martes, 2 de agosto de 2011

Desarrollo Histórico del derecho de salud en Venezuela:

Por: Alejandra J. Rodríguez C.

La salud pública en Venezuela siempre ha sido una asignatura pendiente, aún suponiendo una necesidad ineludible y un derecho básico para todo ser humano.
La asistencia médica siempre fue un privilegio sólo apto para las clases altas, ya que la clase media y baja a duras penas llegaban a pagar un análisis rutinario o cualquier atención primaria. Estas clases privilegiadas, a pesar de venir fortaleciendo la sanidad privada y de no hacer nada por que se implantara un sistema justo y solidario de salud pública, sí que han venido achacando el problema de muchas generaciones al actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela.(1)

En 1.998, un 70% de la población era pobre (gran parte de ellos en la más absoluta pobreza) y estaba privada de educación, que a pesar de ser gratuita era de pésima calidad y no llegaba a todos los rincones y comunidades, sin mencionar que el personal medico calificado era de igual manera maltratado y mal remunerado por sus servicios (2[2]). Una población pobre e inculta era un caldo de cultivo para los gobernantes más ambiciosos, que no tenían la más mínima intención de cambiar el panorama para no encontrarse con un pueblo preparado que decidiera su propia y justa administración. Un bien básico como la alimentación, apenas contaba con algunas tiendas mal repartidas por el país de precios solidarios, con productos de mala calidad y normalmente ausentes en las escasas estanterías, en lugar de ello se repartía alguna que otra bolsa de comida por los barrios más desfavorecidos cuando se acercaba la campaña electoral o había una celebración importante, por lo que los fondos destinados a alimentación se perdían de mano en mano y de bolsillo en bolsillo entre unos pocos burócratas sin escrúpulos. Los productos alimenticios de primera necesidad como la leche, los huevos o la carne no tenían sus precios regulados por el Estado. Una población pobre y desnutrida tenía en consecuencia otro enemigo mayor, que acentuaría aún más la injusticia social en el pueblo venezolano: la nulidad del sistema sanitario.

En Venezuela la red hospitalaria era muy deficiente, sin un mínimo de personal y sin medios para tratar la mayoría de los males. Ése 80% de la población pobre, que escasamente encontraba en sus comunidades algún tipo de ambulatorio o asistencia sanitaria, no siempre  tenia la posibilidad de ser atendido con un mínimo de dignidad, siempre que tuviera la suerte de llegar cuando aún quedaban recursos medicinales.

Hoy en día, el país cuenta con una serie de medidas que se están haciendo efectivas pero que no llegan aún a alcanzar el nivel mínimo deseado en materias de sanidad. Es un largo proceso que requiere de mucho tiempo pero del cual debemos exigir y esperar resultados provisionales que se vayan estabilizando y que muestren un claro camino hacia un gran sistema de seguridad social sanitaria.

Como medidas de carácter urgente, aplicación inmediata y eficaz para atender a la población desde el mayor al menor grado de desfavorecimiento, surgen una serie de misiones entre ellas la llamada Barrio Adentro 1, 2, 3 y 4. (3)[3]

Las ventajas de éstas misiones se hacen notar pronto, ya que las comunidades de Venezuela comienzan a recibir la asistencia sanitaria más primordial y necesaria con Barrio Adentro 1, que trae al país más de 20.000 médicos cubanos, con lo que como medico venezolano no estoy nada de acuerdo, ya que para ese entonces y hasta la actualidad nuestras universidades preparan recurso humano medico sumamente calificado y con todo el profesionalismo que a cada uno nos caracteriza capaz de asumir esta tarea que les fue asignada a los cubanos y que hasta la fecha 2011, estando incluidos más de 10.000 médicos venezolanos, son ellos los que comandan esta misión en Venezuela. Sin mencionar que han perdido totalmente su rumbo pues lo que para un comienzo fue la maravilla estamos cayendo en la misma situación de la política de salud antigua, ya que en esos CDI (Barrio Adentro 2) y centros ambulatorios que se crearon de forma paralela a un sistema de salud ya existente, se nos escapa de las manos brindarles los recursos medicinales que se les venia asegurando y como todo y como siempre por falta de control, supervisión y sobre todo falta del sentido de pertenencia, pues los cubanos a mi parecer están hoy por hoy, por sus propios intereses económicos y vienen a subestimarnos a los médicos venezolanos con tanta propiedad como el mismo sistema de salud gubernamental lo ha hecho con nosotros.

Cosas positivas de este sistema moderno e integral de salud es el amparo en salud a esas zonas más desfavorecidas (que suponen la mayoría de la sociedad) y la creación de nuevas leyes que aseguran la formación a nuevos médicos venezolanos y le ofrecen garantías para que tengan residencia y trabajo, en su domicilio o cerca, al final de su carrera, haciendo con ello una obra social continua y duradera que asegure la presencia médica en cada barrio.

Los Centros de Diagnóstico Integral, o CDI, así como Los Centros de Alta Tecnología, o CAT se componen de una parte de diagnóstico y otra de urgencias. Disponen de Rayos-X, electrocardiografía, diagnóstico de urgencias, y también ofrecen servicios que requieren compleja y costosa pero necesaria maquinaria para el uso del venezolano que no pagará nada, así como resonancias magnéticas, Tomografías Computarizadas, endoscopia avanzada, mamografías, entre otras. Las Salas de Rehabilitación Integral cuentan con gimnasio y atención especializada para rehabilitación de las facultades físicas. Entre sus tareas encontramos hidroterapia, podología y terapia ocupacional, por ejemplo. Áreas estas que alivian en gran medida la salud y economía del venezolano desde el punto de vista integral en sus 3 niveles de atención.

En resumen, se han conseguido grandes logros en Venezuela en cuanto a materia de salud para las clases más necesitadas principalmente, sin dejar por fuera esas clases medias y alta que también se han visto beneficiadas, yo diría que a beneficiado a todos los venezolanos sin excepción, pero aún queda mucho por hacer y la gran asignatura pendiente sigue siendo la deficiencia en las instalaciones hospitalarias, tanto a nivel de equipo, en la recuperación de infraestructuras hospitalarias, como de personal en un buen equipo de salud venezolano justamente valorizado y remunerado. Yo pienso que si todos los objetivos siguen el progreso que llevan hasta ahora y se invierte además en los hospitales existentes y en nuevos, el país gozaría de una Seguridad Social sin precedentes históricos. Ojalá así sea, ojalá no decaiga la labor y sigan beneficiando cada vez más a todos los venezolanos desde un punto de vista siempre integral (4)[4]

Dra. Alejandra Rodríguez. Resid. 1er año Imagenología. Hospital Coromoto Maracaibo-Zulia. Cursante de la especialización Hospital Coromoto-UBV. Este documento es el resultado de los debates realizados en la prosecución de la Unidad Curricular Dimensión Sociopolítica y derecho a la salud en Venezuela, impartida por el Profesor Oswaldo Garrido.



1.        [2]Constitución de Venezuela de 1961, titulo IV, art. 76 y constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela actual, capitulo V, artículos 83, 84,85.
2.        http://nancyascencio.psuv.org.ve/2011/02/11/portada/maduro-venezuela-es-referencia-en-igualdad-social-y-reduccion-de-pobreza-en-america/
[3] . Dr. Juan Carlos Marcano. Director General de la Red Ambulatoria Especializada. Caracas,  2008. http://www.monografias.com/trabajos62/barrio-adentro-atencion-salud/barrio-adentro-atencion-salud3.shtml
[4] http://www.aporrea.org/misiones/a89877.html . Pedro J. Morillo M. 11/11/09

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