Dra. Marbely
Briceño.[1]
Esta obra expresa
además de todo lo que explica; el interés que tiene el doctor Tulp por enseñar
el arte de la anatomía humana, lo maravilloso y perfecto que es el cuerpo
humano, a su vez los estudiantes, muy
interesados, lo demuestran con sus rostros de asombro, curiosidad y al mismo
tiempo de admiración hacia su profesor. El profesor con sus conocimientos que
no necesita del uso del libro, cumple con su deber y deseo de enseñar su
sabiduría, para ayudar al aporte de la formación profesional de dichos
estudiantes.
El arte de enseñar,
así como el ser médico, son dos valiosos tesoros que el ser humano puede tener,
ya que la función es servir al prójimo para ayudarlo, ya sea en los
conocimientos como en su salud.
Rembrandt así lo
expresa en esta obra, queriendo demostrar lo importante que es para él, y que
debe ser para la comunidad el adquirir conocimientos, y el papel tan importante
que es el ser médico, ya que es una profesión que tiene en sus manos la vida
del ser humano.
El médico además de
tener el deber de atender al prójimo para ayudarlo en su salud, tiene el deber
de ayudar a la formación de nuevos profesionales, para que siempre exista el médico,
el ayudante de la salud.
[1] Cursante
del Postgrado de
Oncohematologia. Convenio Universidad Bolivariana de Venezuela- Hospital
Coromoto. Reflexiones para el debate realizado en la Unidad Curricular Análisis
socio-político y derecho a la salud en Venezuela a cargo del Prof. Oswaldo
Garrido.
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