Por: Dra. Odalis Pirona.[1]
La discapacidad es aquella condición bajo la cual ciertas personas
presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo
plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad, y en igualdad de condiciones con
las demás. Todas las enfermedades discapacitantes afectan no sólo a un órgano o
parte del cuerpo determinada, sino que también tienen repercusiones severas en
la salud mental y social. Una clasificación sencilla de estas enfermedades
podría ser:
Discapacidades auditivas, cuando
el principal órgano dañado es el oído y entre las principales podemos
mencionar: la hipoacusia profunda, la presbiacusia, la sordera o deficiencia
auditiva total, entre otros.
Discapacidades
visuales, como la ceguera, el cáncer de retina, el glaucoma, la retinopatía
diabética, el tumor de retina, entre otros.
Discapacidades
cognitivas, son las que afectan la capacidad para manifestar
o expresar los conocimientos adquiridos y entre las principales están el
autismo, el Alzheimer, el síndrome de Asperger y el síndrome de Down.
Discapacidades motoras, que
impiden la realización de ciertos movimientos, el desplazamiento de las personas
y su autosuficiencia, como: los accidentes cerebrovasculares, las atrofias
musculares espinales, las distonías musculares, la espina bífida, la
osteogénesis imperfecta menor conocida como niños de cristal, la parálisis
cerebral, la poliomielitis, y más.
No es fácil escribir sobre un tema. Pero, en particular, cuando se trata
de la discapacidad, la frase no deja de tener un sentido profundo. Tanto las
palabras que se deben usar hasta las ideas que surgen, desgraciadamente, nacen
del contexto de una sociedad que durante años trató de ocultar el tema. Desde
chicos no aceptamos al diferente, en todos los sentidos, mucho menos a aquel
que visiblemente lo es. Esa crueldad, llena de inocencia, se transforma en el
tiempo en indiferencia. Olvidamos que ellos existen, tratamos de segregarlos,
no les damos oportunidad. El enfoque social de la discapacidad considera la aplicación de la
"discapacidad" principalmente como problema social creado y
básicamente como cuestión de la integración completa de individuos en sociedad
(la inclusión, como los derechos de la persona con discapacidad).
De tanto en tanto, imágenes terriblemente explotadas por los medios, nos
obligan a ser solidarios y salimos corriendo a depositar dinero en una cuenta
bancaria, o le damos una moneda en el semáforo a un hombre en silla de ruedas.
Pareciera que la misión está cumplida y hasta nos sentimos satisfechos. ¿Eso es
todo lo que podemos hacer? La respuesta es simple: No. Pero ¿qué se puede hacer? Allí nos desconcertamos. Salvo meter
la mano al bolsillo, pareciera que todo lo que tiene que ver con la
discapacidad no nos concierne. Y no es así.
Se requiere, urgente, un cambio cultural que acelere la destrucción y el
aniquilamiento de todas aquellas barreras, físicas o mentales, que impiden la
integración. Simples barreras como las escaleras, el medio de transporte, los
baños, o la mentalidad de los empleadores, existen porque mentalmente no
estamos integrando a las personas discapacitadas. De lo contrario, el
constructor haría las puertas más anchas o diseñaría un baño especialmente para
el ingreso en silla de ruedas.
Afortunadamente, esto ya está cambiando en nuestro país, gracias a la
iniciativa gubernamental de nuestro Presidente Hugo Chávez, quien el 5 de Enero
de 2007 dio el ejecútese a la Ley Para Personas con
Discapacidad (LPCD) y los resultados no se han hecho esperar, concretándose con
la creación de Consejo Nacional para Personas Con Discapacidad (CONAPDIS) y el
lanzamiento de la Misión
Vida, luego rebautizada en honor al insigne médico venezolano
como Misión José Gregorio Hernández, la cual ha permitido que millones de
venezolanos y venezolanas hayan sido atendidos debidamente para darle una nueva
cara a la discapacidad, así como también la Misión Hijos de
Venezuela, donde se la aporta una ayuda financiera a las madres de personas
discapacitadas. Ahora los discapacitados tienen más
oportunidades y posibilidades desde que entro en vigencia LA LEY DEL DISCAPACITADO, donde existe una gaceta oficial que explica con detalle los derechos y
deberes de los discapacitados.
Falta, sin embargo, apurar el proceso interno del ser humano. Éste debe
empezar desde niños, en los colegios, ya que todos y no algunos como ocurre
actualmente, deben integrar a niños con discapacidad en sus aulas para que,
naturalmente y dentro del proceso de socialización, aprendan a convivir con el
otro, aceptándolo con sus semejanzas y diferencias, viviendo las dificultades
diarias y derribando conjuntamente las barreras que le impiden avanzar en la
sociedad.
Miremos a nuestro alrededor permanentemente y detengámonos a pensar cómo
haríamos para ir de nuestra casa al trabajo, de nuestro escritorio al baño, de
la oficina al restaurante, si tuviéramos que usar una silla de ruedas o
muletas, o no pudiéramos ver, oír o cualquier otra dificultad motora.
Ayudemos a abrir las mentes para que esta barrera cultural, la más
difícil de eliminar, se quede definitivamente en el siglo XX. Hay mucho trabajo por hacer; el más importante, crear
conciencia colectiva para que no se siga poniendo tropiezo al ciego ni se siga maltratando
al sordo, ni haciendo burla al falto de inteligencia ni se siga poniendo obstáculos
al paralítico.
Y para finalizar coloco el ejemplo de un hombre, un
héroe, que demostró que en ocasiones es mejor llegar de último que de primero.
El domingo 6 de noviembre de 2011, después de recorrer los 42 kilómetros que
distaban entre la salida y la llegada del famoso maratón de Nueva York y tras
15 horas, 22 minutos y 3 segundos el venezolano Maickel Melamed culminó la tal
carrera siendo ovacionado como un héroe por el público. ¿Qué gloria hay en
llegar en el puesto número 46.795? Para Maickel fue una hazaña, cuya noticia
inspiradora recorrió el mundo.
Sus palabras al
cruzar la meta fueron:
“Aquí no llegó un hombre a la meta, aquí llegó un mensaje. Ese mensaje
es que nada es tan grande como para no intentarlo. Si lo sueñas, haz
que pase”.
Maickel Melamed.
Otras frases
dichas, muy reconocidas sobre los discapacitados son:
“Las personas con discapacidad son las estrellas y
luceros de la patria”
“No debe quedar una sola persona que tenga algún tipo
de discapacidad que no sea atendida”
Hugo Chávez Frías.
Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela.
[1] .- Medico cirujano cursante del postgrado Convenio Universidad
Bolivariana de Venezuela y Hospital Coromoto. Este trabajo es producto del
debate realizado en la Unidad Curricular
Análisis Socio-político y derecho a la salud en Venezuela que imparte el Prof.
Oswaldo Garrido.
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