollan desde las empresas de comunicación privadas, las cuales centran su matriz de opinión en el relanzamiento del discurso de la crisis, la violencia ocasionada por la herencia de pobreza, injusticia e inequidad del viejo proyecto civilizador capitalista, sustentada en una democracia representativa se disfraza como parte de una supuesta violencia derivada desde la política, vinculación del gobierno con el narcotráfico-terrorismo (todo lo que implique rebelión popular es catalogado desde la CIA como terrorista), corrupción, ineficacia-ineptitud y violación de los derechos humanos: económicos, políticos y socio-culturales.

Las operaciones psicológicas pretenden ocasionar la confusión, incertidumbre y desesperanza del pueblo. Un remedio ante estas acciones es un análisis prospectivo para tratar de darle repuesta a las siguientes preguntas cuando se presentas envestidas de guerra psicológicas: ¿Quién fue? ¿Para qué? ¿Hasta dónde se pretende llegar? y ¿Cómo las neutralizo? Los conoceréis por lo que hacen.

Pero un hecho insólito que llama la atención el proceso de solapamiento que viene produciéndose, en una <>, que intenta equipar el proceso antidemocrático de concertación de la propiedad de los medios de producción en manos de la oligarquía capitalista venezolana con la propiedad personal del ciudadano y la ciudadana común.

Esto se traduce que la concertación de la riqueza especulativa en sus orígenes de la oligarquía que manejan bancos, cadenas de distribución de alimentos (bienes y servicios), empresas de comunicación que pretendan ser despachados como problemas de la libertad de expresión.

Los estudiosos de las ciencias sociales, buscamos los indicadores de la tematizada crisis general. El politólogo italiano Norberto Bobbio, plante que las crisis se evidencia ante la presencia de los siguientes indicadores: pérdida de la legitimidad de origen, escasa gobernabilidad y dispersión de la fuerza bélica entre diversos sectores que se confrontan.

El análisis objetivo de los hechos que suceden en la Republica Bolivariana de Venezuela demuestra todo lo contrario. Desde 1999 se viene produciendo un robustecimiento del sistema democrático, el gobierno revolucionario encabezado por el presidente Hugo Chávez Frías, posee una alta legitimidad por los sucesivos respaldo que la ha dado el pueblo en votaciones directas y secretas, existe una indiscutible integralidad entre la Política de Estado y las aspiraciones populares, que se traducen en reconocimiento de la autoridad democrática y por ende, a pesar del proceso de rearme privado propio de las sociedades modernas de cual no somos ajenos, el poder militar se encuentra en sintonía con el proyecto país en construcción.

Podemos decir que en Venezuela la oposición diezmada y desarmada en su discurso político sobrevive al huracán de la historia que le pasa factura por su hipocresía y el resto de la sociedad mantiene una alta confianza en el proceso, las leyes y las instituciones, que son por excelencia el mayor indicador de la calidad de la democracia. A ello se suma el renacimiento de los partidos políticos como instrumentos de mediación con sus respectivos proyectos políticos.

Ahora bien, la conjunción de las teorías militares formales con la Guerra Asimétrica como expresión de la lucha revolucionaria es de nueva data, se produce esa relación en América latina a finales del siglo pasado, mas concretamente a raíz del triunfo en la región de fuerzas con destacada naturaleza nacionalista y revolucionaria, que logran trascender su lucha por la conquista del poder por la vía democrática, en clara confrontación con la hegemonía de los Estados Unidos.

Las características de la Guerra Asimétrica desde la acción revolucionaria implica que la desproporcionalidad se compensa en tanto que en elemento la sorpresa puede abrir posibilidades de victoria, se reconoce la paz como un valor esencial pero el llamado de la patria es humanidad, utilización de métodos no convencionales, una minoría activa enfocada puede hacer más daño que un ejército convencional, la convicción y al apego al patriotismo es fundamental y finalmente es esta filosofía, es estratégico la organización del pueblo preparado para la defensa de la soberanía.

Mas específicamente en la caso venezolano la teoría de Guerra Asimétrica toma relevancia, luego del Golpe de estado contra el presidente constitucional Hugo Chávez Frías, fenómeno que visibilizó intereses y actores internacionales y nacionales tras una peligrosa agenda antidemocrática. Allí se da inicio a un verdadero proceso de aprendizaje político que implicó una mayor atención al cultivo de la alianza cívico-militar como una condición esencial para la pervivencia de la novel democracia participativa y protagónica.

La alianza cívico-militar (pueblo y ejército profesional) no se construye sobre acuerdos para el reacomodo de las élites, consiste en un entramado teórico-practico que fue posible ante la crisis del estilo de desarrollo y del sistema político venezolano cultivado desde Washington (apropósito de la reunión de Rómulo Betancourt y la Casa Blanca cuya intermediación fue posible a través de la figura de Rockefeller) mal llamado Pacto de Punto fijo, y sus acuerdos colaterales con los empresarios, el sector obrero que capituló sin resistencia al clasismo, los militares y la iglesia católica, sino por la profunda necesidad del cambio de rumbo del país, y sobre todo por la base social que componen el ejercito venezolano, alimentado desde el corazón del pueblo.

Esto constata con la formación social de otros ejércitos del continente donde la oligarquía se ha reservado para si el ejercicio del oficio militar. Basta con someter a un análisis al sector militar de países como Chile, Argentina, Perú, donde los apellidos históricos de familias vinculadas al juego político desde siempre se replican en los cuarteles y la iglesia. Por ese motivo el Golpe contra el presidente constitucional Salvador Allende fue tan contundente y sanguinario, los saldos de la violencia selectiva y sistemática no son un secreto para el mundo.

En nuestro enfoque de Guerra Asimétrica, el principal enemigo a vencer es la injusticia, la inequidad y la exclusión terribles flagelos heredados del viejo modelo de sociedad, el desconocimiento al orden constitucional a pesar de la voluntad popular manifiesta, la ingerencia internacional, defensa de la soberanía (territorial y sobre los recursos). En la doctrina militar revolucionaria bolivariana renace el pueblo empoderado en sus conquistas de lucha frente los zarpazos de la burguesía internacional y nacional que sueñan en restablecer el viejo orden de dominación.

Para ningún venezolano es un secreto la temeridad que significaba el viejo ejército al servicio de la oligarquía, la revisión de la historia arroja saldos horrorosos. Más de 21 mil patriotas muertos y desaparecidos fue el elevado precio que pagó el pueblo venezolano en su intento por conquistar el anhelado sueño de justicia social, equidad e inclusión. En épocas más recientes los sucesos del 27 y 28 de Febrero de 1989 (Caracazo) dan testimonio de ese manejo del sector militar durante la democracia representativa, utilizado para reprimir a un pueblo en desobediencia civil desarmado.

La nueva filosofía militar bolivariana esta orientada por el criterio esencial que el << ejército piense y actúe como el pueblo y el pueblo piense y actúe como ejercito>> de cara a los ideales que más han elevado a la humanidad: el socialismo. Solo en este enfoque es compresible abordar el fenómeno de las milicias venezolanas, que a pesar de las voces fantasmales de las élites tradicionales y sus operadores opositores, la reserva venezolana que contaba para el 2004 con unas 30 mil personas, tiene hoy unos 150 mil miembros, según información del general retirado Alberto Muller Rojas, ex-integrante del estado mayor del presidente Chávez. Miembros de esas milicias son amas de casa, estudiantes, profesionales y obreros de diversas ramas…el pueblo en su retorno como sujeto histórico.

La filosofía militar bolivariana se encuentra entrelazada a la Nueva Geometría del Poder centrado en el pueblo, que rescata la participación y el protagonismo en un dinámico contexto de poder popular comunalizado, para lo cual se requiere una <> alternativa contra la constante agresión interna y externa. Pero además, se insertada en una visión planetaria, cuyo arquitectura se base en un mundo multipolar, para evitar el constate riesgo que vive la humanidad con la hegemónica de Estados Unidos.

La Guerra Asimétrica es la forma que asume la lucha por la liberación de los pueblos que han conquistado el poder y sufren los terremotos de la conspiración en su proceso de construcción de una mejor sociedad, que metabolitamente tenga en cu centralidad el desarrollo del hombre y la mujer en su individualidad y en su quehacer colectivo. Citando a Marx, para que “el libre desenvolvimiento de cada uno sea la condición del libre desenvolvimiento de todos”.

 

Publicado: http://www.aporrea.org/tiburon/a109081.html

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