jueves, 11 de agosto de 2011

REFLEXIONES DE UN MEDICO VENEZOLANO QUE TAMBIEN ES BARRIO ADENTRO:


Por: Dr. César Chirinos


“…el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural…”.
Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. 1999.

El sol de la tarde en su punto de máxima altura espantaba la sombra de un hombre flaco, alto y encorvado, moreno de tez, vestido de blanco y por nadie conocido en el barrio. Venía acompañado de Venancio, de barba escasa y ropa raída, joven humilde vendedor de periódicos con ideas extrañas y un poco indisciplinado. Ambos recorrían la calle visitando  familias casa por casa.
- Salí mamá, corre, corre… llegaron los cubanos!
- Que cubanos mijo?  Deciles que yo no puedo, no veis que estoy ocupá?
- Los médicos mamá. Los médicos cubanos que van a quedarse a que la Sra. Carmen, dicen que van a poner una consulta.
- Valla…hasta que se acordaron de esta pobre gente! Pero decile que pase más tarde que yo estoy  haciendo el almuerzo!.
Y era la escena que se repetía en 200 barrios de nuestra ciudad.
A partir del año 2003, como parte del proyecto de gobierno del presidente Hugo Chávez, se conoce el programa Misión Bario Adentro. Este se construye en el contexto de la transformación social iniciada en Venezuela en 1998, cuya nueva estructura social se fundamenta en la Constitución de 1999 y que incluye la prohibición de privatización de los recursos naturales y de los servicios públicos en materia de salud y educación, el desarrollo de misiones sociales, la igualdad en acceso a la enseñanza, el modelo de desarrollo endógeno, la protección del ambiente, la seguridad alimentaria y la reforma agraria.
Y así, emprendemos este maravilloso viaje, donde formamos parte activa como miembro de la comunidad en la construcción de este nuevo modelo de gestión social que busca dar respuesta en materia de salud y que se establece como eje fundamental del binomio gobierno-pueblo, siendo punto de partida organizacional para el nacimiento de los programas sociales que surgen posteriormente, basados en la necesidad de inventar nuevas instituciones para los países de América Latina, tal como lo refiriera Simón Rodríguez en “la primera raíz”, la Robinsoniana. Nos basto leer muy poco para comprender que en  este nuevo orden mundial el desarrollo del hombre en su concepción integral con el medio y su entorno se privilegia el bien común sobre la satisfacción y lucro personal, y los pueblos se alinean en su autodeterminación e independencia logrando liberarse del modelo hegemónico impuesto a través de los años, donde el acaparamiento de los recursos justifica los medios de destrucción y devastación del planeta. Hemos conocido ejemplos irrefutables a través  de la historia donde la dominación del más fuerte sobre los pueblos más débiles ha derivado en saqueos y destrucción de civilizaciones completas. Mucho antes del nacimiento de Cristo, donde la fuerza se imponía ante la razón y en la mayoría de las ocasiones este poder estaba sujeto a la voluntad de una sola persona, hasta en la actualidad donde el sufrimiento, la destrucción e incluso el genocidio ocurren de manera impune.
Por otro lado, esta concepción de un hombre integral donde en el bienestar biopsicosocial comienza a transformar las condiciones de vida de los pueblos adquiere dos vertientes. Una que propone un modelo rentista, de producción e industrialización muy bien organizado, con la armadura que le proporciona el capital económico, fundamentado en la avaricia y el hambre de poder sobre los otros, donde el fin justifica los medios de producción, sin importar la condición humana y del medio ambiente, modelo que esclaviza y subyuga al hombre anteponiendo los mecanismos de manufactura a este, y que definitivamente por diferentes variables y situaciones en distintos pueblos con el tiempo han llevado al colapso del modelo hegemónico capitalista. Así mismo, una segunda vertiente que toma fuerza en los últimos años  y propone un modelo socialista que entiende al ser humano como objetivo central de vida y la preservación de su entorno, en perfecta armonía, capaz de generar un modelo de producción autosustentable, conservacionista y de creación de soluciones basadas en el método de acción  participativa frente a los modelos que provienen de la acción imperialista a la que estamos sujetos, así como también a la dependencia y la explotación oligárquica tal como lo planteo Fals Borda. También Marx, que asume el compromiso con la clase trabajadora y plantea teorías que inspiran proyectos ético-político, que hoy día fundamentan sociedades que aun cuando mantienen estructuras de gobierno francamente capitalistas, orientan movimientos sociales que a nivel mundial plantean cambios estructurales y son frente de lucha significativo con más adeptos día a día que mantienen viva esta lucha social contra el modelo capitalista.
En nuestra experiencia, entendemos que el proceso de la salud en Venezuela, genera un gran cambio sociopolítico cultural. Nace en respuesta a la necesidad de atención médica del pueblo y rápidamente se convierte en un proyecto político que acelera cambios y trasformaciones en la estructura de nuestra sociedad. Es así como Misión Barrio adentro se lleva a las comunidades representando un enlace directo con influencias sociopolíticas sobre la población y a cambio este representa una solución inmediata al problema de salud. Pero no viene solo, trae consigo el diagnostico situacional de las comunidades, de las parroquias, ciudades, estado y nación con la consiguiente tramitación de las soluciones requeridas. Entonces encontramos similitud en el método descriptivo que plantea De Sault en sus “lecciones de clínica quirúrgica”, que más allá del estudio anatómico del paciente y la exacta y metódica descripción de su evolución, nos deja la enseñanza de un método científico que plantea y resuelve problemas mediante una técnica descriptiva. Desde el punto de vista cultural, enfrenta dos modelos de pueblo totalmente opuestos, que en su simbiosis concibe nuevas situaciones con afección directa sobre el hombre, generando cambios permanentes, dinámicos, constantes, con vida propia que aun, a nuestro modo de ver, falta por cultivar. El hombre nuevo.
Entonces, no es de locos pensar que estructuras de gobiernos que surgen en nuestro continente, en su afán de establecer cambios y situaciones favorables para el hombre y el mundo, se planteen problemas de carácter mundial donde el problema no es la afección como tal, sino la falta de compromiso e interés de naciones capitalistas en llegar a acuerdos y cumplir con metas que favorezcan la reversión de realidades que afectan el medio ambiente, ejemplo Protocolo de Kyoto sobre cambio climático.
Por su parte el gobierno Venezolano, comprometido con el hombre y el medio ambiente, plantea las metas del milenio como norte en la ejecución de programas que afectan directa y favorablemente nuestro pueblo y en ello sentimos el compromiso y la corresponsabilidad, a través de nuestro modo de vida y trabajo diario.
Por último, debemos mencionar que mediante la organización en las comunidades, encontramos la solución a la mayoría de los problemas que aquejan nuestras naciones, cual sea el nivel, cual sea el grado de complejidad, solo mediante la conciencia social encontramos el camino a la resolución de problemas comunes y con ello asegurar la permanencia del hombre y del planeta.

 
Referencia:

Cátedra: Garrido, Oswaldo. Dimensión Sociopolítica y Derecho a la Salud en Venezuela. Universidad Bolivariana de Venezuela. Unidad de Docencia e Investigación. Hospital Coromoto. Junio – Julio 2011.

Cursante de la especialización Hospital Coromoto-UBV. Este documento es el resultado de los debates realizados en la prosecución de la Unidad Curricular Dimensión Sociopolítica y derecho a la salud en Venezuela, impartida por el Profesor Oswaldo Garrido.

























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