Dr.
Danny Romero.[1]
“Yo no envidio a nadie ni Me parcializo por nadie. Soy
igual para con todos, pero aquel que Me rinde servicio con devoción, es Mi
amigo, está en Mí y Yo también soy un amigo para él”.
Bhagavad-Gita
En la
actualidad, a nivel mundial, existe un mercantilismo de los servicios de salud
que sin duda, no son un privilegio sino más bien, son un derecho fundamental y
constitucional para la humanidad. El prestar servicios de salud va más allá del
autointerés de ambición económica y de poder sobre la debilidad del pobre y del
necesitado.
Pues,
es necesario dar para poder recibir, ya que lo que se
siembra eso mismo se cosechará. Una de las obligaciones en el profesional de la
salud por el Código de Deontología Médica es: Daré estricto cumplimiento a los principios éticos de
nuestra profesión, procurando para los demás aquello que, en circunstancias
similares, desearía para mí y para mis seres queridos”. Eso es el principio
fundamental para el logro del ejercicio médico.
La
conciencia social por encima de la ciencia de cada galeno en la sociedad, sería
el triunfo de los principios éticos abandonando lo individual para convertirse
en un ser integral y social, dado y esmerado en la satisfacción de las
necesidades del enfermo, alcanzándose con esto una verdadera relación
Médico-Paciente.
[1] Cursante del Postgrado en Anestesiología. Convenio Universidad
Bolivariana de Venezuela- Hospital Coromoto. Reflexiones para el debate realizado
en la Unidad Curricular
Análisis socio-político y derecho a la salud en Venezuela a cargo del Prof.
Oswaldo Garrido.
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